Ciudad de México, mayo 21, 2025 16:48
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Cannes rinde homenaje a Amores perros, el rugido que sacudió al cine mexicano hace 25 años

Amores perros retrata con crudeza el caos urbano, la violencia, la desigualdad y la desesperanza de una época marcada por la transición política mexicana.

STAFF / LIBRE EN EL SUR

Un cuarto de siglo después de su debut mundial en el Festival de Cannes, Amores perros vuelve al escenario que lo vio nacer como fenómeno internacional. Este 2025, la cinta de Alejandro González Iñárritu fue homenajeada en la Croisette, reconociéndose su impacto visceral y su papel como piedra fundacional del renacimiento del cine mexicano en el siglo XXI.

Estrenada en mayo del año 2000 dentro de la Semana de la Crítica del prestigioso festival francés, Amores perros no solo se llevó el aplauso unánime del jurado —ganó el Gran Premio—, sino que también marcó el arranque meteórico de una generación de cineastas que pondría a México en el centro del mapa cinematográfico global: Alejandro González Iñárritu, Guillermo Arriaga (guionista) y Gael García Bernal.

El filme narra tres historias entrecruzadas por un accidente automovilístico en la Ciudad de México, con los perros —símbolos de lealtad, violencia y desamparo— como metáfora central. Desde el universo marginal del joven Octavio (interpretado por un entonces debutante Gael García), hasta el glamour caído de una modelo y la crudeza del Chivo (un exguerrillero encarnado por Emilio Echevarría), Amores perros retrata con crudeza el caos urbano, la violencia, la desigualdad y la desesperanza de una época marcada por la transición política mexicana.

Era el año 2000. Vicente Fox estaba por derrotar al PRI en las urnas, la guerra contra el narcotráfico aún no desataba su infierno, y la capital mexicana navegaba entre el desencanto posmoderno y una juventud sin rumbo. En ese contexto, Iñárritu rompía con el cine contemplativo de los noventa y ofrecía un golpe directo al estómago, con montaje fragmentado, cámara en mano y una banda sonora poderosa encabezada por Gustavo Santaolalla y Café Tacvba.

Amores perros fue nominada al Oscar como Mejor Película Extranjera, ganó el BAFTA, recibió premios en Chicago, Tokio y Toronto, y se convirtió en un hito del “nuevo cine mexicano”. Su éxito pavimentó el camino para que Iñárritu dirigiera 21 gramos y Babel, completando su “Trilogía de la Muerte”. Gael García Bernal, por su parte, se convirtió en ícono internacional, trabajando luego con Almodóvar, Salles y Walter Salles, y fundando su propia productora con Diego Luna.

Pero la cinta también dejó heridas. La ruptura creativa entre Iñárritu y Arriaga ocurrió tras el éxito de Babel, en un desencuentro que muchos rastrean hasta los tiempos de Amores perros, cuando el debate sobre “el dueño de la historia” tensionó la autoría. Aun así, el legado de esta ópera prima sigue intacto.

A 25 años de su estreno, Cannes recuerda no solo una película, sino un momento de furia y genio que cambió la narrativa del cine iberoamericano. En palabras del propio Iñárritu, quien agradeció el homenaje desde la Riviera Francesa: “Amores perros fue un grito. Y sigue resonando”.

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