Algunos mitos sobre las vacunas de Covid-19 que han sido desmentidos
Foto: Margarito Pérez / Cuartoscuro
.A. AMIGON
Hoy en día, la vacunación contra la Covid-19 es el principal método para inmunizar a la población contra el virus SARS-CoV-2. Según Our World in Data, ya se han administrado alrededor de mil millones de vacunas en 190 países. Sin embargo, aún una gran cantidad de la población no considera vacunarse debido a la información falsa o tergiversada sobre las vacunas.
Como lo ha remarcado la Organización Mundial de la Salud (OMS), además de la pandemia por Covid-19, el mundo se enfrenta a una infodemia. La gran cantidad de información en Internet y redes sociales vuelve difícil la difusión de datos verdaderos y verificados por profesionales o autoridades sanitarias. En un comunicado para NotiPress, el dr H Dirk Sostman, presidente del Instituto Académico del Hospital Houston Methodist, desmintió algunos mitos de las vacunas.
Por ejemplo, uno de los mitos es que la vacuna puede alterar el ADN de las personas, pero el dr Sostman advirtió es falso. La malinterpretación podría haber salido de las vacunas de ARNm, un mensajero que codifica las proteínas mas no el ADN humano. Las vacunas de Pfizer y Moderna que utilizan estos mecanismos sólo duran pocas horas dentro del organismo.
Otro mito común es que la inyección acarrea el contagio del virus, lo cual también resulta falso. Esto debido al uso de vectores virales de las vacunas AstraZeneca y Johnson & Johnson, con virus debilitados. Sin embargo, al ser un virus debilitado no es posible contagiar a las personas con Covid-19.
“Algunas personas vacunadas experimentan efectos secundarios leves y temporales, que también son normales y esperados (por ejemplo, fiebre leve, dolores corporales y escalofríos). Existe el temor de que la vacuna Covid-19 pueda infectar con el virus en sí, lo cual es absolutamente falso. Ninguna de las vacunas de ARNm (Pfizer o Moderna) contiene virus”, declaró.
Existen otros mitos como que las mujeres embarazadas no deben vacunarse o la vacunación provoca parálisis de Bell, cuya respuesta no es tan sencilla. Las pruebas clínicas en mujeres embarazadas no son concluyentes, pero los beneficios de la vacuna pesan sobre los posibles efectos. Por otro lado, de 35 mil personas en Estados Unidos, sólo cinco desarrollaron parálisis de Bell, la tasa de parálisis normal en la población en general, no hay afirmaciones para negarlo pero tampoco para mostrar es causal.
Así pues, existen muchos otros mitos acerca de las vacunas y si bien es cierto no se cuenta con toda la información para desmentirlos o afirmarlos, la inmunización puede salvar miles o millones de vidas. La información acerca de las vacunas de Covid-19 debe ser revisada y analizada, tomada de sitios oficiales para evitar el pánico y la desinformación.
NOTIPRESS.