Ciudad de México, noviembre 23, 2024 04:08
Revista Digital Noviembre 2021

El placer de vivir aquí / #YoSoydelaDelValle

Vivir en la Del Valle ha sido un gran acierto para nuestra familia, porque nos ha permitido estar cerca de escuelas y lugares de trabajo, además de contar con áreas de esparcimiento con parques cuidados y hasta el momento seguros para nosotros.

POR HUGO LOYA

No crecí en la colonia Del Valle, sin embargo, por razones de trabajo era la colonia donde pasaba la mayor parte del día; poco a poco me di cuenta de las bondades de esta zona y lo diferente a otras colonias.

Aprovechaba en ese tiempo mi horario de comida para recorrer algún parque cercano, como el de Tlacoquemecatl o el de Pilares, porque podía caminar sin estarme cuidando de que me fueran a asaltar, claro la posibilidad existía en cualquier momento y en cualquier lugar, sin embargo, en esos parques se notaba un cambio y daba sensación de seguridad.

Al paso del tiempo y también con los cambios en mi vida, ya en familia decidimos vivir en esta colonia, comenzamos rentando, porque, eso sí, los precios nunca han sido baratos para comprar y mi esposa y yo sabíamos que había nos teníamos que aplicar ahorrando para poder comprar un departamento en esta zona, lo cual logramos también porque se comenzaron a abrir los créditos hipotecarios en los bancos.

Sin embargo, consideramos que valía la pena y no nos equivocamos. Tenemos más de 20 años viviendo en la Del Valle y nos encanta, porque encontramos una gran calidad de servicios, es una colonia muy bien comunicada y se pueden hacer muchas actividades solo caminando.

Vivir en la Del Valle ha sido un gran acierto para nuestra familia, porque nos ha permitido estar cerca de escuelas y lugares de trabajo, además de contar con áreas de esparcimiento con parques cuidados y hasta el momento seguros para nosotros.

Es cierto que en una ciudad como esta y con la gran cantidad de gente moviéndose de un lado a otro, es difícil lograr una gran cercanía con los vecinos, porque lo que sucede para quienes vivimos en departamento es la movilidad que hay con la gente que renta y muchos de ellos pasan una parte importante del día fuera de su departamento por cuestiones de trabajo. No obstante, en la mayor parte de las ocasiones, se respira un trato cordial, aunque solo sea un saludo de buenos días o buenas noches.

Algo que disfruto es que hay buenos lugares para comer, desde el mercado en las calles de Romero de Terreros y Adolfo Prieto donde se encuentra una buena comida corrida, hasta una joya de cocina japonesa en el restaurante Shizo en la calle de San Francisco.

Sin duda, la Del Valle es una colonia que no le pide nada a nadie y se tiene una muy buena calidad de vida que seguro la hace envidiable y en ocasiones criticable y a quienes vivimos en esta colonia, además de disfrutarla, también nos queda la responsabilidad de cuidarla.

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