En predio de gobierno pondrán un Fresko… a costa de decenas de árboles

La protesta. Foto: captura de pantalla
Corren peligro un centenar de árboles en un terreno de colonia Acacias (BJ), que supera los 5 mil metros cuadrados
STAFF / LIBRE EN EL SUR
En lo que hasta hace poco fue un terreno que albergaba oficinas del Gobierno de Ciudad de México, ubicado sobre Eje 8 Sur José María Rico 221, en la colonia Acacias, se planea construir un nuevo supermercado Fresko Patricio Sanz, a costa de un centenar de árboles que vecinos y activistas señalan como amenazados por la obra.
Se trata de un terreno de 5,564.84 metros cuadrados, con un frente aproximado de 76 metros sobre José María Rico y un fondo promedio de 72.5 metros, aunque sus dimensiones varían a lo largo del polígono. Tiene uso de suelo Habitacional Mixto con Comercio (H/6/30/Z), lo que permite hasta seis niveles de construcción y obliga a mantener al menos el 30 % de área libre. No obstante, el proyecto Fresko contempla solo tres niveles, con vestíbulo y locales en planta baja, piso de ventas en el primer nivel y bodega en el segundo.
Durante años, el terreno fue utilizado para oficinas gubernamentales. Fuentes vecinales y notas periodísticas han precisado que formaba parte de las instalaciones de la Secretaría de Administración y Finanzas de la CDMX.
“En Benito Juárez estamos cansados de tanto cemento, tanta gentrificación, tanta pérdida de áreas verdes en nombre de un supuesto progreso que no necesitamos. Ya tenemos suficientes supermercados en zonas aledañas”, expresó la activista Leonora Esquivel.
Los habitantes cuestionan además cómo un terreno que pertenecía al gobierno ha podido obtener un cambio de uso de suelo para un giro comercial de gran escala, cuando la zona era “una calle muy tranquila”.
Aunque la cifra de “más de cien árboles” ha sido repetida por vecinos y activistas, hasta ahora no existe un conteo oficial ni documento público que precise cuántos árboles serían talados, trasplantados o compensados en caso de ejecutarse el proyecto.
La alarma vecinal se ha traducido en acciones directas. Vecinos y colectivos ambientalistas realizaron una “clausura ciudadana” en el predio, colgando lonas y pancartas. Las imágenes difundidas en redes muestran mensajes que denuncian la posible devastación ambiental y exigen detener el proyecto hasta contar con estudios de impacto ambiental.
Hasta el momento, ni la Secretaría del Medio Ambiente ni alguna otra entidad del gobierno capitalino han emitido una postura pública sobre el estado legal de la desincorporación, los permisos de obra o el futuro de los árboles. Tampoco se han difundido estudios de impacto ambiental ni documentos que aclaren si existe algún plan de mitigación o reforestación.
La preocupación vecinal no se limita solo a la pérdida de árboles. Habitantes de la zona temen que un nuevo supermercado agrave la saturación vehicular y la presión sobre servicios urbanos, en un perímetro donde ya existen varios establecimientos de gran formato. El predio de José María Rico es uno de los pocos espacios amplios que conservan vegetación en la colonia Acacias, lo que ha convertido su destino en un símbolo de defensa ambiental.
Por ahora, el terreno permanece baldío en gran parte, con árboles aún en pie, protegido por rejas metálicas y a la espera de lo que determinen autoridades y desarrolladores. Mientras tanto, vecinos y colectivos insisten en que el caso no solo trata de un desarrollo comercial, sino de la disputa por el derecho a una ciudad con espacios verdes y equilibrio ambiental.
En medio de la crisis climática y de agua que vive la capital, el futuro del predio de José María Rico 221 se ha convertido en un nuevo ejemplo de la tensión constante entre el desarrollo urbano y la conservación ambiental, en una ciudad donde cada metro cuadrado de suelo parece debatirse entre el interés público y el negocio privado.