Ciudad de México, agosto 25, 2025 16:03
Reporte especial

Desvía Bienestar de la 4T 2 mil millones de pesos a empresas ‘fantasma’

El nuevo organismo Alimentación para el Bienestar ha repetido los patrones de corrupción que hundieron a Segalmex

Simulación de competencia, empresas fantasma con direcciones inexistentes y prestanombres usados sin su consentimiento…

Cinco empresas con vínculos entre sí -algunas creadas hace apenas dos años- fueron utilizadas en procedimientos de contratación para obtener asignaciones públicas millonarias.

POR VALERIA DURÁN Y VANESSA CISNEROS / MCCI

Vanessa bajó las escaleras del segundo piso apoyándose con un bastón. Su pierna derecha no le respondía desde hace un par de semanas. A paso lento se dirigió al portón de la casa que está dividida en un par de pequeños departamentos, ubicados en una de las calles de la colonia Moderna, en la alcaldía Benito Juárez.

-Sí, soy Vanessa Flores, ¿qué desean? -preguntó a las reporteras.

-Queremos hacerle un par de preguntas respecto a la empresa Konkistolo, que usted constituyó, y con la que ha recibido contratos gubernamentales por más de 256 millones de pesos.

Vanesa sonrió extrañada. 

-Ay señorita, como que esas cantidades son muy estratosféricas para donde yo vivo, ¿no cree? -le dijo a la reportera que abrió la conversación.

Vanessa Flores, una mujer de 49 años que reside en un diminuto departamento en la alcaldía Benito Juárez, sufrió el robo de su identidad para formalizar contratos millonarios.

La sonrisa se le fijó en el rostro con incredulidad hasta que vio el documento de una de las asambleas de la empresa Konkistolo SA de CV donde aparecía no sólo como accionista principal, sino también como administradora única y representante legal. Su nombre completo estaba ahí. Primero pensó que se trataba de un homónimo, hasta que vio la anotación de la fecha de nacimiento de la supuesta dueña de esa empresa: 20 de junio de 1976. 

-Sí, soy yo -dijo atónita. El rostro se le desencajó y en cuestión de segundos sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas de angustia. “¿Alguien habrá ocupado mi nombre? No sé por qué aparezco… ¡Imagínate algo tan serio! ¿Tú crees que no me voy a acordar de haber constituido la empresa?”.

La mujer de 49 años estaba sentada en una pequeña silla acolchada de las que hacen juego con los escritorios, con llantitas en cada una de las patitas. Desde ahí seguía repasando momentos de su vida para entender cómo su nombre terminó en esas actas.

En esta zona de la colonia La Moderna es donde vive la supuesta accionista de Konkistolo

La corrupción se expandió

La historia de Vanessa es la evidencia de que la corrupción no desapareció en Segalmex y que -por el contrario- se expandió a Alimentación para el Bienestar, la nueva dependencia creada en el gobierno de Claudia Sheinbaum.

La identidad de esta mujer de 49 años de edad fue robada y utilizada para formalizar contratos por más de 256 millones de pesos entre Konkistolo SA de CV, una empresa con apariencia de fantasma, y Diconsa, la dependencia estatal encargada de llevar alimentos a comunidades rurales y marginadas, que en el sexenio de López Obrador perteneció a Segalmex y que en el gobierno de Sheinbaum pasó a Alimentación para el Bienestar.

Konkistolo es sólo una parte de una red de contratos irregulares mucho más amplia. Al menos otras cuatro empresas -todas ligadas entre sí- participaron en procedimientos de contratación en Diconsa y obtuvieron asignaciones por casi dos mil millones de pesos entre 2022 y 2025, de acuerdo con cientos de documentos revisados por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

Pedidos realizados por Diconsa a cuatro de las empresas de la red.

Bajo los nombres de FamilyDuck, Abastémade, Konkistolo, Grupo Pelmu y Todólogos.com, estas compañías tienen apariencia de fantasma, ya que además del uso de prestanombres usados sin su consentimiento, aportaron como direcciones fiscales departamentos, oficinas y bodegas donde nadie los identifica.

El pasado 14 de agosto -cuando MCCI ya tenía en curso la presente investigación- la plataforma Empower dio la primicia de esta red empresarial. Un reportaje de la periodista Elizabeth Rosales se enfocó en exponer el caso de Comercializadora Familyduck, “una empresa de reciente creación, que nadie identifica en su domicilio fiscal y que tiene vínculos con una red de contratistas previamente investigadas por la ASF”, la cual se convirtió en la segunda mayor proveedora de abarrotes para el Programa de Abasto Rural de Diconsa, con contratos superiores a los 800 millones de pesos entre 2024 y 2025.

Esta nueva investigación de MCCI aporta más evidencias de los vínculos de la red, la prueba del uso de prestanombres y de domicilios falsos, así como los montos detallados de los contratos otorgados por Diconsa.

El reparto de los contratos

Esta es la suma de las asignaciones de Diconsa a las empresas de la red:

EmpresaAñoMonto contratado 
Konkistolo202366.988.025,18
Konkistolo 2024189.998.684,71
FamilyDuck 2023436.119.235,82
FamilyDuck 2024398.471.181,61
FamilyDuck 202514.715.465,13
Pelmu2022121.460.220,00
Pelmu202377.802.848,00
Pelmu2024147.981.349,00
Pelmu2025169.016.044,00
Todologos202214.013.593,00
Todologos2023331.516.525,00
Todologos202415.921.172,00
TOTAL1.984.004.343,45

El reparto de contratos a esta red inició en 2022, con 135 millones de pesos para Todólogos.com; su punto más alto lo alcanzó en en 2023, con 912 millones de pesos adjudicados en conjunto: FamilyDuck obtuvo ese año 436.1 millones, Todólogos 331.5 millones, Pelmu 77.8 millones y Konkistolo 66.9 millones.

En 2024, ya bajo el nuevo organismo Alimentación del Bienestar, que sustituyó a Segalmex, el dinero siguió fluyendo con la misma lógica: FamilyDuck acaparó 398.5 millones de pesos, Konkistolo casi 190 millones, Pelmu 147.9 millones y Todólogos apenas 15.9 millones. En total ese año, 752.3 millones.

Aunque en 2025 los contratos descendieron a 183.7 millones de pesos, la suma global del periodo -1,984 millones de pesos- exhibe con crudeza la magnitud de los contratos irregulares.

El acumulado de las empresas de la red:

AñoMonto contratado 
2022135.473.813
2023912.426.634
2024752.372.387,32
2025183.731.509,13
TOTAL1.984.004.343,45

El robo de identidad

Vanessa Flores había trabajado la mayor parte de su vida en call centers y para cuando la empresa Konkistolo se constituyó, el 18 de enero de 2023, ella estaba trabajando en una de esas oficinas que se dedican a ofrecer diferentes tarjetas bancarias. Ahí trabajó hasta noviembre de 2024, mientras su alter ego -la persona que le había robado su identidad- se dedicó a firmar aproximadamente 89 contratos con Diconsa, el último de ellos con fecha del 17 de octubre de 2024.

-Yo no tengo ningún documento que avale que yo tengo alguna empresa, no tengo nada, no he firmado nada. De hecho yo era una empleada de un call center y desconozco de esta empresa.

-¿No ha recibido dinero de contratos públicos con el Gobierno? 

-No. Mira mis condiciones de vida, creo que es muy evidente que si yo tuviera ese dinero no estaría en estas condiciones. Primero no estaría en el lugar en donde vivo y segundo en mi condición física. Yo ya estaría en Estados Unidos haciéndome una cirugía para reconstruir la pierna.

La casa de Vanessa tiene la sala adaptada como recámara; en la cama individual colocada junto a la pared es donde ella duerme. Un pequeño sofá sirve de pared imaginaria entre la sala y su cuarto. A menos de un metro de distancia hay un pequeño comedor redondo forrado con un mantel blanco tejido. Al lado de ese comedor es donde la supuesta accionista de Konkistolo trata de entender cómo es que su nombre fue utilizado para gestionar más de 256 millones de pesos en contratos públicos, mientras ella -en contraste- sigue viviendo en esa casita que comparte con sus padres y con la presión de un préstamo bancario que aún no puede liquidar.

El 18 de enero de 2023 se constituyó la empresa Konkistolo SA de CV ante la notaría 3 de Jiutepec, Morelos. En el acta se colocó como socia a Vanessa Flores Cisneros, a quien le robaron la identidad.

Los documentos que supuestamente Vanessa Flores firmó como representante de Konkistolo ante Diconsa, especifican que el domicilio de la compañía está ubicado en la calle Durango número 2, interior 202, en la colonia Roma Norte, de la alcaldía Cuauhtémoc. 

Ese domicilio, según el directorio de la entrada, corresponde al despacho de asesoría legal y fiscal KPMA Integral Logistic SC, donde nadie conoce a la empresa contratista de Diconsa. Al visitar el domicilio, en el despacho había decenas de personas que llegaron escalonadamente a firmar documentos en un escritorio donde había dos hombres con placas del Poder Judicial colgadas al pecho.

“Aquí es un Sindicato del Poder Judicial. Todos los que estamos aquí trabajamos en el Poder Judicial”, dijo uno de los hombres. “Es un despacho, pero es de abogados del Tribunal”, añadió otro que esperaba en la recepción. “Desde hace años este despacho ha sido del Poder Judicial”.

En los pedidos de compra de Diconsa revisados por MCCI se menciona que ese despacho supuestamente es el domicilio fiscal de Konkistolo, pero nadie identificó a la empresa.

En los pedidos y facturas de Diconsa se anotó que el domicilio de Konkistolo está en Durango 2, interior 202, en la colonia Roma Norte, pero MCCI constató que esa dirección corresponde a un despacho que da servicio a personal del Poder Judicial.

Las otras empresas de la red

Cuando Vanessa Flores escuchó los nombres de las otras empresas de la red que en conjunto han recibido más de mil 984 millones de pesos en contratos otorgados por adjudicación directa con Diconsa, uno de ellos llamó su atención: Todologos.com

-Todologos.com, esa sí la recuerdo, pero te estoy hablando de un 92, 93… Tengo entendido que esa empresa se dedicaba a vender productos de papelería y yo tenía un contacto ahí y yo le ayudaba a ventas, pero hace muchos años. 

Ernesto, de quien no recuerda los apellidos, fue el hombre que la contactó con el equipo de Todologos.com, a principios de 1990. De lo poco que ella recuerda es que la compañía no estaba legalmente constituida, sabía que le llamaban así pero no que fuera una empresa formal, ya que todo lo que le pagaban era en efectivo.

-Yo sabía que se llamaba todólogos pero no estaba constituida realmente. Él me pagaba en efectivo. Cuando yo pedí seguridad social me dijeron que no daban. 

Tendría sentido que en ese momento la compañía no pudiera otorgarle seguro social, ya que según documentos del Registro Público de la Propiedad y el Comercio (RPPyC), la compañía Todologos.com SA de CV fue constituida hasta el 14 de febrero de 2022. Pero no había ningún Ernesto al momento que se dio de alta.

En documentos oficiales, Diconsa anotó que el domicilio de Todólogos.com está en Calzada de Tlalpan 2971, pero en esa dirección no hay ninguna proveedora de víveres, sino unas torres de departamentos de Be Grand.

Según su acta constitutiva, quienes dieron de alta la empresa fueron las hermanas Ivonne y Jacqueline Carbajal García. Los contratos rastreados para esta investigación arrojaron que Ivonne Carbajal firmó cada uno de los contratos de esta compañía que reportó su domicilio en un complejo habitacional de la marca inmobiliaria Be Grand, ubicado sobre la Calzada de Tlalpan, en donde hay más de cinco torres de departamentos. 

En los documentos firmados con Diconsa no se especifica el interior de la dirección y en la recepción nadie reconoce el nombre de esta mujer ni de la empresa.

Be Grand Coyoacán es un desarrollo inmobiliario en el que los departamentos rondan arriba de los 5 millones de pesos; cuenta con alberca, gimnasio, salón de fiestas, áreas verdes y otras amenidades para sus habitantes. Las torres son exclusivamente habitacionales. No tienen espacio para empresas y mucho menos para comercializadoras de grandes volúmenes de víveres, como los que contrató Diconsa a Todólogos.com

Otro fantasma

Comercializadora Familyduck registró en los pedidos de Diconsa que el 222 de la privada de Acalotenco, en la alcaldía Azcapotzalco, era su domicilio. 

Esta “privada” tiene una veintena de casas, pero en ninguna de ellas está ese número. Sin embargo, a unos pasos está la Avenida Acalotenco, que corresponde a una zona de bodegas industriales en donde se guardan lo mismo juguetes que artículos de limpieza a granel. 

En esa avenida, llena de tráileres descargando, saliendo y entrando y que se cimbra con el paso de los vehículos de carga, sí existe un número 222.

Se trata de un zaguán de color azul cielo que es atendido por personal de seguridad privada, que asegura que allí Familyduck no existe, la empresa que trabaja en el lugar se llama Sheng Long.

Comercializadora Familyduck proporcionó a Diconsa su domicilio en esta bodega de Azcapotzalco, pero nadie la identifica en ese lugar.

Tampoco conocen a Fabiola Belén Sánchez Aguilar, quien aparece en los papeles como la representante de la compañía.

-¿Con quién vienen? 

-Con Fabiola Belén Sánchez.

-No, aquí no trabaja ninguna Fabiola Belén.

-¿Pero sí es aquí Familyduck?

-No, simplemente es 222.

-¿Qué empresa es aquí?

-Sheng Long, dice el empleado de seguridad para luego cerrar la puerta y volver a sus labores.

Grupo Pelmu declaró a Diconsa que ocupaba esta bodega en Azcapotzalco, pero en el sitio hay una imprenta.

Grupo Pelmu -otra empresa de la red- registró como su domicilio el número 58 de la calle Golfo Siam, en la alcaldía Azcapotzalco. Ese lugar se trata de una casa con zaguán rojo, en donde los trabajadores del lugar aseguran que hay una imprenta, con el nombre de “Grafinovarte”, pero no reconocen a otra compañía con el nombre de Pelmu, y mucho menos una distribuidora de alimentos de Diconsa.

“No es Pelmu aquí. Es Grafinovarte”, dice un hombre que  salió de la imprenta para atender la puerta mientras al fondo se escucha ruido de maquinaria moviéndose. Enseguida se dirige a otro zaguán que está a unos cuantos metros, en el que una mujer de mediana edad asegura no conocer a la empresa Pelmu o de alguna de las compañías relacionadas a ella.

“No había escuchado de esas empresas”, dice mientras recuerda que en los 10 años que lleva ahí no escuchó el nombre de la compañía o de las personas que aparecen en ella. “No había escuchado de esas personas, pero creo que estaban aquí al lado y se fueron (…) Ya no hay nadie”.

https://youtube.com/watch?v=vc2jxnWGIio%3Fsi%3D9dPOjFXhRj0h5sLu

Simulación de competencia

La Auditoría Superior de la Federación (ASF), en la revisión que realizó a la cuenta pública de 2023, aportó indicios de la forma de operar de esta red de contratistas, y descubrió vínculos entre ellas.

La ASF encontró que en 16 procedimientos de contratación para programas especiales en Diconsa, presentaron cotización las empresas Abastémade, Grupo Pelmu, Todólogos.com, Konkistolo y Comercializadora Familyduck, las cinco vinculadas entre sí.

Extracto de auditoría a Diconsa en la que se menciona que las cinco empresas de la red compitieron entre sí en procedimientos de contratación.

De ese grupo de empresas, Pelmu y Todólogos.com obtuvieron contratos en 2023. 

Del análisis de la dispersión del dinero que depositó Diconsa a las cuentas bancarias de Grupo Pelmu, la ASF descubrió que fueron transferidos recursos públicos federales a tres personas físicas que son accionistas de distintas empresas que participaron en los procedimientos de contratación, lo cual además de ser una prueba de los vínculos entre contratistas, es una evidencia de que simularon competencia.

Otra prueba de los vínculos entre empresas es lo siguiente: en el rastreo de una cuenta bancaria en Banorte, la ASF descubrió que Grupo Pelmu recibió transferencias por más de 49 millones de pesos de Todólogos.com.  A su vez, de una cuenta en Inbursa a nombre de Todólogos.com se realizó el traspaso de 55 millones de pesos a favor de Grupo Telmu.

En el rastreo de los fondos públicos pagados por Diconsa, la Auditoría Superior de la Federación identificó triangulaciones millonarias entre Todólogos y Pelmu, otra evidencia de su vinculación.

Al revisarse las actas mercantiles de las empresas de la red, MCCI encontró más puntos de coincidencia: Vanessa Flores aparece como accionista de Konkistolo y de Abastémade, y su socio en esta segunda empresa es a la vez el apoderado de la primera. La comisaria de Familyduck (Viviana Zagal Ramírez) es también comisaria de Konkistolo.

El reportaje original de Empower, escrito por la periodista Elizabeth Rosales, descubrió más vínculos: por ejemplo, identificó a dos hermanas sin experiencia empresarial como las socias de Comercializadora Familyduck, y a la expareja de una de ellas, de nombre Enrique Magaña del Valle, como el titular de la marca Familyduck. Empower refirió que una de las accionistas estudió la carrera técnica de puericultura, aunque trabajaba vendiendo seguros de vida, y la otra fue empleada de una línea de autobuses en Morelos.

MCCI constató que el domicilio que Magaña del Valle proporcionó para registrar FamilyDuck fue calle Durango 2, interior 202 en la colonia Roma Norte, que es la misma dirección que ante Diconsa aportó Konkistolo SA de CV, lo cual es otra evidencia del vínculo entre empresas.

En el registro de la marca de Family Duck, Enrique Magaña del Valle dio como domicilio Durango 2, interior 202, que es la misma dirección que aportó Konkistolo ante Diconsa.
Enrique Magaña también inscribió a su nombre la marca Todólogos.com.

Enrique Magaña del Valle (el dueño de la marca Familyduck), también registró como propio ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial el nombre de Todólogos.com, que corresponde a otra de las proveedoras de Diconsa. Su hermano Yibrán Magaña del Valle aparece en actas mercantiles como administrador único de Grupo Pelmu, compañía que también fue beneficiada con millonarios contratos en Alimentación para el Bienestar.

Cuatro de las empresas de esta red son de reciente creación: una (Todólogos.com) fue constituida en febrero de 2022 y tres más (Familyduck, Abastémade y Konkistolo) fueron constituidas en enero de 2023. En el caso de Pelmu, aunque es una empresa creada en 2005, fue en marzo de 2022 cuando Yibrán Magaña asumió la administración, y a partir de ese momento empezó a obtener contratos en Diconsa.

Diconsa les compra de todo

Las empresas de esta red han recibido pedidos de Diconsa para supuestamente surtir todo tipo de artículos.

Konkistolo obtuvo contratos para la venta de enseres para cocina (cubiertos, cacerolas, abrelatas, mandiles, coladores, comales, vasos desechables, batidoras eléctricas, congeladores horizontales, cilindros de gas); artículos para papelería (bolígrafos, lápices, cuadernos, plumones, folders, balones de fútbol, mochilas); blancos (frazadas, almohadas, cobertores, sábanas), y otros productos como botiquines de primeros auxilios, mangueras para gasolina, repelente de insectos, encendedores y hasta bolsas de carbón.

En tanto, los pedidos de Grupo Pelmu incluyeron desde paquetes de perecederos y abarrotes, como mercancía de papelería, carnes y salchichonería, no comestibles, productos de farmacia, congeladores, esterilizadores, mesas, basculas, agua purificada. Lo mismo sucedió con Todólogos.com, a quienes también les compraron semillas como habas, frijoles, diferentes tipos de harinas, maíz palomeros, entre otros productos para preparar comida. 

Familyduck firmó pedidos para diversos productos comestibles, como manzanas, arroz, amaranto, aceite vegetal, azúcar, cajeta,  atún, café, manteca vegetal, pero también para artículos de higiene personal y para limpieza: cepillos de dientes, desodorantes, escobas y  fibras para lavar trastes, jaladores, cloro, escobas. Incluso facturaron con esta empresa compras de pedidos de dulces como paletas de manita, de sandía con chile, de tarro, galletas, pan dulce y hasta toallas sanitarias.

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