Diablos no dejó respirar a Charros: Son bicampeones de la Liga Mexicana de Beisbol

Foto: Cuartoscuro
Los escarlatas barrieron la Serie del Rey con autoridad absoluta
Es el equipo mexicano con más campeonatos ganados en toda la historia deportiva.
STAFF / LIBRE EN EL SUR
Los Diablos Rojos del México escribieron una nueva página dorada al conquistar el campeonato número 18 de su historia. Lo hicieron barriendo a los Charros de Jalisco en la Serie del Rey 2025.
El bicampeonato llegó en el año más simbólico: la temporada del centenario de la Liga Mexicana de Beisbol. Desde 1925 el circuito ha visto desaparecer y renacer franquicias, pero los Pingos volvieron a demostrar que su nombre es sinónimo de dinastía.
La final arrancó en el Estadio Alfredo Harp Helú con un triunfo 8-4 para los capitalinos. José Marmolejos y Allen Córdoba fueron clave con batazos oportunos. El pitcheo contuvo a los Charros, que apenas reaccionaron en el cierre.
En el Juego 2, también en la capital, los Diablos desplegaron su ataque más demoledor. Ganaron 12-1 con rallies en la quinta y séptima entrada. La serie se puso 2-0 y el viaje a Zapopan parecía puro trámite.
El tercer partido inició con ilusión para Jalisco. Mallex Smith conectó un triple productor y puso la pizarra 2-0. Brooks Hall supo recomponerse: lanzó cinco entradas con apenas dos carreras limpias.
La ofensiva respondió con un rally de cuatro en la cuarta entrada y los Diablos se impusieron 7-2. Con la serie 3-0, todo quedó listo para la coronación.
En el Juego 4, los visitantes no dieron respiro. Desde la primera entrada se adelantaron y al tercer inning ya dominaban 5-0. Un jonrón de Marmolejos sepultó cualquier intento de reacción. El marcador cerró 7-3.
Dominio en números y bicampeonato histórico
La Serie del Rey dejó clara la diferencia entre ambos equipos. Los Diablos anotaron 34 carreras contra apenas 10 de los Charros. Eso equivale a un promedio de 8.5 por juego frente a 2.5 de los rivales.
El cuerpo de lanzadores capitalino terminó con una efectividad aproximada de tres carreras limpias por cada nueve entradas. Brooks Hall dio el ejemplo en el Juego 3, mientras que el bullpen se mantuvo firme para no dejar escapar ventajas.
Del otro lado, el pitcheo jalisciense fue incapaz de contener la artillería. Solo en el segundo juego recibieron 12 anotaciones. La ofensiva de Jalisco tuvo destellos, pero nunca pudo sostener un ataque prolongado.
Allen Córdoba fue elegido como el jugador más valioso de la serie. Su consistencia al bate lo convirtió en el motor de la ofensiva. Marmolejos también brilló con poder y oportunidad.
Más allá de nombres, lo que pesó fue la estructura de un roster amplio y acostumbrado a ganar. Esa mezcla de juventud, experiencia y confianza fue la fórmula del bicampeonato.
El logro tiene un peso especial. No solo refrendaron el título obtenido en 2024 frente a Sultanes de Monterrey. También lograron algo insólito: barrer en dos Series del Rey consecutivas.
El trofeo número 18 confirma a los Pingos como el equipo más ganador del beisbol mexicano. Ningún otro conjunto del circuito ha alcanzado esa cifra.
Y el dato va más allá: los Diablos son el equipo con más campeonatos de liga en cualquier deporte profesional de México.
En el futbol, el América suma 16 títulos de liga, aunque presume más de 40 trofeos nacionales e internacionales en total. Chivas cuenta con 12 ligas y Toluca con 11. Ninguno llega a las 18 coronas de los escarlatas.
En el basquetbol, la Fuerza Regia de Monterrey es dominante en la Liga Nacional, pero apenas suma 5 títulos. Tampoco en otros deportes colectivos existe una cifra que compita con la de los Pingos.
Esa comparación dimensiona el logro. Mientras en el futbol los ciclos exitosos suelen fragmentarse, los Diablos han sabido renovarse generación tras generación.
Desde el viejo Parque Delta hasta el moderno Alfredo Harp Helú, la franquicia se ha mantenido en la cima. Por eso es considerada el emblema más grande del beisbol mexicano y un referente en toda América Latina.
En el año del centenario de la Liga Mexicana de Beisbol, los Diablos levantaron otro campeonato. La imagen de los Pingos celebrando sintetiza la continuidad de una tradición que cumple cien años.
Los capitalinos no dejaron respirar a los Charros en la Serie del Rey. Se proclamaron bicampeones con la misma autoridad de siempre. Y recordaron al país que en el beisbol, como en ningún otro deporte, el rojo sigue siendo el color del triunfo.