Ciudad de México, agosto 22, 2025 13:18
Alcaldía Benito Juárez Inseguridad

Más en Plaza Mítikah: Ahora Erika Buenfil denuncia robo en estacionamiento

Le roban computadoras a Nicolás, hijo de la actriz, y a su sobrino Alejandro dentro del complejo comercial.

STAFF / LIBRE EN EL SUR

Plaza Mítikah, uno de los desarrollos comerciales y residenciales más lujosos del sur de la Ciudad de México, vuelve a estar en el centro de la polémica. Esta vez la protagonista de la denuncia es la actriz Erika Buenfil, quien relató públicamente el robo que sufrieron su hijo Nicolás y su sobrino Alejandro dentro del estacionamiento del centro comercial.

La noche del 20 de agosto, tras cenar en un restaurante japonés, descubrieron que las computadoras portátiles que habían dejado en su camioneta habían desaparecido. Lo inquietante fue la pulcritud del delito: el vehículo estaba intacto, sin vidrios rotos ni puertas forzadas. “La camioneta estaba intacta, no hay un cristalazo, no hay una puerta forzada… Creo que lo saben hacer muy bien. Mitikah, qué decepción”, expresó indignada en un video difundido en redes.

Nicolás intentó rastrear uno de los equipos robados y constató que aún se encontraba dentro de la plaza, pero el personal de seguridad fue más un obstáculo que una ayuda: se negaron a mostrar cámaras, exigieron levantar primero una denuncia y, finalmente, no ofrecieron apoyo real para recuperar los objetos. “Estoy asqueado por toda esta situación. Qué mal la seguridad de México… Tengan cuidado si van a Mitikah”, escribió el joven en sus redes.

Antecedentes: lujo con grietas

La denuncia de Erika Buenfil no se da en el vacío. Apenas el pasado 12 de agosto, un elevador del mismo complejo falló durante la alfombra roja de una premiere y dejó a dos personas lesionadas, lo que obligó a suspender temporalmente las operaciones. Libre en el Sur consignó entonces, en la nota titulada Mitikah: lujo con elevadores que caen, los testimonios de los afectados y la pifia de un sistema de seguridad que no pudo evitar el accidente.

Más atrás, el medio ha documentado también las denuncias vecinales por la tala masiva de árboles en el pueblo originario de Xoco para abrir paso al complejo, así como los amparos interpuestos por vecinos que advertían sobre el impacto urbano del proyecto.

No es todo. En semanas recientes circuló profusamente en redes sociales un video donde se observa a un sujeto abrir con calma y subirse a un vehículo Tesla en el mismo estacionamiento, sin que nadie lo interrumpiera. El caso se viralizó como ejemplo de la vulnerabilidad del complejo que presume seguridad de primer mundo.

Así, Mítikah acumula episodios que revelan una constante: entre el lujo de sus tiendas, la opulencia de sus torres y la modernidad de sus elevadores de cristal, se multiplican los tropiezos en materia de seguridad. Desde tala de árboles y protestas vecinales, hasta fallas técnicas y robos de alto sigilo, el complejo se ha convertido en un emblema de la paradoja capitalina: una vitrina de lujo que oculta grietas de confianza ciudadana.

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