La Secretaría del Medio Ambiente del gobierno capitalino (Sedema), encabezada por Tanya Müller, autorizó el derribo de 10 árboles vigorosos en un predio ubicado en la calle Bartolache 1826, colonia Del Valle,  donde se levanta un edificio que ya fue clausurado por el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA) por incumplir con la normatividad.

La depredación, ocurrida el pasado 5 de septiembre, fue ampliamente difundida en las redes sociales por la activista Leonora Esquivel,  del colectivo Vivan los Árboles, y Arturo Hernández, de Los Supercívicos, en el momento mismo de la tala de una jacaranda vigorosa de aproximadamente 20 años.

A pesar de que el predio contaba con un acceso que no implicaba la muerte del árbol, la Sedema dio luz verde a su derribo por supuestamente obstruir el diseño arquitectónico del nuevo edificio, que levanta la inmobiliaria Auri.

Al llamado de Arturo Hernández y Leonora Esquivel –quien presentó la denuncia ciudadana ante la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT), cuya investigación se encuentra en curso— acudieron el biólogo Samuel Palacios y la subprocuradora de Protección Ambiental, Leticia Mejía.

En el sitio, donde se observan los sellos de suspensión del INVEA en los tapiales de la obra, Palacios informó que la Sedema autorizó la tala de un total de 10 árboles, entre ellos de una jacaranda y de un colorín en el exterior del predio, a cambio del pago de 16,486 pesos.

El INVEA había suspendido la obra por no respetar el 20 por ciento de área libre que exige la norma. Con el revuelo provocado en las redes sociales, por lo pronto se logró impedir el derribo del colorín.