Ciudad de México, noviembre 21, 2024 16:40
Nancy Castro Opinión

Si la justicia no viene a mí, yo voy a la justicia

Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.

Una entrevista con María Elena Ríos, que el 9 de Septiembre de 2019 fue atacada con ácido sulfúrico en su domicilio laboral (…) El 20 de enero de este año, se supo que su agresor cambiaría el encierro en la cárcel por prisión domiciliaria debido a complicaciones de salud…

POR NANCY CASTRO

Las últimas semanas del mes de enero, para María Elena Ríos han sido cruciales en su proceso de lucha por la justicia a la tentativa de homicidio que sufrió el 9 de Septiembre de 2019, cuando fue atacada con ácido sulfúrico en su domicilio laboral.

A sus 26 años, María Elena estudiaba en el Conservatorio de Música en la ciudad de Puebla, como segunda carrera profesional; la primera, Ciencias de la Comunicación, por la que conoció a su perpetrador con el que tiempo después tuvo una relación sentimental y el cual en ese momento era diputado por el PRI en Huajuapan de León, Oaxaca. Pagó para destruirle la vida.

Juan Antonio Vera Carrizal se entregó a las autoridades hace dos años y nueve meses. El 20 de enero de este año, se supo que su agresor cambiaría el encierro en la cárcel por prisión domiciliaria debido a complicaciones de salud, decisión tomada por el magistrado Eduardo Pinacho y el juez, Teódulo Pacheco.
La vida de María Elena, ahora más que nunca corre peligro. En un país donde no hay justicia para las mujeres afectadas por violencia ácida.

Más de 30 mujeres en todo el país han denunciado este tipo de violencia. No hay ley que tipifique dicha agresión. El 30 de enero se presentó ante el Congreso de la Ciudad de México la Ley Malena una iniciativa que en su momento hace años colectivos habían promovido. Hoy día la diputada Marcela Fuentes por Morena presenta dicha iniciativa que busca condenar la tentativa de feminicidio por violencia ácida, en la que los agresores, pretenden destrozar la vida de sus víctimas invisibilizándolas.

María Elena cumple 30 años el próximo 18 de Febrero; deseo que siga cumpliendo sus sueños esos que dejó guardados a sus 26.
Pero sobre todo deseo ¡Justicia para Malena!

Me conecto en una videoconferencia con María Elena. Ultimamente duerme poco, estudia el Saxofón, cuando puede. Es música por vocación, defensora de sus derechos porque la vida la puso ahí.

México 14:00 hrs. Madrid 21:00

P. Ante la falta de justicia y estado de derecho, las mujeres violentadas tienen que aprender a defenderse y alzar la voz. ¿Cómo ha sido este proceso desde que ocurrió la agresión en tu contra?

R. El cambio de vida es radical, no sólo para mí sino también para mi familia. El desgaste es en todos los sentidos, primero vivir el estrés post-traumático.
Cuando decidí denunciar no pensé que me enfrentaría a un proceso tan largo, de años. Me perturba, la calidad de vida es diferente. Vivimos con miedo. No sólo es el proceso legal sino el físico: de reconocimiento y aceptación. Porque una ya no tiene la misma cara, la misma piel, los mismos rasgos, se extravían hasta los lunares más recónditos. Aunado a eso te quedas sin protección y desempleada. El tiempo del proceso legal es muy desgastante tanto físico como psicológico. El desgaste económico. Duele el señalamiento.

P. ¿Cuál fue la justificación para otorgar prisión domiciliaria a tu agresor?

R. No imaginaba el poder y los alcances que tendría para pagar, sobornar. Las decisiones del juez Teódulo Pacheco son arbitrarias. Las razones supuestas es porque tiene párkinson, hipotiroidismo, hipertensión, neurótico por encierro. Necesita conexión espiritual y reencontrarse con sus raíces indígenas. Los peritos expertos en medicina han desechado las pruebas, dicen que no está enfermo.
Lo que están aplicándome es tortura institucional, acusarme por violentar sus derechos por insistir que se quede en prisión. Y quién me va a garantizar mis derechos. Ahora resulta que el asesino es la víctima.

“Al no tener una condena aún, lo que yo pido es que su proceso lo lleve dentro de prisión, pero él ha solicitado varios amparos como éste y otro en el que no se garantice ninguna reparación del daño, justamente mañana resuelven la solicitud que hizo para que se reclasifique el delito por feminicidio. O sea tiene varias opciones para estar fuera.

“Son tantos factores que impiden que la naturaleza del proceso pueda avanzar y se pueda dictar una sentencia pero todo está tan corrompido. Al contar con medidas de protección federal para defensores de derechos humanos que consta de dos policías que me acompañan permanentemente. El juez argumenta que la protección basta para que mi agresor no pueda hacerme nada. Así de grave es vivir aquí”.

P. ¿Qué propone la iniciativa de ley que se presentó con tu nombre?

R. Lo que pretende esta iniciativa es que tenga un agravante hasta de 30 años, dependiendo la implicación sentimental y cercanía con el agresor. Es una ley que sólo se aplicaría aquí en CDMX, pero a mí me gustaría que fuera a nivel federal, la diputada nos convocó a todas las víctimas que quisieran participar a elaborar a nuestra forma y modo esta iniciativa. Yo agregué todo lo que me hubiera gustado tener como soporte en este proceso. Tan mal estamos que hasta hace cuatro meses este tipo de agresiones era nombrada como violencia física, violencia física es que te golpeen, te maltraten. La violencia ácida es el factor. Que se haga diferenciación entre las sustancias corrosivas, o derivados de sustancias químicas no es lo mismo usar fuego, a usar ácido a usar agua caliente o cables de alta tensión, normalizamos denominándola como “ práctica para invisibilizar” cuando es claramente violencia feminicida.

“Agrego a la iniciativa también que el delito se tipifique como feminicidio en caso de sobrevivir, feminicidio en grado de tentativa. Y que se respalde del código penal federal y la ley general de víctimas porque los jueces son tan interpretativos que terminan haciéndonos a un lado. Qué se garantice la reparación del daño desde el primer momento.

“Colaboración con la Comisión de víctimas de cada estado de la República, Secretaría de la mujer y el DIF apegado a la CNDH. Y la visibilización de los derechos de las mujeres trans, aunque no hayan nacido con genitales femeninos, su decisión es ser mujeres, de qué sirve que en México se hable de la ley de paridad de género y se diga que existe la legislación, pero no es así.
En mi caso existe una vinculación al delito de feminicidio porque ya había antecedentes de amenazas de muerte. Inclusive el autor material me dijo muérete maldita hasta aquí llegaste. Se reafirma la intención de feminicidio. Fueron 5 personas las que intentaron matarme”.

P. ¿Ya se había hecho una iniciativa así anteriormente?

R. Si, la ex diputada que anteriormente ya la había presentado, por eso llegó el día de la presentación al Congreso muy enojada porque dice que esa ley ya la hizo y que la mía está mal. Aquí no se trata de protagonismos se trata de ampliar la iniciativa. En su momento la iniciativa que presentó ella argumenta que los ataques de ácido se deben tipificar por lesiones y yo lo que propongo es que se tipifique como feminicidio. En México los crímenes más penados son feminicidio y secuestro, más que narcotráfico.

“Las mujeres violentadas con ácido somos una comunidad de 36 mujeres en todo el país muy vulnerable y los actores políticos se aprovechan, nos dividen, cuando en realidad no les interesamos.

“Es muy triste darse cuenta que al final sólo nos tenemos entre nosotras, es lamentable cuando los partidos políticos causan división por sus egos, desafortunadamente no todas las mujeres tienen una autonomía”.

P. ¿Te has tenido que instruir legalmente para poder defenderte?

R. Sí, ahora sí que soy abogada sin cédula, porque me han tocado abogadas como la que quiso negociar con mi caso para colocar políticamente a su marido quien fue recientemente fiscal de Oaxaca. La corrupción es tal que a veces aunque tengas confianza total en tu abogada si las leyes no se respetan, de nada sirve que trabajes apegándote a las leyes y a pesar de que mi actual abogada es muy buena y tiene dos cajas de la carpeta de investigación y no me cobra, porque yo no puedo pagarle, no hemos podido avanzar, las leyes en los tribunales están corrompidas. Si no hiciera todo esto ya me hubieran matado. Aunque ahora tengo el apoyo tengo la necesidad de saber qué pasa, he tenido una participación muy activa en mi proceso, tanto pedir justicia te coloca en una situación a la vista de todos, y cuando se acercan otras víctimas a pedir ayuda, las ayudo en la medida de mis posibilidades. Me gustaría tener autoridad para poder hacer justicia para todas.

P. ¿Cómo imaginas tu futuro?

R. Lejos de aquí… Ni siquiera puedo imaginar cómo viviré porque vivo al día, actuó por inercia. Me hago a la idea que tengo que disfrutar el día a día. No puedo hacer proyectos a mediano plazo porque no sé si voy a vivir mañana. Lo que más deseo es que esto termine e irme lejos donde nadie me conozca. Si sigo aquí es por mis padres que ya están mayores y no se quieren ir. Pero cuando acabe esto me voy.
México no es lo que dicen que es. A veces siento que los sueños que dejé a los 26 años

“Ni siquiera puedo salir con mis amigos porque la familia de mi agresor me vigila,
Hace años unos amigos me invitaron a comer y la familia hizo una campaña para decir que yo no tenía nada. Hasta eso te quieren robar, los pequeños momentos de felicidad”.

María Elena cumple 30 años el próximo 18 de Febrero, deseo que siga cumpliendo sus sueños esos que dejó guardados a sus 26.
Pero sobre todo deseo ¡JUSTICIA PARA MALENA!

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