Libre en el Sur

Nostalgias navideñas

Así fue que encontramos esa peculiar tienda y descubrimos que entrar a ella es toda una experiencia.  Ahí encuentras un sin fin de artículos, muñecos, árboles, todo relacionado con la época navideña. Yo diría que es el lugar especial para los amantes de la Navidad, porque en su interior se respira la magia y el encanto que hasta el año pasado, siempre ha tenido esa temporada.

POR REBECA CASTRO VILLALOBOS

En vísperas de la siempre anhelada Nochebuena, pero con toda la incertidumbre que esa festividad representa en estos tiempos, particularmente por las decisiones que cada quien vaya asumir con toda la responsabilidad personal y social, me distraigo un poco de la actual situación epidemiológica –no así de las arraigadas tradiciones navideñas– y me remonto a un bello lugar que conocí, y visité en dos ocasiones en Quebec.

Se trata de La Boutique de Noël, una tienda única en la que la Navidad permanece todo el año. La primera vez que la conocí fue en pleno Verano, un viaje que hicimos Paco y yo con mi sobrina Fátima por algunas ciudades de Canadá, como fueron Toronto, Montreal, Otawa y la propia Quebec.

Y aunque el viaje en tour no fue de nuestro total agrado por las desmañanadas para abordar el autobús que nos llevaría al siguiente destino y las paradas con reloj en mano que no permitían disfrutar como se merecía ciertos atractivos. No obstante, donde quedamos  agradecidos fue en Quebec,  donde se nos permitió tiempo libre para movernos a nuestras anchas durante algunas horas.

Así fue que encontramos esa peculiar tienda y descubrimos que entrar a ella es toda una experiencia.  Ahí encuentras un sin fin de artículos, muñecos, árboles, todo relacionado con la época navideña. Yo diría que es el lugar especial para los amantes de la Navidad, porque en su interior se respira la magia y el encanto que hasta el año pasado, siempre ha tenido esa temporada.

Es un lugar con todo lo que hemos visto en películas, en revistas de decoración o hemos soñado tener en nuestros hogares para estas fiestas decembrinas: luces, adornos para el árbol, para las puertas, mesas, sillas, globos, grandes y pequeños muñecos de Renos, de Santa Claus; en fin, todo un sueño del que como yo lo experimenté, nunca se quiere que termine.

Y aunque esa primera vez que la visitamos fue verano, y la siguiente en septiembre, el deseo  por adquirir los diferentes artículos de decoración se vuelve adictivo; claro más cuando tu poder adquisitivo lo puede costear… y tienes e espacio suficiente en tu maleta para guardar. Empero hay de precios accesibles, así como artículos de todos los tamaños pensables.

Sin embargo, el transportarnos a lugares con esa pizca de nostalgia navideña, se puede hacer al interior de la República Mexicana. En otros de nuestros acostumbrados viajes por el país, conocimos Tlalpujahua, pueblo mágico ubicado en el estado de Michoacán, muy cerca de su colindancia con el estado de México…

También llamado el pueblo de la Eterna Navidad, del primero de enero al 31 de diciembre  de cada año numerosos artesanos se dedican a la elaboración de esferas, totalmente a mano, desde el soplado del vidrio hasta la decoración de cada una de ellas.

Esta actividad es la más importante del municipio. Según investigué, anualmente cerca de 37 millones de esferas son fabricadas principalmente en talleres familiares, gran parte de las cuales se exportan a Estados Unidos, Centroamérica, Sudamérica y Europa. Aquí vale mencionar que para cierta ocasión, y uno de los árboles del Vaticano fue decorado con las vistosas esferas de este pueblo mágico.

A diferencia del bazar de Quebec, en Tlapujahua se dedica una temporada especial para promover la venta de estos ornamentos. En esta ocasión,  la denominada Feria Estatal de la Esfera se realizó del 17 de octubre hasta el 13 de diciembre pasado.

Vale mencionar otro sitio donde también se dedican a la elaboración de esferas, aunque en menor proporción. Se trata de Chignahuapan, en el estado de Puebla. En este lugar, también declarado Pueblo Mágico, se lleva a cabo asimismo  la Feria Nacional del Árbol y la Esfera, La cual se realizó del 30 de octubre al 8 de noviembre, pasado.

Cierto que en esta ocasión, estamos imposibilitados a viajar a adquirir esas maravillas de adornos y esferas navideñas; por mi parte, me di a la tarea de desempolvar el Nacimiento que en los últimos años permanecía guardado, al igual que otros artículos decorativos alusivos a la época, como una guía y árbol de patchwork, unos platos botaneros con la figura del hombre de nieve y hasta una linda vajilla que reemplazó mis viejos platos de plástico.

En fin, pese a las dificultades, los sentimientos encontrados que todos tenemos en esta temporada, busquemos en nuestro interior y vivamos la Navidad con alegría por la llegada del Niño Jesús.

Compartir

comentarios

Salir de la versión móvil