Ciudad de México, diciembre 1, 2025 09:44
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Cumple 90 años Woody Allen: genio, obsesiones y controversias de un cineasta inolvidable

Nueva York, humor y neurosis: los orígenes de un estilo

STAFF / LIBRE EN EL SUR

Nacido como Allan Stewart Konigsberg el 30 de noviembre de 1935 en Brooklyn —aunque muchas fuentes lo registran como 1 de diciembre— Allen creció en una familia judía de clase trabajadora: su infancia, marcada por tensiones familiares y modestia económica, lo formó en la conciencia de lo absurdo, lo cotidiano y lo íntimo.

Desde muy joven comenzó a vender chistes a columnistas de periódicos y guiones para radio y televisión. A finales de los años cincuenta, ya como Woody Allen, se inició en la comedia stand-up en clubes nocturnos de Nueva York.

Ese humor nervioso atravesado por fragilidad y ansiedades, con la identidad judía y neoyorquina como latido de fondo, se transformaría en su visión cinematográfica del mundo.

Un legado en celuloide: comedias, dramas y viajes al alma

Más de 50 películas en seis décadas: comedias entrañables, sátiras filosóficas, dramas morales.

En Annie Hall (1977) revolucionó la comedia romántica con neurosis, ironía y desencanto.

En Manhattan (1979), el amor se volvió blanco y negro sobre el cielo de Nueva York.

A finales de los años 80 irrumpió su veta más filosófica:

Crímenes y delitos menores (1989) puso a prueba la conciencia, la culpa y la posibilidad de redención.

Su universo temático es reconocible: El amor como felicidad improbable. La culpa como sombra permanente. La religión como duda. La existencia como neurosis.

Y luego llegó Midnight in Paris (2011), su carta de amor a la memoria cultural, al sueño de los nostálgicos: una reflexión luminosa sobre el autoengaño del pasado como refugio. París convertida no en postal turística, sino en viaje psicológico a nuestros deseos más íntimos y nuestras renuncias.

En Woody Allen, los personajes pasan del diván al desastre emocional con humor y dolor a la vez: todos buscan sentido, aunque sepan que no lo encontrarán del todo.

Entre la admiración y el rechazo: una vida personal marcada por controversias

Su obra ha brillado; su vida privada, en cambio, se ha convertido en un territorio de disputa pública.

La revelación de su relación con Soon-Yi Previn, hija adoptiva de Mia Farrow, detonó en 1992 un escándalo que reconfiguró para siempre su imagen.

Luego vendrían las acusaciones de abuso sexual contra su hija adoptiva Dylan Farrow. Allen siempre lo negó, pero la sospecha persiste en la percepción social.

Con el auge del #MeToo, grandes estudios tomaron distancia y proyectos se cancelaron. Su figura se volvió territorio de disputa ética: aplaudido con reservas, cancelado con dudas, citado con cautela.

Aun así, Allen no ha bajado la cámara: su filme de 2023 en París confirmó que el impulso creativo no conoce jubilación.

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