Ciudad de México, diciembre 25, 2025 11:45
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Crece 4% el consumo de drogas en México desde 2016

El uso experimental de sustancias y fármacos sin receta repunta en adultos, mientras el sector salud alerta por malestar psicológico.

Tras ocho años sin estadísticas, la Encodat 2025 revela que la cannabis es la sustancia de mayor prevalencia y el uso de vapeadores y opioides muestra incrementos críticos.


STAFF/LIBRE EN EL SUR

Tras una ausencia de datos oficiales que se prolongó por ocho años, el Gobierno de México presentó finalmente los resultados de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (Encodat) 2025. El documento, que sirve como brújula para las políticas de salud pública en el país, arroja un panorama complejo: mientras el consumo de sustancias ilegales y el abuso de medicamentos recetados ganan terreno entre la población adulta, el consumo de alcohol y tabaco tradicional muestra ligeros retrocesos, particularmente entre los adolescentes.

David Kershenobich, secretario de Salud, informó que el consumo experimental de drogas en la población de 12 a 65 años pasó de 10.3% en 2016 a 14.4% en 2025. Este incremento de cuatro puntos porcentuales se concentra mayoritariamente en el grupo de adultos, donde la cifra escaló del 10.6% al 14.6%. En contraste, el sector adolescente (12 a 17 años) registró una disminución en la experimentación, descendiendo del 6.2% al 4.1% en el mismo periodo.

La marihuana se mantiene como la droga ilegal más consumida en el territorio nacional. Sin embargo, uno de los hallazgos más relevantes de la encuesta es el incremento en el uso de opioides y medicamentos sin prescripción médica. El consumo de opioides pasó de una prevalencia de 0.1% a 1.4%, un salto que las autoridades vinculan estrechamente con el uso no supervisado de fármacos como el Tramadol, un analgésico cuya regulación de venta se ha endurecido recientemente debido a este fenómeno.

En el rubro de los medicamentos, el uso indebido —es decir, el consumo de sustancias controladas sin una receta médica— se duplicó en menos de una década, pasando del 1.3% en 2016 al 2.5% en la medición actual. Las autoridades destacaron que, aunque el fentanilo es una preocupación global, el consumo no médico de esta sustancia específica en México reportó una ligera baja, del 0.2% al 0.1%, lo que la administración federal atribuye al éxito de las campañas de prevención focalizadas en zonas de alto riesgo.

El informe revela una dicotomía en el consumo de sustancias legales. Por un lado, el consumo general de alcohol disminuyó de 49.1% a 46.1% en el último año. No obstante, al desglosar los datos por género y edad, se observa que el consumo en adultos varones y mujeres sigue siendo elevado: el 73.7% de los adultos ha consumido alcohol en el último año, frente al 71% registrado en 2016. La brecha de género también se cierra, con un aumento significativo en mujeres, cuya prevalencia subió del 62.6% al 69.3%.

En cuanto al tabaco, el hábito de fumar cigarros convencionales descendió del 17.6% al 15.1%. Sin embargo, esta reducción se ve empañada por el auge de los dispositivos electrónicos o vapeadores, cuyo uso aumentó de 1.1% a 2.6%. Este relevo generacional en la forma de consumir nicotina representa un nuevo desafío para las autoridades sanitarias, dado que estos productos suelen percibirse erróneamente como menos nocivos a pesar de los riesgos pulmonares documentados.

Por primera vez, la Encodat puso un énfasis profundo en la relación entre el consumo de sustancias y la salud mental. Los datos indican que el 12.3% de la población general sufrió algún tipo de violencia en el último año, cifra que se eleva al 18.1% en el caso de los adolescentes. El malestar psicológico y el comportamiento suicida presentan tasas más altas en jóvenes que en adultos. La prevalencia de ideación suicida en adolescentes alcanzó el 3.3%, mientras que el intento de suicidio se ubicó en 1.5%. Entre las mujeres, el malestar psicológico fue reportado por más del 13% de las encuestadas, un indicador que la administración calificó como una señal de alerta prioritaria.

Finalmente, el estudio abordó nuevas formas de adicción no relacionadas con sustancias, como el uso patológico de apuestas y videojuegos. Se encontró que el 6.9% de los adolescentes presenta comportamientos de apuesta que podrían considerarse patológicos, superando el 3.9% observado en adultos, con una incidencia notablemente mayor en hombres. Estos resultados serán la base para rediseñar las estrategias de prevención, enfocándose ya no solo en la sustancia, sino en las causas subyacentes como la violencia doméstica y el bienestar emocional de los ciudadanos.

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