Ciudad de México, abril 19, 2024 01:19
Revista Digital Octubre 2020

¡Recórcholis! / La conquista del mundo

Afortunadamente los habitantes de Coronavirus eran indecisos así que al cabo de algún tiempo no les agradaba su nuevo hogar porque estaba muy chiquito, muy sucio.

MARÍA O’FARRIL SERNA / 12 AÑOS

Había una vez un reino muy pequeñito llamado Coronavirus en China. Sus habitantes eran unos virus con forma de corona. El rey de ese reino quería dominar el mundo, pero para eso tenían que combatir a los humanos y su sistema de defensa. Todos los habitantes de Coronavirus comenzaron a entrenar. Todos los días hacían ejercicio. Cuando estuvieron listos fueron a la batalla. Al principio no se preocuparon los humanos. Pero poco a poco el reino de coronavirus fue invadiendo cuerpos, países y continentes hasta que llegaron a conquistar el mundo.

Los humanos estaban perdiendo. Así que decidieron defenderse con escudos como cubre bocas o visores.  Pero eso no fue suficiente así que tuvieron que quedarse en sus casas y mantener su sana distancia porque el coronavirus podía volar hasta 10 metros. Cada habitante de Coronavirus elegía un cuerpo para que fuera su nueva casa. Los habitantes mas importantes tenían una casa mas importante como el presidente o una celebridad.  Pero al quedarse allí los habitantes de Coronavirus, el cuerpo de la persona se enfermaba. Le daba tos, fiebre, dolor de panza, dolor de cabeza y otros síntomas.

Afortunadamente los habitantes de Coronavirus eran indecisos así que al cabo de algún tiempo no les agradaba su nuevo hogar porque estaba muy chiquito, muy sucio, etc… Los humanos ya estaban desesperados de estar en cuarentena, los niños querían ver a sus amigos, y los adultos tenían que trabajar.  Así que las empresas farmacéuticas, los rusos, los científicos y los doctores se pusieron a trabajar. Después de cierto tiempo lo lograron. Todos los humanos se curaron y ahora el Coronavirus ya no les afectaba tanto.

El rey de coronavirus se decepcionó porque no logro conquistar el mundo. Pero los habitantes de Coronavirus no se quedaron sin casas. Encontraron nuevas y algunos de ellos decidieron quedarse en los humanos pero no fueron muchos y el mundo se volvió a la normalidad.

Fin.

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