DAR LA VUELTA / Cuando vaya a SOMA visite San Pedro (o al revés)

“SOMA, el espacio cultural de San Pedro de los Pinos, es una de estas rarezas del mundo de la cultura capitalina”.

POR RICARDO GUZMÁN

Los espacios culturales de “la cedemex” son como pequeños oasis.

En medio del trajín chilango estos recintos que aguantan tantos recortes presupuestales son una invitación para todos. Ideales para los aventureros que busquen tomar un respiro, abrir su mente y permitir que las ideas de otros le inspiren o le inviten a la reflexión. Un desafío para quienes piensen que allí no hay nada de su interés.

Algunos de estos espacios sencillos y al aire libre, como los cumplidores audioramas, pueden ser buena opción más allá del relax. Otros más grandes e institucionales, como la Casa del Lago, ofrecen desde hace décadas una rica variedad de exposiciones y propuestas, complementadas por las tantas actividades cercanas para ir más allá de un “paseo cultural” en Chapultepec y Reforma. 

Luego están algunos que son como opciones más regionales, donde, considerando las extensiones de la ciudad, el tráfico y lo remoto de algunas ubicaciones, el simple hecho de llegar representa una travesía.

Sin embargo, hallar uno céntrico (lo que sea que eso signifique), y con facilidad de acceso (vialidades grandes), y hasta estación del Metro a escasas dos cuadras, es algo que se aprecia.

SOMA, el espacio cultural de San Pedro de los Pinos, es una de estas rarezas del mundo de la cultura capitalina. Un espacio de divulgación de la cultura donde, además de la oferta de obra y contenido de creadores diversos, se ve el trabajo de quienes invierten tiempo y pasión en este tipo de recintos.   

Allí, en Calle 13 a escasos metros de Avenida Revolución, tenemos nuestra alternativa sampetrina. En una casona con espacios no particularmente amplios, lo cual hace de alguna manera que la experiencia de visitarlo sea más íntima, SOMA se fundó en 2009 como una alternativa de promoción de la educación artística y una plataforma dedicada al intercambio cultural.

Con un logo que usa la misma tipografía de la Secretaría de Educación Pública (no se vayan con la finta, SOMA no es de la SEP) este es un “espacio de y para artistas”, que fue precisamente fundado por los creadores que hallaron un recinto “de y para la divulgación”.  Los administradores afirman que el artista Mario García Torres, creador del logo de la SEP, autorizó al centro a utilizar su tipografía.

Entre su oferta destacan los Miércoles de SOMA, actividad semanal abierta al público en general donde se llevan a cabo presentaciones, pláticas o performances. Según los administradores del espacio la idea es establecer un diálogo abierto con artistas de diversas disciplinas, lo cual es visible al constatar la variedad de obra y propuestas que allí se han presentado.

Es cierto que en la colonia más conífera de la Benito Juárez no tenemos cerca el Bosque de Chapultepec, o el inigualable Centro Histórico, o el siempre mágico Coyoacán, sin embargo, el valor agregado de SOMA, en voz de un amante de su vecindario de calles numéricas, es que a escasas tres cuadras hay dos parques muy caminables repletos de perros (varios de ellos muy carismáticos). Varios de cafés, panaderías, heladerías y tacos son rematados por uno de los mercados más famosos de la ciudad.

Ojalá que los artistas que vayan a SOMA se den la oportunidad de pasear por la colonia y comprobar que todo es cierto. Que el recinto que les abre las puertas a ellos como creadores tiene cosas muy buenas solo por estar donde está, y que nuestra colonia vale la pena conocerla y caminarla.

Ojalá que mis vecinos se den la oportunidad de abrir sus mentes y sus corazones y puedan conocer un espacio que vale la pena visitar, y que de paso que apoyen la tan necesaria divulgación de la cultura sobre todo en estos días de brutales recortes presupuestales.

Ya sea porque todos tenemos algo de artistas o porque todos tenemos un artista cercano que necesita que sus espacios sigan activos, vayan a SOMA y a San Pedro de los Pinos (o al revés). Les aseguro que les va a gustar.

Acuérdense, los miércoles son puertas abiertas y siempre hay algo interesante que ver.

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