Ciudad de México, noviembre 23, 2024 23:09
Vida

El Callejón del Beso de Guanajuato, en tiempos de la pandemia

STAFF/LIBRE EN EL SUR
Dos jóvenes enamorados escenificaron una escena de amor llena de significado, y además ejemplar, al darse un beso de balcón a balcón en el famoso Callejón del Beso, un incono de la ciudad de Guanajuato… sin despojarse de sus respectivos cubrebocas.

Otra versión del amor en los tiempos de la pandemia.

La leyenda del Callejón del Beso, ubicado en el centro de la capital guanajuatense, data de la época en la que el Bajío mexicano todavía era dominado por los españoles, que solían ser gente adinerada y poderosa.

En uno de los muchos callejones de la ciudad colonial vivía una familia acaudalada proveniente del viejo continente. La hija del matrimonio llamada Ana era una joven muy hermosa, a quien le gustaba asomarse al balcón por las noches para poder observar la luna y las estrellas.

Muy cerca de ahí, en la casa vecina, estaba una pequeña habitación que ocupaba Carlos, un joven humilde y sencillo que trabajaba en la mina La Valenciana, y quien estaba enamorado de Ana, él también disfrutaba de la noche aunada a la belleza de la joven española, ya que su aposento se ubicaba justo enfrente del balcón de su amada, esa gran coincidencia les permitió conocerse y enamorarse.

Cuenta la conseja popular que era callejón es tan estriche, podían tocarse uno al otro con tan sólo estirar un poco sus brazos. Eso les dio a los enamorados la idea de poder darse un beso sin que el padre de la chica los descubriera, pues Don Emiliano era un hombre de armas que jamás permitiría que su hija siquiera conversara con alguien que no fuera de su misma clase social.

Los cuidados de Ana para no ser descubierta, sin embargo, no funcionaron, ya que su papá la descubrió, amenazando de muerte al chico, aunque ella no creyó del todo la amenaza de su padre.

Al día siguiente, al percatarse de que su hija de nueva cuenta se estaba besando con el minero, don Emiliano entró a la habitación empuñando una daga afilada, matando al instante a su propia hija. mientras Carlos, asustado y sin poder hacer nada, salió corriendo de la casa de enfrente para no volver jamás.

Según la misma leyenda, si tú visitas el Callejón del Beso, al que puede accederse por la plazuela de Los Ángeles, tienes que darle un beso a tu pareja subiendo hasta el tercer escalón de la parte más angosta del callejón para así tener 15 años de prosperidad y amor…. Y que si no lo haces, corres el riesgo de padecer siete años de mala suerte. ¿Será?

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