Ciudad de México, noviembre 21, 2024 16:28
Cultura Revista Digital Enero 2023

Reyes Magos: El enigma de su destino y otras historias

Leyenda o historia lo que aquí se describe, los Reyes Magos enaltecen el reconocimiento de un mundo para todos

Para la Iglesia Católica, los restos de Melchor, Gaspar y Baltazar yacen en una imponente Catedral en Colonia, Alemania.

POR ESTEBAN ORTIZ CASTAÑARES

Así como Santa está (vive) en el Polo Norte, desde la infancia de mis padres hasta la actualidad en el mundo de internet, algunos niños se han preguntado ¿Dónde están los tres reyes magos?

Para este tema la iglesia católica tiene una respuesta clara. “Los reyes magos están en la catedral de Colonia en Alemania”. Pero esta respuesta en realidad para mentes suspicaces genera más dudas y preguntas…  ¿Cómo puede ser posible que los reyes del oriente actualmente descansen en un país nórdico europeo?

Y su historia es en particular interesante.

La Biblia solo cuenta que después de que los reyes magos visitaron al niño Jesús en Nazaret son advertidos por revelación en sueños de seguir otro camino para no encontrarse más con Herodes (Mateo 2-7). Por cierto, esta parte de la historia solo es contada por Mateo, los otros 3 evangelistas no la mencionan, por lo que es muy probable que el tema lo toca Mateo para confirmar las características de Jesús como El Mesías haciendo alusión a las profecías mencionadas en el viejo testamento (Isaías 60:1-20).

Adoración de los Reyes Magos, por El Greco. Especial

Las primeras comunidades cristianas crearon una continuidad a la historia sin muchos fundamentos históricos, pero con muy buena voluntad. Y así se extendió la saga de que los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltazar, en lugar de regresar a sus respectivos reinos para continuar gobernando, decidieron juntarse y quedarse a vivir juntos para profesar la nueva buena al mundo entero.

En el siglo IV de nuestra era en Constantinopla (actualmente Estambúl, Turquía), la madre de Constantino, Santa Elena, se hizo a la tarea de buscar las grandes reliquias de la cristiandad en Tierra Santa. Y además de haber descubierto la cruz original de Cristo (entre otras reliquias relacionadas con su crucifixión), envió a un contingente de legionarios (muy probablemente expertos en arqueología) a la búsqueda de los cuerpos de los tres Reyes Magos.

La misión fue un éxito. Encontraron los cuerpos en la ciudad de Saveh (actual Irán, según la leyenda) y los transportaron a Constantinopla (330 d.C. aproximadamente).

En la transcripción de los viajes de Marco Polo (s. XIII), se comenta que el mismo viajero estuvo en la ciudad y vio las 3 magníficas tumbas que les edificaron, lo que confirma que, en el medievo, ya se había asentado la creencia de que los reyes se habían convertido en evangelizadores del medio oriente.

Conforme a una historia del clero milanés, San Eustorgio al estar en Constantinopla para su nombramiento como obispo, logró convencer al jerarca que le diera los restos de los Reyes Magos para resguardarlos en la basílica de Milán (Italia), donde permanecieron hasta el siglo XII.

Relicarios de los Reyes Magos. Foto: Esteban Ortiz Castañares

En 1164 Federico Barbarroja (emperador del sacro imperio romano germánico), saqueó la ciudad de Milano y el arzobispo de Colonia, Raynaud Dassel, aprovechó la ocasión para que se le permitiera extraer los restos de los reyes y transportarlos a Colonia para hacer una gran catedral que los conmemorara.

Se construyeron tres impresionantes ataúdes con lámina de oro y motivos bíblicos como relicario de los cuerpos. Su proceso de fabricación tomo 68 años. Y se renovó la catedral para convertirla en la obra gótica más importante y majestuosa del mundo (por cierto, su construcción fue terminada completamente hasta 1872, 624 años después de que inició la obra).

Todo el esfuerzo valió la pena, porque gracias (principalmente) a estas reliquias, Colonia se convirtió en el lugar número 3 de peregrinación religiosa en el mundo medieval (después de Jerusalén y el Vaticano, por supuesto). Creando una auténtica industria de proto turismo, impulsando el desarrollo de hostales para el alojamiento, tabernas donde comer y por supuesto la venta de reliquiarios con restos de algunos otros mártires, limosnas y donaciones para la Iglesia.

Es una pena que en Colonia en la actualidad, exceptuando por un una pequeña visita domiciliaria para recolectar dinero para los niños pobres del mundo, no se festeje el 6 de Enero a los tres Reyes Magos con la pomposidad y valor que su historia lo exige.

Albrecht Dürer, “Adoraciónde los Magos”. Especial

LA IMPORTANCIA DE LOS REYES MAGOS

Pero más allá de los aspectos puramente terrenales, los Reyes Magos en el desarrollo del cristianismo se convirtieron en algo mucho más importante que la confirmación de una profecía.

En el medievo simbolizan el proyecto de la iglesia católica: “Una sola religión para un solo mundo”.

Son aquellos fuera del grupo judío que reconocen y alaban a Cristo como el hijo del Dios único.

Al principio el número de reyes cambió constantemente (desde 2 a 12 mil), pero en el siglo IV se fijó el número en solo tres, en relación a la trinidad, pero también a las tres etapas de vida del ser humano (juventud, madurez y ancianidad), para mostrar que el cristianismo es para todas las etapas de la vida.

Y que uno fuese negroide, otro árabe y el último caucásico (las tres razas conocidas del mundo medieval y sus continentes: África, Asia y Europa), es decir, una religión para todos.

Por lo que vale la pena retomar la esencia de esta maravillosa tradición, que es más actual que nunca. La idea de un lugar para todos dentro de una comunidad solidaria y comprometida; desligándola, obviamente, de una religión o creencia en particular (y por supuesto de un pensamiento machista medieval).

Festejemos, así pues, este 6 de enero a los Reyes Magos donde cada uno de nosotros, independientemente de quienes y como somos (pueblo sabio, chairos, aspiracionistas, fifis o pirruris), todos, pero absolutamente todos, tenemos cabida, espacios para convivir, crecer, ser felices, y desarrollar, en conjunto y sin complejos, un gran país y un gran mundo.

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