El Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera dio su aval para que al Polyform Cultural Siqueiros se anexe una torre de 48 pisos, pero sin conocer el impacto urbano que esa construcción tendría en toda la zona de las colonias Nápoles y Del Valle.

Tres días después de que el propio Mancera anunció de un contrato de fideicomiso irrevocable para la restauración, mantenimiento, protección, operación, conservación, apoyo y promoción del Polyforum, a partir de la realización de la mega torre de 48 pisos, la Secretaría de Desarrollo Urbano (Seduvi) dio a conocer que la familia Suárez –propietaria del inmueble— no ha entregado un estudio actualizado de impacto urbano, a lo que está obligada por ley.

Tanto así que, según información publicada en el periódico El Universal, la dependencia instó a los dueños a entregar ese requerimiento a más tardar en un mes, además de solicitarles que modifiquen el proyecto para que sea reducido a la mitad el número previsto de cajones de estacionamiento.

En el nuevo plan, los propietarios deberán precisar mediciones sobre flujo vehicular y peatonal, así como considerar la inclusión de más espacios para bicicletas, baños y vestidores para ciclistas.

El estudio de impacto urbano con el que cuenta la dependencia data del año 2012 y por lo pronto no está adecuado a un ordenamiento aprobado en julio pasado, que fija un tope máximo de lugares de estacionamiento para construcciones nuevas.

El Universal recuerda que en 2014 la Secretaría indicó que la torre demandaba 2,448 lugares de estacionamiento, pero se advirtió entonces de problemas viales si no se actualizaba el estudio de impacto urbano.

Sin contar con esos datos, esenciales para determinar la viabilidad del proyecto, Mancera –acompañado de los titulares de la UNAM y el INBA, así como de Alfredo Suárez, presidente del Polyforum— dijo al anunciar la magna obra, un “diamante” que será integrado a la obra de Siqueiros:

“Yo le encuentro varios puntos a favor, porque de lo que nos han presentado los arquitectos tendrá un espacio para contemplar lo que no vemos, salvo que hagamos un sobre vuelo o que veamos estas fotos o que utilicemos un drone, que es la parte del techo, de la techumbre del monumento”.

La colonia Nápoles padece ya desde hace varios años problemas graves de tráfico, dados por la expansión de viviendas pero también de grandes edificios que albergan oficinas, hoteles y plazas comerciales, todo ello además del enorme World Trade Center.

A espaldas del Polyforum y del WTC, en la calle Dakota, la vida comunitaria es impactada por los conciertos masivos que habitualmente se presentan el Pepsi Center.

Apenas en junio pasado, Libre en el Sur consignó en su edición impresa que varias veces por semana, residentes de dicha colonia tienen que lidiar con el caos provocado “por una ineficiente planeación operativa” del WTC, de acuerdo con el testimonio de la vecina Giselle Leyva.

Ella explicó que los trailers utilizados por los “clientes” del WTC, que no pueden acceder a un estacionamiento adecuado en la calle Filadelfia (la vialidad donde se encuentra el Polyforum), terminan saturando la de Dakota, sobre todo entre Oklahoma y Nebraska frente al número 204.

“Nosotros tuvimos una reunión con el subdirector de Operaciones del WTC, hace más de un año, quién nos prometió soluciones, sin que se haya hecho algo, sino al contrario:  estamos mucho peor que entonces y él nunca nos responde la llamada”, acusó.

Este es, en efecto, uno de los centros neurálgicos de Ciudad de México –lo que parece que Mancera pasó por alto cuando se adelantó a anunciar la construcción de la Torre Polyforum sin exigir antes el estudio de impacto urbano–, por el que cruzan a diario cientos de miles de personas, ya sea para trabajar, estudiar o reunirse en la zona o para trasladarse a otros sitios de la megaurbe.

Según la información proporcionada por la Secretaría de Cultura de la CDMX, la obra anexa al Polyforum será una torre de 48 niveles que ocupará apenas el 15 por ciento de la poligonal y cuya arquitectura potencia al Polyforum y mejora su visibilidad al incluir gradas, terrazas públicas y jardines, desde donde se podrán apreciar también los murales del techo.

El proyecto contempla la creación de una plaza pública, desde donde se podrá admirar el “diamante siqueiriano” en todos los ángulos. La torre  albergará oficinas y un hotel.

Foto:Cuartoscuro.