Niñas y adolescentes en confinamiento: más preocupadas, tristes y ansiosas que sus pares varones
Foto: Mario Jasso / Cuartoscuro
La Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), Nashieli Ramírez Hernández, llamó a remontar la brecha digital para garantizar el acceso de las niñas y las adolescentes a internet y a dispositivos de comunicación.
En la presentación del Reporte Especial sobre Niñas y Adolescentes Mujeres en el marco de la Consulta Infancias Encerradas, llamó a atender de manera diferenciada estas voces con respecto a sus pares varones, en el contexto de la emergencia sanitaria.
Ramírez Hernández dijo que el Reporte Especial se presentó en el marco del Día Internacional de la Niña, que se celebra, desde 2012, cada 11 de octubre, este año bajo el lema “Mi voz, nuestro futuro en igualdad”.
Subrayó que, entre las recomendaciones derivadas de la Consulta, está la de identificar la violencia al interior de los hogares, ya que de acuerdo con sus testimonios, niñas y adolescentes (NyA) expresaron mayor preocupación, tristeza, ansiedad y estrés.
Llamó la atención sobre datos de la Comisión Nacional de Búsqueda, respecto a las 77 mil personas desaparecidas, 25% de ellas mujeres, de las cuales más de la mitad son menores de 18 años, entre los 10 y los 17 años.
“La hipótesis es que muy probablemente están siendo víctimas de trata con fines de explotación sexual”, advirtió.
Al respecto, dijo que el acceso a las nuevas tecnologías es fundamental para el derecho a la educación, pero también incrementa el riesgo de las niñas y las adolescentes a ser víctimas de delitos a través de las relaciones que establecen en redes sociales.
La Consulta Infancias Encerradas registró la participación de 16 mil 513 niñas y adolescentes que respondieron un cuestionario, así como de 301 dibujos de primera infancia; 3% del total de participantes dijo tener alguna condición de discapacidad.
Entre lo que más llama la atención, apuntó, es que menos niñas viven con su papá, lo cual es un dato que marca diferencia en la convivencia con la figura paterna.
Agregó que, aunque el encierro les significa aburrimiento, hacen referencia a la tristeza en su entorno familiar; así como que se entretienen en tareas escolares, pero inmediatamente después, en mayores de 11 años, dedican más tiempo a tareas domésticas, lo cual se incrementa mucho más después de las de 15 años y más.
Aunque chatean y hablan más por teléfono, también les preocupa mucho más la enfermedad, la muerte de familiares, la pérdida de trabajo de los adultos que las rodean y que falte mucho tiempo para volver a la escuela, y con muchas referencias a cuestiones sociales, como la violencia de género, la paz mundial, la estabilidad económica y el fin del Coronavirus.
Al respecto, la Primer Oficial de Derechos Humanos de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) en México, Nira Cárdenas Oliva, destacó que lo que comenzó como una crisis de salud por el COVID-19, ha derivado en una crisis de derechos de las NyA.
Mencionó que Naciones Unidas ha recomendado a la Comunidad Internacional a responder con un enfoque de derechos humanos ante la emergencia sanitaria, y que la Consulta logró a través de la participación de las NyA, plantear retos de políticas públicas en materia de salud y educación, así como para el ejercicio de otros derechos, observando siempre al principio de interdependencia.
Explicó que es necesario generar información desagregada por edad y sexo respecto de la prevalencia de los distintos tipos de afectaciones a la infancia en este contexto, incluido el tema de la violencia; considerando en todo momento el principio del Interés Superior de la Niñez.
Cárdenas Oliva destacó que Infancias Encerradas muestra una fotografía de cómo niñas y adolescentes están viviendo la emergencia desde el lugar donde viven, reconociéndolas como sujetas activas de derechos a través de su participación.
Subrayó que gracias a los más de 16 mil cuestionarios de NyA y los 301 dibujos de primera infancia, es posible un acercamiento a su experiencia e identificar aquellos retos, que desde el marco de derechos humanos, deben ser atendidos por los diferentes actores del Estado.
La Titular de la Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México, Ingrid Gómez Saracíbar, reconoció las afectaciones diferenciadas de la emergencia sanitaria en el tiempo de las niñas y las adolescentes, “las vulnerabilidades se profundizaron”, en lo que respecta al cuidado de los otros y del trabajo doméstico.
Al compartir sus reflexiones sobre el Reporte Especial, explicó que la Nueva Normalidad en la Ciudad de México deberá construirse atendiendo la inclusión de las niñas y adolescentes en el ejercicio de todos sus derechos y que “será feminista, o no será”.
Explicó que el confinamiento social y la restricción de actividades para cortar las cadenas de contagio y propagación de Coronavirus, obligó en su momento a centrar las políticas públicas en el tema médico, que representó para las NyA un estrés constante por lo que estaba sucediendo y una nueva convivencia en el mismo espacio, pero con diferentes preocupaciones y tareas.
No sólo se modifican las dinámicas familiares, apuntó, sino también los estados de ánimo de mujeres y hombres, niñas, niños y adolescentes, con impactos diferenciados, que forman parte también de una profunda crisis económica ante el paro de centros laborales.
Gómez Saracíbar señaló que en esta contingencia las NyA viven en mayor desventaja, no sólo en términos de los espacios y uso del tiempo. En este contexto, explicó que en 2020 aumentó el número de llamadas telefónicas de emergencia, que involucraban a niñas que denunciaban eventos de violencia. Lo cual se ponen de manifiesto en la Consulta, al verse involucradas en conflictos como víctimas indirectas. Dicha situación, dijo, requirió de un trabajo interinstitucional para su atención.
En tanto, la Presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman Zylbermann, enfatizó que entre los estragos de la emergencia sanitaria está la salud física de las NyA, pero también en su salud mental, ya que al estar encerrados no socializan y sí están en riesgo de la violencia dentro del hogar.
Explicó que las desigualdades que existían en la “vieja normalidad” las viven ahora en primera persona de forma intensa y que ponen en riesgo los avances logrados para garantizar sus derechos. La emergencia sanitaria implica el reto de satisfacer las necesidades de atención integral que necesitan en materia de salud, educación, así como de cuidados y protección.
Especialmente las niñas y las adolescentes están dedicando más tiempo a tareas domésticas que a sus estudios, dijo, por lo que están en mayor riesgo de deserción. Al respecto, advirtió también que entre 2020 y 2021, se podrían registrar 21 mil 500 mil embarazos adolescentes, que se sumarían a los 300 mil que se registran cada año.
El confinamiento expone a NyA a un incremento de la violencia física y psicológica en el hogar, situación que las lleva a no contar con personas confiables para ellas que las apoyen a salir del problema. Indicó que de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), 6 de cada 10 niñas, niños y adolescentes en las Américas son criados con métodos violentos que incluyen castigo físico y psicológico.
Señaló que en México se han reportado de enero a junio de este año más de 104 mil presuntos delitos de violencia familiar, que significa un aumento de 1.6% respecto a 2019. En este mismo lapso se han registrado 1,219 homicidios de menores de edad; 6 mil lesiones a niñas, niños y adolescentes. Por este motivo llamó a atender estas desigualdades y que se tomen decisiones de política pública que pongan en el centro las voces de NyA.