Ciudad de México, julio 22, 2025 06:15
Alcaldía Benito Juárez Medio ambiente

Las mentiras de Movimiento Ciudadano sobre Laureano… y su defensa de un edificio de lujo

Acusa #SalvemosALaureano que naranjas buscan más cemento y menos áreas verdes en BJ

Laura Ballesteros y allegados afirman, sin documentarlo, que las raíces del laurel no alcanzan un predio que está ¡a tres metros!

La ciencia de Estados Unidos y México –y hasta Sedema- los desmiente: Es imposible que las raíces hayan crecido hacia las vialidades de Fresas y Miguel Laurent.

STAFF / LIBRE EN EL SUR

Entre las raíces de Laureano, el centenario laurel de la India a cuyo salvamento se han sumado miles de personas de Ciudad de México, y un predio donde se construye un edificio, no hay más de tres metros.

Pero, aunque la ciencia asegura que las raíces de un árbol de esta especie pueden tener una longitud tres veces mayor que su copa –lo que en el caso de Laureano podría alcanzar los 45 metros— seguidores de la diputada Laura Ballesteros, de Movimiento Ciudadano, aseguran sin documentarlo que dichas raíces no llegan al predio. 

Acompañada en una videograbación de la misma Laura Ballesteros y parte de su equipo, Patricia Solano cuestionó la causa del movimiento #SalvemosALaureano que consiste que en el predio se construya un parque para todos. Para criticar dicha propuesta, usó falazmente su rechazo a la palabra “expropiación”, como si fuese la única forma en que un gobierno puede adquirir un lote privado, y no también a través de una compra (que así lo hizo el entonces Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard en el Parque Hundido, para impedir la construcción de un edificio, exigencia de un histórico movimiento vecinal), la permuta o incluso una donación del propietario.

Justo cuando explota el rechazo a la gentrificación en las alcaldías centrales de la capital, y se habla tanto de la depredación a manos de desarrolladores inmobiliarios, la diputada federal ha sostenido un rechazo a un parque en lugar del edificio. “Lo que quiere Laura Ballesteros es que en Tlacoquemécatl haya más cemento y menos áreas verdes”, sintetiza Diana Sansores, una de las voceras de #SalvemosALaureano.

Los participantes en el movimiento alegan que mientras no se suspenda la pretendida obra, donde Libre en el Sur documentó en días recientes el colado de pisos de cemento cercanos al árbol, lo que imposibilita la filtración de agua, ni el laurel de la India ni el adyacente colorín (a quien se ha dado el nombre de “Colorina”) estarán a salvo.

Pero además los vecinos buscan que la construcción en el predio de un parque vibracional, que integre a los árboles con especies frutales, plantas polinizadoras y un huerto, sea un memorial de los “árboles caídos a manos del desarrollo depredador” y en homenaje a los defensores de los árboles.

En la grabación presentada como “conferencia de medios” –que Laura Ballesteros compartió en redes sociales–, Patricia Solano insistió en que Laureano está protegido “por una declaratoria” del gobierno capitalino, que en los hechos no es real porque no ha sido publicada en la Gaceta Oficial.

“Les tenemos buenas noticias”, dijo Solano varias veces en su mensaje.

Habló de contar con “cinco dictámenes” de expertos, pero no mostró ninguno ni hizo referencia a quienes supuestamente los hicieron, para afirmar que las raíces de Laureano no llegan al predio localizado a solo tres metros al oriente del árbol. En su costado norte, el árbol colinda con una banqueta estrecha; y al sur y al poniente con las calles de Miguel Laurent y Fresas, arterias viales.

La ciencia efectivamente desmiente a Laura Ballesteros y sus allegados: Las raíces de los árboles no suelen expandirse hacia el arroyo vehicular, es decir, la zona de rodamiento de las calles, por una razón sencilla pero poderosa: allí no encuentran lo que necesitan para vivir. Las raíces, como estructuras vivas, requieren oxígeno, humedad y un suelo suelto para poder crecer y desarrollarse; condiciones que no se encuentran bajo el asfalto o el concreto de una vialidad urbana.

El suelo del arroyo vehicular está típicamente compactado y cubierto por materiales impermeables como concreto o asfalto. Esa capa no solo impide la infiltración del agua de lluvia, sino que también actúa como barrera térmica, elevando la temperatura superficial a niveles extremos. En días calurosos, el concreto puede alcanzar hasta 60 grados Celsius, una temperatura letal para el tejido radicular superficial, como lo advierte la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) en su reporte sobre islas de calor urbanas (“Urban Heat Island Basics”, 2020).

El Manual de Arbolado Urbano para la Ciudad de México, publicado por la Secretaría del Medio Ambiente de la CDMX, es categórico al respecto: “Las raíces de los árboles necesitan aire, espacio y humedad para crecer. En los suelos altamente compactados —como los que se encuentran bajo banquetas o vialidades— el crecimiento radicular se ve severamente limitado” (SEDEMA, 2011, p. 39). A esto se suma la observación de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, que en su revista Bitácora Arquitectura explica que “el sistema radicular se desarrolla hacia zonas más frescas y húmedas. La superficie de rodamiento presenta condiciones de sequedad extrema, impermeabilidad y calor excesivo, lo que inhibe la exploración radicular” (número 32, 2016).

En términos funcionales, las raíces no tienen voluntad propia ni “invaden” estructuras; más bien, se expanden allí donde las condiciones son propicias. Así lo explica el manual internacional Urban Tree Root Management, editado por Larry Costello, Edward Gilman y colaboradores bajo el auspicio de la International Society of Arboriculture: “Tree roots grow where water and oxygen are available. They do not actively seek to ‘invade’ sidewalks or roads, but if there are cracks or favorable conditions near these structures, they may grow there accidentally” (2003, p. 5).

Por lo general, más del 90 % del sistema radicular de un árbol urbano se desarrolla en los primeros 60 centímetros de profundidad del suelo, extendiéndose horizontalmente en busca de oxígeno y humedad. Esta expansión ocurre típicamente hacia camellones, banquetas sin losa o zonas verdes, donde hay menos compactación y mejor acceso a nutrientes. La Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) lo resume así en su Manual de poda del arbolado urbano: “El sistema radicular se extiende lateralmente hasta dos o tres veces el diámetro de la copa, y se concentra donde las condiciones del suelo son menos compactadas” (2010, p. 12).

En términos generales, las raíces se adaptan al entorno. Si hay obstáculos como un arroyo vehicular compactado y seco, simplemente lo evitan, desarrollándose en otra dirección. Como sintetiza el libro Urban Forests and Trees, editado por Cecil Konijnendijk y colegas: “Root spread is asymmetrical and often determined by barriers, moisture gradients and soil compaction. Roots do not cross compacted subgrade under roads unless pre-existing voids or cracks are present” (Springer, 2005).

#SalvemosALaureano desmiente a Laura Ballesteros

Diana Sansores, vocera del movimiento vecinal #SalvemosALaureano acusó a la diputada Laura Ballesteros de “simular una defensa del árbol” mientras en los hechos la inmobiliaria continúa con las obras en el predio de Miguel Laurent 48. “Laureano no está a salvo”, sentenció Sansores, tras enumerar una serie de irregularidades que —afirmó— evidencian la narrativa falsa promovida por la legisladora de Movimiento Ciudadano.

La vocera recordó que el amparo presentado por el equipo de Ballesteros fue tramitado únicamente a nombre de una persona: Patricia Solano. “Las más de 900 firmas que entregamos los vecinos, incluso con clave de elector, no sabemos para qué se usaron. No aparecieron en el amparo y nunca se nos dio una explicación”, sostuvo. A ello se suma que, pese a la difusión de una supuesta declaratoria de Patrimonio Ambiental, esta no ha sido publicada en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México, lo cual —advirtió— deja sin sustento jurídico cualquier medida de protección al árbol.

Sansores enfatizó que la obra no está detenida y que la inmobiliaria mantiene una dirección activa y sigue realizando intervenciones en el predio, como han documentado los propios vecinos con fotografías y recorridos recientes. “Hablar de que Laureano está protegido es una mentira. No hay suspensión judicial, no hay declaratoria oficial y no hay voluntad política real”, acusó.

Otro de los puntos cuestionados por el movimiento vecinal es la afirmación de que existen dictámenes que probarían que las raíces del árbol no están dentro del predio. “No existen tales dictámenes. No los han mostrado porque simplemente no los tienen. Y en lugar de presentarlos, trajeron a una profesora de biología, no a una perito certificada por Sedema, para simular un respaldo científico que no tienen. Fue una puesta en escena más, una parodia”, criticó.

Finalmente, Diana Sansores negó que el grupo encabezado por Ballesteros represente al movimiento. “Ellos no son el movimiento. Nosotros somos vecinos organizados sin injerencia partidista. Lo que encabeza la diputada es una operación política de Movimiento Ciudadano, disfrazada de activismo. Le decimos con claridad: deje de colgarse de Laureano. Usted no lo defiende, lo estorba. Usted no representa esta causa, la está utilizando”, concluyó.

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