En la gestión de Jorge Romero, Benito Juárez fue la delegación con más quejas vecinales sobre obras ilegales, según la PAOT; hubo mil 153 denuncias
Durante la administración de Jorge Romero Herrera como jefe delegacional, la Benito Juárez –una de las más afectadas p0or el sismo del pasado 19 de septiembre– fue líder en denuncias ciudadanas sobre construcciones irregulares entre las demarcaciones del entonces Distrito Federal, según los registros oficiales de la Procuraduría Ambiental y Ordenamiento Territorial de la capital (PAOT).
En los tres años de la gestión del actual coordinador de la fracción del PAN en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, se recibieron un total de mil 153 denuncias ciudadanas correspondientes a la delegación juarense, la mayoría de ellas referidas a construcciones irregulares y otros abusos de los desarrolladores en materia de uso del suelo y medio ambiente.
No es casual que durante esa administración menudearon las denuncias vecinales sobre la nada desinteresada tolerancia de su gobierno a los desarrolladores inmobiliarios, con el pretexto de que ya no corresponde a las delegaciones el otorgamiento de permisos de construcción, lo que es cierto; pero sí, la supervisión y en su caso sanción –incluida la clausura definitiva– del incumplimiento de las normas y de la respectiva manifestación de construcción presentada por la inmobiliaria, precisamente, ante la autoridad delegacional.
Un caso que ilustra claramente sobre los oscuros tratos entre el funcionario panista y los desarrolladores fue el famoso “descuentazo”, ampliamente documentado, de 1.6 millones de pesos que Romero Herrera recibió del Grupo Rouz en la adquisición de un penthouse de lujo en el condominio ubicado en Gabriel Mancera 1542, colonia Del Valle Sur. El apartamento tenía un valor de venta anunciado de cuatro millones 350 mil pesos, pero el panista pagó sólo dos millones 750 mil pesos, un 35 por ciento menos El caso fue debidamente documentado en medios y nunca fue desmentido. Rouz fue la inmobiliaria consentida durante la gestión del delegado panista, que no tocó ninguno de sus desarrollos. Pese a denuncias de irregularidades, gozó de plena impunidad.
El más elocuente ejemplo de esa impunidad fue la incumplida promesa de Romero Herrera como candidato a la jefatura delegacional, que en 2012 aseguró que “sorprendería” por su pronta atención a las demanda de los vecinos que pedían –y siguen pidiendo– la demolición de un edificio absolutamente ilegal, ubicado en Millet 39, colonia Extremadura Insurgentes, propiedad de… grupo Rouz.
Por supuesto, el ya emblemático edificio no fue intervenido en lo absoluto durante el gobierno del actual diputado local, que otra vez trató de justificar con pretextos su incumplimiento.