Libre en el Sur

POR LA LIBRE / Los comerciales de los setentas

Con los calcetines Donelli aprendimos que ‘Entre el zapato y el pantalón, está el detalle de distinción’  con los directorios telefónicos que ‘No se apure, la cosa es sencilla: Consulte la Sección Amarilla’. Y con las conservas Del Monte que ‘No compre del montón, compre Del Monte’…

POR FRANCISCO ORTIZ PINCHETTI

Al preparar hace unas semanas mi reportaje para la edición digital de marzo de Libre en el Sur sobre la desaparecida tienda DeTodo, que pronto cumpliría medio siglo de fundada, me encontré no sólo con el eslogan de ese popular establecimiento de autoservicio enclavado en la colonia Del Valle (“DeTodo tiene de todo”), sino también con los mensajes publicitarios que manejaba en sus promociones, como la Venta Monstruo.

Y de ahí salté a la búsqueda y recopilación de los anuncios más populares de esa época, difundidos sobre todo a través de la radio y la televisión.

¡Pura nostalgia!

Así, recordamos que en los años setenta del siglo pasado Blanco abarata la vida y que como uno dos tres, no hay dos, el eslogan de la cadena de tiendas 1-2-3, ya desaparecida. Y que mejor, mejora, Mejoral, la genial frase publicitaria del famoso analgésico. También  recordamos que Cocacola refresca mejor, que Vitacilina, ah que buena medicina y que Chocolates Turín, ricos de principio a fin.

O aquel comercial de la cervecería Modelo en el que se escuchaba el ambiente de una plaza de toros, en plena corrida, y una voz que urgía: “¡al toro, matador!”. Con la respuesta del torero: “Un momentito: estoy tomando mi Corona”

Con los calcetines Donelli aprendimos que “Entre el zapato y el pantalón, está el detalle de distinción”,  con los directorios telefónicos que “No se apure, la cosa es sencilla: Consulte la Sección Amarilla”. Y con las conservas Del Monte que “No compre del montón, compre Del Monte”.

El que es Opel donde quiera ruge, decía un Tigre animado, con la voz de Mauricio Garcés. Y la madre superiora al probar el rompope Santa Clara: “Parece fórmula inspirada por un ángel”.

Aprendimos también que “Todos los días son días de Klennex” que el jabón Darlin, “limpia y suaviza su piel”, que “La vida es ternura, y Raleigh es el cigarro”, y que si huele a pollo y sabe a pollo, ¡es de pollo!, por los cubitos  Knorr Suiza.

Nos aconsejaban también ser “Fuerte, audaz y valiente”, como Pancho Pantera, por tomar Choco Milk y “Lleva un bosque a casa, lleva Pinol”.

Está triste la princesa porque su radio ya no suena… ¿Cuál es la pila con más potencia?, preguntaba el rey.  Que conteste la ciencia, decía: ¡Ray-o-vac, excelencia!.

Del Alka-Selzer nos aseguraban: “Pocos saben cómo alivia, todos saben que sí alivia”; del antigripal Contac: “Una cápsula de Contac cada 12 horas, encierra toda la energía del tiempo” y del sazonador: “Las chicas con éxito guisan con Knorr Suiza”.  Y un clásico: “Siga los tres movimientos de Fab: remoje, exprima y tienda…”

Desde entonces sabemos que  los biscochos de  Tía Rosa son buenos, “por su rico sabor casero”, así como “Burbujita, burbujita, burbujita de la Sal de Uvas Picot nos alivia de males estomacales.

Bueno es, lo que la uva es, decía el  Patronato Mexicano de la Uva en sus mensajes institucionales, mientras las lociones Hickok advertían: “Me hace agresivamente masculino”. El momento dorado, era siempre con cerveza Carta Blanca y el bigote más sabroso del mundo es el que se nos formaba con atole Maicena.

Quienes exigen sabor, fuman Winston, aunque Fiesta, son suavecitos y Bic (el bolígrafo) no sabe fallar. Santa Clos decía; “A mí me basta con Carnet”. Los relojes Citizen, son de llamar la atención el jabón Darling, tan suave como una caricia. Y en la mueblería de los Hermanos Vázquez “Hacemos creíble lo imposible.

Para vestir bien debemos saber que High Life: Viste al hombre que sabe por dónde anda, Ponte tus Hush Poppies y siéntete feliz, y Póngase Roberts, los trajes para caballero.

Y así (Kool Aid, el refresco de la casa; Únete a la gente Pepsi, Por calidad y economía, Sears; Selther, más de lo que usted ha soñado), hasta el infinito. Válgame.

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