Libre en el Sur

La Ayahuasca


La Ayahuasca es una palabra quechua, que significa “liana o soga de los espíritus”. Se trata de un preparado hecho con plantas que crecen en el Amazonas, una de ellas es una liana, y la otra es la chacruna: un arbusto de hojas verdes y alargadas.

POR REBECA CASTRO VILLALOBOS
Creo que si algún día escuché hablar de esta bebida y el ritual que conlleva fue con una amiga y su entonces roomie. Sin embargo, en ese entonces no presté mucha atención. Hoy lo retomó precisamente aconsejada por una de ellas, de las muchas amistades que conoce mis problemas de depresión y me asegura que una de las propiedades de este brebaje es precisamente combatir ese estado de ánimo, entre otras enfermedades.

En estos meses, me refiere que ha tenido la oportunidad de someterse a una que otra sesión con la Ayahuasca, y me asegura que le han sido de gran provecho y beneficio, más en este tiempo de confinamiento. Salvo el precio que se tiene que pagar por ingresar a una de estas ceremonias –mil quinientos pesos aproximadamente–, pero que tuvo la suerte de que la guía le hiciera un descuento, mi amiga no intento convencerme sino que propuso que yo misma buscara información para después darle mi opinión.

Así me entero: La Ayahuasca es una palabra quechua, que significa “liana o soga de los espíritus”. Se trata de un preparado hecho con plantas que crecen en el Amazonas, una de ellas es una liana, y la otra es la chacruna: un arbusto de hojas verdes y alargadas. La mezcla se cocina durante varias horas hasta llegar a la bebida final. Y aunque hay opiniones encontradas, unos aseguran que el consumirla no provoca alucinaciones, sino te lleva de viaje al inconciente. Por su composición química, el brebaje es considerada sustancia enteógena y no alucinógena, lo que significa que el estado de conciencia alterado que “;nos conecta con nuestra parte espiritual”.

Incluso, un estudio del año pasado, apunta que uno de los componentes de esta bebida puede estimular la generación de neuronas, un factor crucial para tratar enfermedadesneurológicas degenerativas como el Parkinson y Alzheimer. La Ayahuasca suele tomarse en ceremonias por la noche, lideradas por un guía, curandero o chaman. Él (o ella) bebe el líquido marrón viscoso, y después reparte raciones entre los participantes.

Al continuar la búsqueda, me encuentro un interesante reportaje de hace dos años; en un diario de esta entidad, Guanajuato, en el que se señala que las sesiones con esta bebida están de moda, en México y concretamente en la vecina ciudad de León, en donde se organizan retiros para su consumo. Dichas reuniones se efectúan al interior de haciendas o quintas alejadas del entorno urbano y con zona verde.

Añaden que los que han probado la Ayahuasca aseguran que mejora su perspectiva en muchos sentidos. Las sensaciones, imágenes y revelaciones que se atestiguan en la sesión aligeran cualquier carga emocional o pesar rezagado, sumado a una felicidad y claridad en la mente.

Además de agudizar los sentidos, el efecto “postayahuasca”; dura aproximadamente 10 días,en donde la sensación de ligereza perdura hasta que la rutina vuelve y normaliza el sentir ante el estrés del día a día. Y aunque, para algunos es considerada una droga, al igual que la marihuana o la cocaína, sin embargo, hay personas que la califican como planta sanadora. Es más, la posesionan incluso como un metodo de control de emociones donde desintoxicas tu interior de aquelloque repercute en tu salud.

Sobre su uso, desde la perspectiva indígena, esta planta actúa sobre la conciencia para reequilibrar a la persona. En un aspecto de la psicología, las barreras que puedan existir en el inconsciente son derribadas por completo. En este tipo de experiencias no hay filtros, lo que la vuelve una experiencia de catarsis.

El sabor es muy amargo y ácido, no se toma en grandes cantidades, el efecto dura entre cinco y seis horas. Lo ideal es acudir a la sesión con el estómago liviano y la mente calma. Y los que la han tomado insisten en qu debe ser ingerida durante la noche y en un área natural

Claro que tiene sus riesgos, advirtiendo que no se recomienda ser ingerida por personas con síntomas o riesgos cardiacos, descompensadas, diabéticas o consumidoras de medicamentos psiquiátricos. Además la práctica de esta costumbre desencadenaría efectos secundarios como: hipertensión, descoordinación muscular, palpitaciones o, esquizofrenia. De acuerdo a la publicación, pese a lo anterior, numerosas personas acuden a las sesiones,incluso defienden la práctica, como algo terapéutico. .

Pese a que se agregan en el texto testimonios de asistentes a los rituales asegurando que con esta bebida, te quitas ciertos párasitos mentales, creo que mi miedo a lo desconocido es mucho mayor que la curiosidad o la posible sanación. Sirva pues este escrito para conocer e ilustrarnos, por lo menos para mi.

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