Ciudad de México, septiembre 6, 2025 17:05
Alcaldía Benito Juárez Medio ambiente

Había en el predio del árbol Laureano ¡otros cuatro árboles!

Documento oficial confirma que existieron cuatro ejemplares más al interior de Miguel Laurent 48, tres de ellos en buen estado, antes de ser eliminados sin informar a los vecinos.

El mismo dictamen consigna a Laureano y a Colorina, especie amenazada según la NOM-059, cuyas ramas y raíces penetran en el terreno y siguen en riesgo frente al proyecto inmobiliario.

STAFF/LIBRE EN EL SUR

Un documento, que forma parte del expediente de la Secretaría del Medio Ambiente de Ciudad de México (Sedema) y cuya copia obra en poder de Libre en el Sur, titulado “Programa de P oda y Mantenimiento de Arbolado Proyecto Miguel Laurent 48”, revela con precisión un hecho hasta ahora oculto: en el interior del predio existieron cuatro árboles más, además de Laureano y Colorina, que se encuentran en la acera adyacente.

Tres de esos ejemplares fueron diagnosticados en buen estado, con expectativa de vida de hasta 40 años, pero hoy ya no están.

El dictamen, fechado el 28 de octubre de 2024, describe en detalle a los seis ejemplares asociados al predio: una palma washingtonia, un manzano, dos palmas canarias, el laurel monumental de la India y un colorín. Los primeros cuatro son los que estaban dentro del terreno y desaparecieron en silencio.

Laureano y Colorina aparecen en el expediente porque sus ramas y raíces penetran en el predio, lo que significa que también siguen en riesgo frente a cualquier intervención del proyecto inmobiliario de 10 departamentos de lujo.

Copia de uno de los docuemntos que forma parte del expediente de Sedema y donde se revela la “presencia” de los árboles que ya desaparecieron. . Foto: Especial

El inventario oculto en el expediente

De los seis árboles, cuatro estaban dentro del predio: una palma washingtonia, un manzano y dos palmas canarias. Tres de ellos podían haberse conservado con manejo adecuado, pero fueron eliminados sin que se hiciera del conocimiento público.

1. Palma washingtonia (Washingtonia robusta). Con 4.2 metros de altura, tronco de 21 centímetros de diámetro y copa de apenas 0.5 metros, el dictamen fue contundente: “Muerto en pie”. Expectativa de vida: 0 años. Se recomendó su derribo inmediato.

2. Laureano (Ficus retusa, laurel de la India). El monumental árbol que dio nombre al movimiento vecinal fue registrado con 25 metros de altura, tronco de 1.36 metros de diámetro y copa de 13.5

metros —aunque otros diagnósticos oficiales señalan una extensión mayor, superior a los 17 metros—. Condición: declinante incipiente. Expectativa de vida: 21–40 años. Observaciones: raíces superficiales expuestas, ramas secas, copa parcialmente desfoliada.

3. Manzano (Malus domestica). De apenas 2.3 metros de altura, tronco de 6 centímetros de diámetro y copa de 1.1 metros, se clasificó como susceptible de mejora. Expectativa de vida: 21–40 años. Observaciones: ramillas secas y cancro en el tallo.

4. Colorina (Erythrina coralloides, colorín). Un árbol de 20 metros de altura, tronco de 73 centímetros de diámetro y copa de 8.7 metros. Clasificado como declinante incipiente, con expectativa de vida de 21–40 años. Observaciones: ramas debilitadas y raíces expuestas. Este ejemplar es especialmente relevante por estar catalogado como especie amenazada en la NOM-059-SEMARNAT-2010. Los vecinos lo bautizaron como Colorina.

5. Palma canaria (Phoenix canariensis). De 6 metros de altura, tronco de 27 centímetros de diámetro y copa de 3.7 metros. Clasificada en declinación incipiente. Expectativa de vida: 21–40 años. Observaciones: objetos extraños amarrados en el tronco, exposición a instalaciones eléctricas.

6. Palma canaria (Phoenix canariensis). También de 6 metros de altura, con tronco de 31 centímetros de diámetro y copa de 3.2 metros. Clasificada en declinación incipiente. Expectativa de vida: 21–40 años. Observaciones: “cable amarrado al tronco; otra palma junto al ejemplar”.

En tanto, Laureano y Colorina figuran en el documento porque sus ramas y raíces penetran en el terreno, lo que significa que siguen bajo amenaza frente a las obras del desarrollo inmobiliario. Laureano, de valor monumental, cuenta ya con declaratoria de protección publicada en la Gaceta Oficial, lo que le otorga blindaje jurídico. Sin embargo, su seguridad no es absoluta: cualquier movimiento en el predio puede afectar sus raíces y ramas. Colorina, por su parte, está catalogada como especie amenazada pero carece de declaratoria específica, lo que la deja en mayor vulnerabilidad.

A ello se suma, con documentos oficiales hoy, el hallazgo de cuatro árboles interiores que fueron eliminados en silencio. Tres de ellos estaban en buen estado y pudieron haberse conservado con manejo adecuado, pero su desaparición no fue informada a los vecinos.

Este dato se agrega a la serie de revelaciones que Libre en el Sur ha documentado en distintos momentos: la declaratoria de protección de Laureano; los bloqueos vecinales en Insurgentes Sur para exigir transparencia; el pliego petitorio entregado al Gobierno capitalino; la pretendida mutilación de Laureano bajo el pretexto de podas; y el aprovechamiento político por parte de representantes del partido Movimiento Ciudadano, que han boicoteado la idea del parque en lugar de un edificio.

Para el movimiento #SalvemosALaureano, no se trata solamente de salvar a un árbol monumental. La defensa se ha convertido en un símbolo de resistencia urbana frente a la especulación inmobiliaria y la omisión institucional. A la historia de Laureano se sumó la de Colorina, y juntos son la bandera de una exigencia clara: un parque comunitario en Miguel Laurent 48, no un edificio de lujo más.

Porque en esta historia lo que está en juego no es solo el destino de dos árboles, sino la posibilidad de frenar el avance de un urbanismo de la especulación que devora, paso a paso, la naturaleza urbana y la identidad barrial.

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