Ciudad de México, octubre 9, 2024 06:42
Espectáculos

Muere Felipe Cazals, pilar del cine social mexicano y vecino de Mixcoac

Dirigió filmes icónicos como ‘Canoa’ y ‘El apando’

El director, guionista y productor fue galardonado con el Oso de Plata en Berlín en 1976.

STAFF / LIBRE EN EL SUR

En la esquina de Parroquia y Cádiz, en la colonia Insurgentes Mixcoac, un árbol enorme y vigoroso ha sobrevivido por décadas a toda clase de vorágines inmobiliarias y depredadoras, protegido por una jardinera que lo rodea; apenas remueve su follaje por el aire del tránsito vehicular que pasa a centímetros de distancia. Es el árbol imposible, del mundo inexistente, que obliga a los autos a esquivarlo forzadamente, imponente su existencia y aparente inmortalidad.

Acaso sea el mismo árbol que haya inspirado la creación y tranquilizado momentos de dolor de Felipe Cazals, el genio y pionero del cine social mexicano que vivió su vejez justo en lo más alto del edificio de enfrente, a una cuadra de la avenida Insurgentes Sur y a otras pocas más de donde se encontraba el Manacar, un cine que se supuso moderno e innovador justo cuando el creador producía sus más notables obras, como Las Poquianchis, Canoa y El Apando, esta última con guión de José Revueltas y José Agustín.

Felipe Cazals murió este domingo a los 84 años de edad, según dio a conocer su viuda, Rosa Eugenia Báez. “Estoy sin aliento y sin palabras”, puso ella en Facebook.

Fotograma de ‘Canoa’. Especial

Director, guionista, productor, Cazals recibió por Canoa el Oso de Plata al Premio Especial del Jurado en el Festival de Berlín de 1976 y el Premio Nacional de las Artes en 2008. Entonces dijo en una entrevista con La Jornada:

“El cine de denuncia social es un término que no me gusta; lo veo muy cercano a la cuestión panfletaria. Lo que hay es una visión crítica de un estado de cosas. Siempre he sostenido que no puedo contar una historia cinematográfica la cual no tenga que ver con algo que está o estuvo cerca de mí o fue parte de la realidad”.

En Canoa, Cazals dejó en la voz de uno de los personajes-mártires de la cinta una frase escueta pero cruda, desgarradora y terminante, una de las más dramáticas escenas que ha dado el cine mexicano en toda su historia: “Esto ya valió madres”.

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