EL ÁLBUM / Los niños en diciembre
Niños alrededor de un puesto de juguetes populares. Autor: Agustín V. Casasola, c. 1915
Los invitamos a visitar la nueva Galería Casasola, en San Ángel
ADRIÁN CASASOLA
Llega el mes de diciembre y como es costumbre desde hace muchísimos años, chicos y grandes en nuestra ciudad esperan con ansia la época navideña.
Antiguamente los niños aguardaban la llegada de los Reyes Magos durante la primera semana de enero. Con el paso de los años y nuestra gran cercanía con Estados Unidos, comenzó a adoptarse la tradición decembrina de recibir presentes a través de Santa Claus, quien cobró popularidad gracias a una conocida marca de refrescos que catapultó su imagen hasta nuestros días en el que se ha convertido en un personaje infaltable a nivel mundial.
A principios del siglo XX, como podremos observar en las imágenes que les presentamos a continuación, una infinidad de aspectos han cambiado y otros, para bien o para mal, siguen sucediendo con frecuencia.
Podemos apreciar, por ejemplo, a un grupo de niños arremolinados alrededor de un puesto donde se venden juguete creados por artesanos que han transformado a través de sus hábiles manos diferentes objetos: un cañón para “jugar a la guerra”, un zepelín de hojalata, un pequeño camión de madera, barcos de vela con la bandera mexicana ondeando. Vemos también a un niño de clase alta, ataviado al más puro estilo de un militar francés, montando orgullosamente un caballo de carrusel, sintiéndose del lado vencedor de la batalla.
Otros niños en cambio eran vestidos con trajes típicos para ir a misa y cantarle las mañanitas a la Virgen de Guadalupe en su día en la iglesia más cercana, o incluso caminar por las calles hacia el rumbo de Lindavista y visitar la antigua Basílica. Otros infantes, como es el caso de la fotografía número 4, trabajaban en el negocio familiar atendiendo a los clientes que compraban mecates, sombreros, canastas, escobas, cuerdas y todo tipo de artículos de jarciería. Seguramente recibiría un juguete a través de Melchor, Gaspar o Baltazar gracias a que se portó bien, ayudó en todas las tareas y respetó a sus mayores.
La fotografía número 5 es parte de un suceso que cambió el rumbo de la Ciudad de México y de nuestro país para siempre. El movimiento armado de 1910 generó la incorporación masiva y en la mayoría de los casos, forzada, de niños que debían ser reclutados si podían sostener y cargar un fusil. Aquí vemos a un niño con atuendo militar federal caminando con su tambor en una mano y un costal donde seguramente guarda todas sus pertenencias. Para él la prioridad es sobrevivir; los regalos y los festejos quedarían para después.
Los invitamos a visitar nuestra nueva Galería Casasola en Calle Benito Juárez 2D, San Ángel, a partir del 3 de diciembre. ¡Los esperamos!