Convierten niñas un basurero en parque con ayuda de la UNAM
Las niñas en su parque. Foto: UNAM
Es la concreción de un proyecto desarrollado en el Programa Adopte Un Talento (PAUTA), del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM.
Las niñas Michelle y Padme tienen un lema que siguen a cabalidad: “Buenos pensamientos, buenas palabras y buenas acciones para construir un mundo mejor”.
ILSE VALENCIA, ERIC NOXPANCO Y AMANUEL MEDINA / UNAM
Sandra Michelle y Padme Nicole Gómez Tenorio son dos hermanas de nueve y cinco años que transformaron un tiradero de basura de la colonia Colina del Sur (en la alcaldía Álvaro Obregón) en un parque.
Gracias a estas pequeñas, hoy el sitio, en vez de atraer moscas y delincuencia, reúne a vecinos y genera nuevas formas de convivencia.
Michpa, como las niñas llaman a esta área de juegos y recreo, es la concreción de un proyecto desarrollado en el Programa Adopte Un Talento (PAUTA), del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM.
Recuperar espacios para la niñez
Michelle y Padme tienen un lema que siguen a cabalidad: “Buenos pensamientos, buenas palabras y buenas acciones para construir un mundo mejor”. Ambas fueron diagnosticadas con sobredotación intelectual. Por su curiosidad y pasión por la ciencia se integraron a PAUTA. Michelle ingresó a los cinco años y su hermana a los cuatro.
En septiembre de 2021, las dos decidieron recuperar un lote abandonado y convertirlo en un parque, pues el más cercano a su casa está cerrado y es inseguro (se localiza junto a un barranco). “Mi hermana y yo encontramos un terreno perfecto para eso, pero era un basurero donde se cometían delitos”, explica Michelle, quien cursa el tercero de primaria.
Tras analizar el espacio las niñas comenzaron a pensar en cómo generar un área verde con juegos y luminarias. Para ello consideraron tanto las dimensiones del tiradero de basura cercano a su casa como los intereses vecinales. Con eso como punto de partida, bocetaron un plano.
“A ellas les gustan las matemáticas y las usaron para determinar de qué tamaño era el terreno y si podría convertirse en algo más. También se preocuparon por establecer cuáles eran las necesidades de su comunidad”, detalla la coordinadora de PAUTA, Gabriela de la Torre.
Padme, quien cursa tercero de preescolar, expone que un parque “es un espacio amplio con flora, fauna, bancas y bebederos. Los hay acuáticos, temáticos, industriales, urbanos, para bebés, de diversiones y de bolsillo”. Michelle complementa diciendo que estos últimos son “perímetros pequeños que el gobierno rescata y transforma o modifica para hacerlos más amigables”; esa modalidad fue la que más les llamó la atención.
“Los parques son muy importantes pues mejoran el ambiente y la vida de los citadinos. Relajan la mente, son islas de salud y los pulmones de las grandes ciudades”, señala Michelle. Su hipótesis fue que, crear uno de bolsillo en la colonia Colina del Sur, “recuperaría áreas verdes, brindaría un lugar de esparcimiento y mejoraría la vida de sus habitantes”.
El proyecto fue presentado en la Séptima Feria Estatal de Ciencias PAUTA, en la Ciudad de México, en julio de 2022. Es ahí donde comenzó la aventura de Michelle y Padme.
Al principio lo propusieron a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, “nos dijeron que el terreno daba para un parque en plenitud, porque aunque antes se veía chiquito por tanta basura, ahora luce grande”, recuerda Michelle. El 29 de noviembre de 2022, lo llevaron a la Cámara de Diputados y posteriormente lo presentaron en la alcaldía Álvaro Obregón. En diciembre de ese año comenzaron los trabajos y, por fin, el 21 de marzo de 2023, se inauguró.
Las niñas quieren que el sitio se llame Michpa “porque es la mezcla del nombre de mi hermana con el mío”, explica Padme.
PAUTA, la ciencia y las infancias
El Programa Adopte Un Talento nace en 2007, en el ICN, como una iniciativa del entonces director, Alejandro Frank, para abrir espacios donde niñas, niños y adolescentes tengan contacto con la ciencia.
“La finalidad es evitar la fuga interna de cerebros, pues aunque hay infantes a quienes les gustan las matemáticas, las ingenierías, la física, la química o la biología, muchos no las ven como una opción de vida”, expresa Gabriela de la Torre.
Para evitar eso, PAUTA trabaja con niñas y niños desde los cuatro años y les da seguimiento hasta los 18, si ellos así lo desean. La coordinadora añade que son las mismas infancias las que dan vida a la iniciativa, pues son ellas quienes proponen nuevos talleres y proyectos.
“Además de desarrollar las habilidades científicas, trabajamos el pensamiento crítico, es decir, en la manera de comprender el mundo y de decidir de manera más informada y consciente”.
Son 47 mil niños y niñas de entidades como Chiapas, Nuevo León, Puebla, Tlaxcala, Querétaro, Morelos, Michoacán, Jalisco, Estado de México y CDMX, y de países como Guatemala, Belice, Colombia y Perú, quienes dan testimonio de la efectividad de este esfuerzo.
“La mayoría de nuestra población son los primeros de sus familias en estudiar una carrera. El 80 por ciento de quienes se han quedado con nosotros por más de una década entran a la universidad y se inscriben en alguna disciplina científica o ingeniería”, subraya la coordinadora.
Soñando con ser científicas
A sus nueve años, Michelle —o Michi, como le dicen sus cercanos— tiene un largo currículum vitae. Además de ser parte de PAUTA, desde 2019 es acompañada por el grupo Altas Capacidades Mx, que apoya a familias con hijos sobresalientes; ha sido entrevistada en el programa televisivo Mujer ejecutiva y participado como invitada en la emisión radial Preguntamos porque somos niños.
También ha colaborado con el Museo de Geología de la UNAM en temas relacionados con insectos y en 2022 publicó su primer libro, Hablemos de Michelandia y otros cuentos, cuyos fondos destina a ayudar a los niños con cáncer de la Casa de la Amistad.
Por su parte, Padme, a sus cinco años, además de estar en el mismo programa universitario que su hermana acaba de ser aceptada en Preguntamos porque somos niños.
A decir de ambas, el Programa Adopte Un Talento “es un espacio donde se combinan ciencia y magia”, pues les dio las herramientas para hacer realidad un parque que sólo vivía en sus mentes. El proyecto de las hermanas Gómez se suma a los más de tres mil 500 impulsados por PAUTA desde hace siete años.
“Para acompañar a Michelle y Padme en este esfuerzo, primero las impulsamos a conocerse a sí mismas. Después las orientamos para que detectaran qué hay en donde viven y qué les gustaría transformar”, menciona Gabriela de la Torre.
Este año, las hermanas planean medir el impacto de su parque pues como dice Padme, vino a cambiar muchas cosas. “Antes no conocíamos a los vecinos; hoy tenemos más amigos. Una niña y yo nos encontramos en los columpios y ahora nos caemos bien”.
Por su parte, Michelle comenta que antes pensaba que no había más personas de su misma edad en la colonia porque nunca las veía jugar en las calles, ahora se siente feliz por lo logrado. “Esto beneficia a las familias porque disfrutan de este espacio y conviven más”.
Tras la experiencia, las hermanas Gómez saben que quieren ser científicas e invitan a otros niños y niñas a proponer y concretar proyectos como el suyo. “Cuando vean un lugar donde tiran basura rescátenlo”, señala Padme. “Sigan sus sueños y con un poquito de esfuerzo todo se puede hacer realidad”, enfatiza Michelle.
Para finalizar, la coordinadora de PAUTA recomienda a las infancias, y a quienes transitan a la juventud, que exploren lo que les gusta sin temor de preguntar, pues ésa es la mejor manera de aprender “y son las infancias quienes cambiarán el mundo”.
Ideas destacadas
Sandra Michelle y Padme Nicole Gómez Tenorio, dos hermanas sobredotadas, convierten un tiradero de basura en un parque en la colonia Colina del Sur.
El proyecto fue desarrollado en el Programa Adopta un Talento (PAUTA) del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM.
Las hermanas utilizaron sus habilidades matemáticas y preocupación por la comunidad para crear un área verde en su vecindario.
El parque se convirtió en un espacio que fomenta la convivencia entre vecinos y mejora la calidad de vida de los habitantes.
El proyecto fue presentado en la Séptima Feria Estatal de Ciencias PAUTA y recibió el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda y la alcaldía Álvaro Obregón.
PAUTA trabaja con niñas, niños y adolescentes desde los cuatro hasta los 18 años, desarrollando habilidades científicas y pensamiento crítico.
Más de 3.500 proyectos han sido impulsados por PAUTA en los últimos siete años, beneficiando a miles de infancias.
Las hermanas Gómez planean medir el impacto de su parque y animan a otros niños y niñas a emprender proyectos similares en sus comunidades.
La coordinadora de PAUTA recomienda a las infancias explorar sus intereses y hacer preguntas, ya que son ellos quienes cambiarán el mundo.