Los trabajadores han explicado, con documentos y pruebas, que durante 2021 sólo se destinó 9% del presupuesto total del Metro para mantenimiento y reparaciones, y éste mantenimiento no se ha realizado al 100%.
POR VÍCTOR MANUEL JUÁREZ
Mis viajes en Metro, al interior de lo Tierra, datan desde el mismo día que se inauguró el 4 de septiembre de 1969. Desde entonces mis recorridos han sido muchos y por diversas Líneas.
Hay un punto de convergencia que me llama la atención: la estación Zapata, donde se observa una línea (la verde), vetusta, anticuada y muy usada, con escaleras eléctricas descompuestas y goteras en sus corredores, así como andenes saturados. Metros más abajo, corre la Línea 12 (la dorada), y ejemplo de lo que debería ser el principal medio de transporte masivo de la capital de la república.
Recientemente puesta en operación la Línea 12 –después del terrible desplome que cobró la vida de 25 usuarios– da un gran servicio social, pues corre (o debería correr) de Tláhuac a Mixcoac, y moviliza a cerca de 200 mil personas diariamente, es una maravilla y modelo a seguir. Salvo la parte aérea, aún en reconstrucción, luego del fatídico accidente que cobró la vida a 26 usuarios. Caso que aún no ha sido resuelto en su totalidad, pues a la fecha no hay culpables, salvo los pernos mal colocados. Dicha línea en su trayecto subterráneo, se observa limpia, espaciosa, segura y confiable.
Las entrañas de la tierra son testigo de que es un punto de gran movilidad peatonal y convergencia de destinos. Usuarios que van desde Indios Verdes a Ciudad Universitaria, o sea de sur a norte de la ciudad, o bien de Oriente al Poniente, y que como hormigas recorren pasillos, andenes, escaleras y un singular túnel del tiempo, donde hay una exhibición permanente de los principales caricaturistas y moneros mexicanos. Exposición muy recomendable pues se puede apreciar el trabajo de los grandes como Posada, Abel Quesada o Rius.
La Línea 12 debería ser el modelo a seguir de nuestro Metro. No sólo por la pulcritud de sus andenes, pasillos, plazas internas donde hay conciertos musicales y vida cultural. Sus instalaciones son de primer mundo. Me he movido por tres sistemas colectivos, el de Caracas, Venezuela, Tokio, Japón y Nueva York en los Estados Unidos. Nada que envidiarles en dicha línea. Aunque tiene un pero. Al llegar a Mixcoac, subir y bajar a las profundidades, implica un deporte extremo de caminata y escalada, pues la mayoría de las escaleras eléctricas están descompuestas. Sobra decir que es un atentado a la salud de las personas mayores y para aquello con discapacidades motrices.
Todo esto viene a cuenta por el conflicto y crisis prevaleciente en el Metro. De un lado las autoridades acusan de sabotaje y señalan a los mismos trabajadores, los trabajadores, a su vez, y afiliados al sindicato aseguran que lo que hay en realidad es falta de mantenimiento por el decrecimiento de las partidas presupuestales.
Los morenos –sin reservas ni dudas—han hecho suya la hipótesis de la jefa del gobierno capitalino sobre la posibilidad de que los mismos trabajadores atenten contra su fuente de trabajo con tal de perjudicarla a través de diversos actos atípicos y anormales.
La Línea 12 debería ser el modelo a seguir de nuestro Metro. No sólo por la pulcritud de sus andenes, pasillos, plazas internas donde hay conciertos musicales y vida cultural.
Así, el Metro cuenta ahora con seis mil integrantes de la Guardia Nacional para observar si hay tal sabotaje o los llamados actos inusitados o anormales. A la fecha se ha detenido a una mujer humilde por supuestamente arrojar aspas a las vías del convoy, se han encontrado unas latas de cerveza en las vías y se ha registrado el desprendimiento de dos vagones por tornillos degollados y falta de seguros, lo que provocó otro incidente y pánico en la estación Polanco de la Línea Naranja. Las denuncias se han presentado y las investigaciones corren su proceso. Veremos a donde conducen.
Del otro lado de la barra, los trabajadores han explicado – según nota de un diario de circulación nacional–, y con documentos y pruebas, que: “durante 2021 sólo se destinó 9% del presupuesto total del Metro para mantenimiento y reparaciones, y éste mantenimiento no se ha realizado al 100%, de acuerdo con la Cuenta Pública de la Ciudad de México.
“Según la clasificación por objeto de gasto del presupuesto 2021, de los más de 15 mil 600 millones de pesos que tuvo el Metro, se ejercieron mil 423 millones de pesos para instalación, reparación, mantenimiento y conservación del Sistema de Transporte Colectivo (STC).
“De acuerdo con la cuenta pública de ese año, en instalaciones fijas hubo un mantenimiento preventivo global de 56.65%, este menor cumplimiento se debió a la ejecución de otros proyectos de modernización, explica el documento.
“En la red se registraron tres mil 586 averías relevantes en los equipos de instalaciones fijas de febrero a diciembre de 2021, los que quiere decir que se registra un promedio diario de 9.8 averías de este tipo. Del total de averías, sólo 451 causaron retraso en la operación y la afectación del servicio fue de cuatro mil 766 minutos”, señala la Cuenta Pública 2021.
“En tanto, México Evalúa reveló que al tercer trimestre de 2022 el gasto en la partida de “Herramientas, Refacciones y Accesorios Menores” para el Metro fue de 201 millones de pesos, 59% inferior al del mismo periodo de 2021 (295 millones), y el peor monto que se tenga registro desde 2017”.
Por cierto, los accidentes e incidentes en el Sistema de Transporte Colectivo, le han significado bajas porcentuales en las preferencias a la jefa del gobierno capitalino, en su búsqueda de la candidatura de Morena a la Presidencia de la República.
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