Ciudad de México, noviembre 21, 2024 07:05
Niños Reporte especial Revista Digital Julio 2023

¡…Y tiraron con dibujos un edificio!

Hace 14 años ocurrió la increíble historia de los niños que siguieron los pasos de sus padres y terminaron por protagonizar el salvamento del Parque Hundido

“Salvando el Parque Hundido”. María Camacho. Óleo sobre panel. Especial para Libre en el Sur

STAFF / LIBRE EN EL SUR

FOTOS: VECINOS Y LIBRE EN EL SUR

Verano de 2009. El movimiento auténticamente vecinal más importante contra una obra ilegal en la historia de la demarcación juarense ha prendido ya con la recolección de miles de firmas y diversas clausuras simbólicas y tenaces gestiones legales. Primero por la defensa de una bella casa de mediados del siglo pasado, estilo ecléctico, que se encontraba ubicada en una de las orillas del Parque Hundido, catalogada como patrimonio artístico por el hoy INBAL, y finalmente destruida con un permiso de la entonces Delegación. Luego contra la imposición en el mismo lugar de un edificio de seis pisos que, con argucias legaloides, se levanta con el aval de funcionarios de diferentes partidos políticos, tanto de la BJ como del gobierno encabezado por Marcelo Ebrard en Ciudad de México.

La Casa del parque Hundido.

Niños que acompañan a sus padres en las diferentes protestas piden participar. Héctor Rojas, líder de una asociación civil fundada exprofeso, convoca a un taller infantil para el 22 de agosto de aquel año. La manifestación de los niños tiene tal impacto en el Palacio del Ayuntamiento que se convierte en el último mazazo contra la obra ya cimentada. El 2 de diciembre del 2009 la inmobiliaria retira las máquinas. Ebrard ha arreglado la compra del inmueble para reintegrarla al parque.

El edificio que se construía ilegalmente.

El siguiente es el texto íntegro que en su momento escribió Héctor Rojas sobre aquel acontecimiento que ha quedado como la nostalgia de un movimiento triunfante gracias a los dibujos de niños que en su mayoría hoy son mayores de edad y a quienes honramos con esta publicación. Son ellos al fin la esperanza de una mejor ciudad y un mejor país.      

Historia de las crayolas que salvaron un parque

POR HÉCTOR ROJAS

En el sur de la Ciudad de México hay un parque que está hundido. ¡Es en serio! Para entrar hay que bajar varias escaleras y así llegas a uno de los parques mas bonitos de esta ciudad: El Parque Hundido. Hace un año, un grupo de personas que solo piensan en el dinero, aún cuando se afecte la naturaleza y la vida de todos nosotros, comenzaron a construir un edificio dentro de este parque. La realidad es que lo hicieron sin permiso, a escondidas… como un ladrón que esconde sus verdaderas intenciones.

Preocupados por esa amenaza, formamos una asociación de vecinos para defender el parque. A diferencia de otros grupos que piensan que la defensa de la naturaleza es cosa de adultos, esta asociación consideró que sólo con los niños y sin violencia se podía ganar la batalla. Y es que son los niños, que mañana serán adultos y tendrán sus hijos, los que resultan más afectados por las destrucciones de hombres ambiciosos.

Así que en agosto del 2009 esa asociación, que yo dirijo y que se llama Vecinos del Parque Hundido, convocó a los pequeños, que son grandes de corazón, a un taller de pintura infantil para que de esa manera se manifestaran por la defensa de uno de los parques más hermosos de la capital de México, que además de tener miles de árboles también tiene su teatro al aire libre y por todas partes figuras que son copia de las que se hicieron los antiguos mexicanos, antes de que llegaran los españoles. Los niños se sentaron entonces en unas mesitas junto a los juegos infantiles del lugar y con crayolas y acuarelas se pusieron a dibujar.

“No me quites mi luz para jugar en el parque”, “No construyas, ¿qué no ves que la naturaleza se puede acabar?”, “Por favor, no destruyas el parque”, “Queremos el Parque Hundido completo” y “Cuidemos el parque” fueron algunas de las expresiones plasmadas en más de 80 dibujos realizados por niños para impedir que se construyera ese edificio de seis pisos dentro del parque.

Ante los asistentes, la niña Abril Vergara leyó un poema que dedicó al Parque Hundido: “Un parque es naturaleza, y la naturaleza es belleza. Un edificio nos arruina la belleza; sin naturaleza no seremos felices, con puros edificios no seremos felices”. A los niños se les pidió que expresaran en un dibujo sus sentimientos acerca de la defensa del medio ambiente y los peligros que la amenazan, como el hecho de que se construyan edificios en espacios verdes. Yo quedé muy impactado de los mensajes; hay uno que pone: ‘No me quites mi parque, estoy muerto’ y otro: ‘Marcelo, ¡dejen de construir!’

Un mes después llevamos los dibujos a las oficinas del Gobierno del DF que están frente al Zócalo; los expusimos en unos portales que hay ahí. Minutos después nos anunciaron de parte del jefe de gobierno Marcelo Ebrard que la obra quedaba definitivamente cancelada y que ese espacio invadido sería regresado al parque. Brincamos, nos abrazamos, lloramos de emoción. Había ganado el poder de las crayolas. Habían ganado los niños. Esto dejó una lección para todos: que con creatividad y sin violencia podemos defender lo que es necesario para que vivan mejor los niños de hoy y de mañana.

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