Ciudad de México, octubre 8, 2025 13:19
Alcaldía Benito Juárez Movilidad

Quitan bolardos que pusieron antes… ¡y los vuelven a poner!

Sorprende a vecinos de Tlacoquemécatl, en Benito Juárez, ajetreo con las rampas para discapacitados en el Parque San Lorenzo.

Hace apenas seis meses se terminó la dilatada obra original para colocar accesos con bolardos en esquinas del parque público, ¡en una colonia cuyas banquetas son intransitables para discapacitados y adultos mayores!

STAFF/LIBRE EN EL SUR

Ante el azoro de los vecinos de la colonia Tlacoquemécatl del Valle, en la alcaldía Benito Juárez, operarios de una empresa contratista rompe el cemento de las rampas para discapacitados  en el parque San Lorenzo y retira los bolardos de protección ahí colocados… para luego volverlos a poner.

Hace apenas medio año, y luego de retrasos y abandonos, la obra que incluye una decena de rampas alrededor del concurrido jardín público se terminó, con la colocación de plantas en las jardineras adyacentes a cada rampa.

Los trabajos incluyeron la cuidadosa colocación de bolardos de protección en cada rampa.

Ahora, cuadrillas de operarios de la empresa Villamacoco, han vuelto a romper el firme que colocaron para retirar los bolardos, remover el cemento y repetir la operación de colocarlos de nuevo.

Las rampas de accesibilidad de la invasión de vehículos, pero al mismo tiempo no deben convertirse en una barrera.

Los bolardos deben cumplir con normas específicas como las que dispone la Sectetaria de Movilidad del gobierno capitalino (SEMOVI) en sus lineamientos de accesibilidad.

Poner, quitar, poner….

Según  la norma, se debe asegurar que quede un ancho de paso libre de obstáculos (generalmente mínimo 1.50 metros entre elementos) para que la persona en silla de ruedas o con andador pueda maniobrar. Si el bolardo estaba a 90 cm de la pared o a una distancia incorrecta del borde de la rampa, debe removerse y reubicarse.

Los pequeños postes se deben colocar en el punto exacto donde protegen la rampa sin interferir con el inicio o el final del plano inclinado ni con la franja de encauzamiento peatonal.

Elproblema, dicen los vecinos, es que esas fallas se debieron observar en el momento de la colocación de los bolardos y antes de que la obra fuera entregada por el contratista, y no meses después como ocurrió.

Resulta que ahora la nueva obra ha vuelto a causar molestias a residentes y transeúntes, en especial usuarios del parque y personas de la tercera edad, pies se ha cancelado temporalmente el paso por las rampas, se levanta polvo y tierra y se invade el arroyo vehicular con materiales de construcción y costale de cascajo.

Igualmente, ha sido menester repintar las rampas y las guarniciones de las banquetas adyacentes, todo ello son que ninguna autoridad informe sobre los motivos de estos trabajos.

Uno de los operarios de la empresa contratista dijo a Libre en el Sur que la razón de este reacomodo es que por órdenes de Semovi, fue necesario rectificar la distancia entre los bolardos unos 10 centímetros, para no estorbar el paso de los invidentes.

Esta explicación, sin  embargo, resulta paradójica cuando la Benito Juárez se caracteriza por las pésimas condiciones de las aceras, muchas de las cuales además tienen una inclinación indebida y hasta peligrosa para los peatones (especialmente de la tercera edad y discapacitados, precisamente), para los que es verdaderamente imposible transitar por ellas. Esto ocurre en calles adyacentes al parque San Lorenzo, como Fresas, Tejocotes y Manzanas.

Semovi es la dependencia del gobierno de la Ciudad de México cuya función principal es planear, fomentar, ordenar y regular el desarrollo de la movilidad en la capital, con un enfoque en el derecho a la movilidad y la accesibilidad universal.

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