Este héroe de cómic es un ejemplo de persona influyente, poderosa que, como ha denunciado la saxofonista y activista María Elena Ríos, usa al colectivo Poder Prieto –una “secta” dice ella–, para protegerse de presuntos abusos sexuales.
POR FRANCISCO ORTIZ PARDO
Hay gente que vive del cuento. Y la corrección política es un compendio de cuentos que hablan de cómo debería ser el mundo pero no proponen nada en concreto, o sea que son frases huecas, de moda, para el uso protagónico de “los diferentes”, esos seres especiales e inmaculados que mientras comen en restaurantes de lujo y hasta se codean con famosos tiran las netas frente a la mujer indígena que carga a su niño sentada sobre la banqueta tratándose de guarecerse del sol o la lluvia.
Son cuentos que se narran en la confrontación, por cierto, así como le gusta a nuestro presidente Andrés, que vive en un Palacio Virreinal hablando de los pobres. La corrección política no resuelve nada porque es moda impuesta por ególatras. Por ejemplo: La invisibilidad sobre la violencia a la mujer no pasa por el castigo a los verdaderos responsables sino por el maltrato a los hombres justos –anónimos los más–, esos que en la vida diaria respetan y defienden los derechos de las mujeres con el simple ejercicio de respetar la dignidad humana. Paradójicamente, no pocas veces a ellos se los cobran caro (pagan justos por pegadores, dice la historia). En eso, por supuesto, no ganan las mujeres.
Hay otros, como el actor Tenoch Huerta, que no solo presume ser muy correcto con las mujeres y defiende la reivindicación de “los prietos” en un país racista, sino que se inventa a los blancos como seres malignos. Él mismo es un ejemplo de una persona influyente, poderosa que, como ha denunciado la saxofonista y activista María Elena Ríos, usa al colectivo Poder Prieto –una “secta” dice ella–, para protegerse de presuntos abusos sexuales. Así, como una peli de héroes y villanos. Intocable. Los cuenteros necesitan la confrontación para vender su superioridad moral, ya lo decía. Así, el actor, que para mí es bastante mediano aunque se haya podido meter en el carrete de Pantera Negra, critica a las élites del cine mientras ambiciona ser estrella de Hollywood. Asume que quienes estudian en escuelas privadas, y particularmente en el Colegio Madrid, son una élite falsamente izquierdista. Y así lo difunde.
En su ignorancia –u oportunista demagogia mercantilista— ni siquiera sabe que lo que distingue a ese colegio fundado por los republicanos españoles es la formación en los valores de la diversidad, sea ideológica, racial, socioeconómica y de género, a través del pensamiento libre y crítico. Tenoch El Grande ha llegado al punto de inventarse el monto de las colegiaturas, como en su momento consignó Libre en el Sur con las pruebas que lo refutan. Dice que esas élites dominan la industria del entretenimiento. Tampoco lo sostiene. Pero le encanta ser de Hollywood, eso sí.
“Mintió Tenoch Huerta: El Colegio Madrid no tiene colegiaturas de 20 mil pesos”, fue el titular de Libre en el Sur el 30 de enero del 2022. Esta es una parte de lo que publicamos:
Para sustentar que al Colegio Madrid acuden únicamente alumnos de “clase alta”, que forman parte de una “élite” en México, el actor Tenoch Huerta afirmó en una entrevista que sus colegiaturas ascienden a 20 mil pesos, lo que es falso.“Por muy de izquierda que sea, veintitantos mil pesos al mes solo la élite puede aspirar a estudiar en esa escuela”, aseveró el histrión, activista del movimiento Poder Prieto, en una entrevista con John Ackerman, transmitida por TV UNAM el domingo 23.
Pero resulta que la colegiatura más alta en ese colegio, fundado por refugiados de la República Española hace 80 años, es de 11,525 pesos para bachillerato, sin contar que hay estudiantes becados. La inscripción para ese nivel tiene un costo de entre 18,700 pesos y 21,250 pesos, dependiendo de la fecha en que se pague, y se tiene la opción de finiquitarla de manera diferida.
En un comunicado dirigido a madres y padres de familia el 6 de febrero del 2021, la directora general, Ana María Jiménez Aparicio, recordó que el Madrid es una asociación civil y como tal no tiene fines de lucro, y dio a conocer allí mismo las colegiaturas para el ciclo escolar 2022-2023.
Hace unos días, este héroe de cómic fue acusado por la saxofonista María Elena Ríos de violencia sexual. La también activista reveló que mientras sostenían relaciones sexuales él se retiró el condón sin que ella se diera cuenta, una práctica conocida como “stealthing”, que en México está en vías de ser legislada. También contó que se han acercado a ellas otras mujeres a la que, después de enamorarlas, Tenoch se les desaparecía sin dar explicaciones, sin responsabilizarse emocionalmente, lo que también es considerado una violencia afectiva. En esa práctica deleznable conocida como ghosting y que también sufren los hombres, Tenoch habría cumplido a cabalidad con uno de los signos característicos de dicha violencia: Victimizarse cuando se le pedía una explicación.
Tenoch Huerta dice que eso no es verdad, que con la saxofonista todo fue de común acuerdo, a la vez que tras el escándalo tuvo que suspender su actuación en una nueva película mexicana.
“No me queda más remedio que retirarme de participar en la película Fiesta en la madriguera. Mi enfoque ahora es simple: continuar el proceso de restauración de mi reputación”, sostuvo a través de un comunicado.
Aquí se ha recordado que Tenoch ya mintió. Pero son nuestros lectores los que tienen la última palabra.
comentarios