POR MARÍA ELENA MESTA FERNÁNDEZ
El pasado 27 de marzo del presente tuvo lugar la instalación del Consejo de Movilidad y Seguridad Vial de la Alcaldía Benito Juárez, asi como la presentación del Diagnóstico en materia de Movilidad y Vialidad e Informe de Acciones Realizadas por la Alcaldía Benito Juárez en materia de movilidad. Uno de los aspectos centrales que vale la pena resaltar de este diagnóstico es el hecho de que se reconoce la movilidad como un derecho humano.
De conformidad con la Ley de Movilidad del Distrito Federal el derecho a la movilidad está relacionado con la obligación del gobierno de la CDMX de “asegurar el poder de elección que permita el efectivo desplazamiento de las personas en condiciones de seguridad, calidad, igualdad y sustentabilidad, que satisfaga las necesidades de las personas y el desarrollo de la sociedad en su conjunto“.
Analizando lo anterior, bien vale la pena hacer una reflexión sobre cuáles son los principales retos de la alcaldía Benito Juárez en materia de movilidad y vialidad.
En primer lugar, en materia de seguridad si bien es cierto que la alcaldía desataca en su diagnóstico que se ha trabajado en una planeación vial que comprende la creación de intersecciones seguras para el tránsito peatonal y la habilitación de 45 km. de vías ciclistas, de los cuáles 15 kms. son confinadas, aun es necesario trabajar en las acciones de prevención del delito e incidentes de tránsito durante los desplazamientos de la población, con el fin de proteger la integridad física de las personas y evitar la afectación a los bienes públicos y privados.
En materia de calidad, equidad y sustentabilidad uno de los retos mayores es promover acciones que contribuyan a reducir el uso del automóvil. Hablando de la problemática específica de movilidad en la demarcación de Benito Juárez se señala en el diagnóstico de la alcaldía que existe un vehículo por cada 3 habitantes, hecho que contrasta con un uso mayor del automóvil en esta alcaldía respecto del promedio de la ZMVM en la que existe 1 vehículo por cada 4 habitantes.
En este sentido, para lograr reducir el uso del automóvil es necesario realizar una serie de acciones interconectadas para garantizar que cualquier ciudadano pueda llegar de cualquier lugar de origen y a cualquier destino en la forma más eficiente y económica posible.
Si bien es cierto que la Alcaldía, en conjunto con Secretaría de Movilidad y la Secretaría de Medio Ambiente y la desaparecida Autoridad del Espacio Público, han trabajado en el desarrollo de formas de movilidad alternativa como las ciclovías y los corredores Cero Emisiones que en su conjunto contribuyen a reducir la huella de carbono producto del transporte automotor que actualmente genera la mitad de los gases de efecto invernadero en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), el reto sigue siendo mayúsculo en cuanto a establecer un sistema intermodal de movilidad que comprenda: la conectividad entre diversas formas de movilidad colectiva e individual como son el Metrobús, el Metro, las ciclovías, y los corredores peatonales; el desarrollo de una infraestructura vial que satisfaga las necesidades de las nuevas formas de transporte de manera equitativa, esto es respetando la “pirámide de la movilidad” que establece la Ley de Movilidad; asi como la mejora del transporte colectivo en horas pico.
Como dato interesante, el diagnóstico de la alcaldía destaca que se cuenta con 89.9 km de vías primarias y 631 km en vías secundarias, de conformidad con el Plan de Desarrollo Urbano vigente, infraestructura vial que hoy es compartida por varios sistemas de transporte como son los autos particulares, taxis, microbuses, trolebuses, RTP, bicicletas, motocicletas y peatones. Con relación a este aspecto, valdría la pena analizar cuáles son las oportunidades de rescatar infraestructura vial que hoy se encuentra sub-utilizada por la ocupación que hacen de ella mercados públicos, llamados tiánguis, asi como la forma de hacer más seguras las ciclovías y optimizar los tiempos de traslado a través de la estandarización de las características que debe tener la infraestructura ciclista para ser segura y que logre que sus usuarios realicen viajes en tiempos competitivos de traslado con relación a otras formas de movilidad.
Sin duda, un reto que no aparece en el diagnóstico de movilidad de la alcaldía es la necesidad de reducir el uso del automóvil. Si bien se menciona el fomento a nuevas formas alternativas de movilidad es necesario que a la par se trabaje decididamente en desincentivar el uso de automóvil a través de medidas como la ampliación de programas que minimicen el estacionamiento en vía pública y la reducción de lugares de estacionamiento en nuevas construcciones. Estas medidas ya son aceptadas como buenas prácticas a nivel nacional e internacional y aplicadas en más de en doce ciudades de cinco países de América Latina, incluido México (Argentina, Brasil, Chile y Colombia). Cabe señalar que en este sentido el nuevo reglamento de construcciones y la Norma Técnica Complementaria para el Proyecto Arquitectónico en Materia de Estacionamientos prevén medidas para desincentivar el uso del automóvil e impulsar una movilidad sustentable. Una de estas medidas comprende que las edificaciones que rebasen los máximos de cajones deberán aportar al Fondo de Movilidad, un fideicomiso previsto en la Ley de Movilidad de la Ciudad de México, a través del cual se buscará financiar proyectos de transporte público sustentable.
Resulta alentador saber que el nuevo Consejo Asesor de Movilidad y Seguridad Vial de Benito Juárez está integrado por el alcalde Santiago Taboada y los titulares de las cinco Direcciones Generales de la Alcaldía; así como el secretario de Movilidad de la Ciudad de México, Andrés Lajous Loaeza, el coordinador general de Enlace Interinstitucional, Territorial y Ciudadano, asi como el director de Coordinación Territorial y el subdirector de Infraestructura Peatonal y Ciclista de la SEMOVI, lo cual contribuye a que haya una coordinación interinstitucional eficaz entre autoridades competentes del gobierno de la Cdmx responsables de hacer efectivo el derecho a la movilidad de los ciudadanos que conviven y se desarrollan en la alcaldía de Benito Juárez.
Aunado a lo anterior, también resulta prometedor el que en este consejo participen como invitados permanentes representantes de organizaciones civiles que se han destacado por promover se adopten criterios de seguridad, equidad y sustentabilidad en la movilidad de la ciudad como son: el Centro de Estudios de Movilidad Peatonal A.C.; el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés), la Comisión de Movilidad de la Coparmex; la Universidad Panamericana, Campus México; la Asociación Reacciona por la Vida; Bicicletas Antiguas México y miembros de la Comisión de Trabajo de Ordenamiento Territorial, Desarrollo Urbano e infraestructura del Consejo Ciudadano de la Alcaldía Benito Juárez.
Sin duda, conociendo el trabajo de estas organizaciones, es posible afirmar que en este nuevo consejo habrá las condiciones para analizar seriamente los retos y desafíos que se deberán enfrentar para garantizar que los ciudadanos gocen efectivamente de derecho humano a la movilidad y que los trabajos que se desarrollen en la demarcación sean un ejemplo de la como la nueva agenda urbana debe ir incorporando armónicamente la movilidad como un componente fundamental para que los ciudadanos gocen de una Ciudad Sustentable, tal y como lo establece la nueva Constitución de la CDMX.
Ojala autoridades y ciudadanos estemos a la altura de uno de los mayores desafíos en las ciudades, transitar hacia modelos de planeación y gestión basados en objetivos, dejando atrás esquemas que hoy resultan obsoletos como son el planear la infraestructura vial con base en presupuestos disponibles o la implementación de acciones aisladas que a los ojos de los ciudadanos saltan a la vista como medidas ineficaces que no contribuyen a dejar atrás el uso del automóvil y transitar hacia formas de movilidad seguras, equitativas y sustentables.
Y que las autoridades responsables de la movilidad en la ciudad a través del desarrollo e implementación efectiva de nuevas políticas y acciones, logren convencer a los ciudadanos de utilizar formas de transporte limpio, seguro y eficiente, ya que de ello depende en gran parte que la ciudad pueda crecer de manera vertical haciendo un uso eficiente del espacio público disponible.
De no lograr que los ciudadanos utilicen nuevas formas de movilidad estaremos una vez más posponiendo la adopción de medidas que la ciudad requiere para transitar hacia la sustentabilidad con equidad, todo ello en perjuicio de generaciones venideras. Habrá entonces que promover medidas efectivas para concientizar a la ciudadanía que hoy por hoy la ciudad no solo requiere de renovar la infraestructura urbana, hidráulica, de movilidad y de disposición de residuos sólidos, sino que, a la par, se requiere de ciudadanos dispuestos adoptar mejores prácticas de manera corresponsable con la autoridad.
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