EL ÁLBUM / Año de la Mujer Indígena. Fotos del Archivo Casasola
Todas ellas, capturadas en imágenes y de identidad anónima, muestran la belleza de sus rostros, sus miradas y sus expresiones, pero sobre todo, su aplomo y valentía ante la adversidad.
ADRIÁN CASASOLA
Estamos cerrando este año repleto de conmemoraciones y además de recordar la lucha armada revolucionaria hace 115 años, la heroica gesta de la independencia sucedida hace 215 años, y yendo más atrás, los 700 años de la fundación de Tenochtitlán, este 2025 también fue dedicado a la mujer indígena.
Gracias a las imágenes de Agustín Víctor Casasola y Hugo Brehme, podemos no solo imaginar cómo y de qué forma vivía hace más de cien años este sector de nuestro país, sino que nos permite tener un abanico de posibilidades y maneras de mirar una sola imagen. Recordemos que muchas de ellas se casaban siendo apenas adolescentes, sin tener un sustento de estudios ni una preparación básica para el matrimonio.
Un punto importante a resaltar es que, como a la gran mayoría de la población, fueron sorprendidas por el movimiento armado en 1910, el cual siguió permeando en las vidas y destinos de todas estas mujeres, quienes tuvieron que abandonar sus pequeños pueblos, huir a lugares más seguros por la llegada de tropas enemigas y acompañar a sus maridos para unirse a la lucha que, al paso del tiempo, cambiaría su destino y el de millones de personas hasta la fecha.
Todas ellas, capturadas en imágenes y de identidad anónima, muestran la belleza de sus rostros, sus miradas y sus expresiones, pero sobre todo, su aplomo y valentía ante la adversidad. Son mujeres fuertes, incansables, capaces de dar la vida por sus hijos. La mujer mexicana con herencia indígena será siempre un conjunto de cualidades que las nuevas generaciones deben tomar como ejemplo, ya que supieron sobreponerse de muchos obstáculos para salir adelante y sobrevivir en un momento tan difícil como el que vivieron.
Muchas de ellas se convirtieron en viudas a muy temprana edad y tuvieron que utilizar todo lo que tuvieran a su alcance para que sus hijos e hijas sufrieran lo menos posible. Es así como desde este medio, hacemos un discreto pero sentido tributo a las mujeres indígenas mexicanas desde siempre porque son el mejor ejemplo que pueden tener las mujeres de hoy, armadas con otras herramientas y conocimientos para enfrentar día a día todo lo que venga.
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