Libre en el Sur

DAR LA VUELTA / Los originales desde 1936

Las multitudes pedían los campechanos, que tenían cecina finamente cortada, longaniza picada de muy buena calidad y chicharrón seco desmoronado para culminar con una picosa salsa de chicharrón que bañaba el taco.

POR DR. BOLAVSKY

Con ese nombre tan enigmático para una taquería, se oculta una tradición gastronómica, una leyenda del sabor engrandecida por los aficionados taurinos, y sobre todo la alquimia de una receta que se mantiene en secreto.

Son los tacos campechanos que se vendían en una pequeña esquina frente a la plaza de toros México que después fueron conocidos como Villamelón. Con ese nombre surgió una cadena de taquerías muy exitosa.

Las multitudes pedían los campechanos que tenían cecina finamente cortada, longaniza picada de muy buena calidad y chicharrón seco desmoronado para culminar con una picosa salsa de chicharrón que bañaba el taco. Un manjar acompañado de una cerveza muy fría con limón y sal en la boquilla de la lata.

Lo que era un negocio familiar boyante sufrió una escisión muy importante, doña Mary y doña Guille abrieron su propia taquería siendo poseedoras de la receta de la salsa de chicharrón que les enseñara a preparar su propia madre.

La clientela tradicional las ha seguido por distintos locales, actualmente se encuentran en la calle de Bélgica 406 en el corazón de la colonia Portales en cuyo local estaba una farmacia; ahí podrá degustar los originales tacos campechanos, así como los costeños que llevan además rajas de chile cuaresmeño y rebanadas de cebolla cruda. Acompañarlos de frijoles charros o hasta pedir un bicho, taco inventado por un cliente y que también se ha convertido en una receta celosamente guardada.

No lo dude vaya a probar los originales y reciba la atención personal de doña Mary y sus sobrinas y si se enchila mucho, beba con moderación.

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