Ciudad de México, noviembre 18, 2025 00:15
Dar la Vuelta Opinión

DAR LA VUELTA / Un otoño que parece invierno

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Ahora, a medida que avanza el otoño, comenzamos a tener fríos intensos por las madrugadas y al amanecer.

POR ERNESTO LEE

Desde que llegué a la Ciudad de México, en la década de los ochenta del siglo pasado, esta metrópoli adolecía de problemas de contaminación, entre otros muchos, que se combinaban con las condiciones climáticas para volverlos más graves: intenso calor en verano, que aumentaba la dispersión de contaminantes, y frío en invierno, que provocaba inversiones térmicas y el consecuente deterioro en la calidad del aire.

Visto en retrospectiva, los días de calor inclemente y frío extremo eran los menos en el año. En realidad, en ese entonces en la Ciudad de México se vivía un clima templado la mayor parte del año, la temperatura promedio más elevada apenas rebasaba los 20ºC y las mínimas eran de entre 12 y 6ºC en las zonas altas.

Con el paso de los años vinieron las medidas y políticas públicas para tratar de disminuir la contaminación provocada por los vehículos automotores: programa de verificación de autos y restricciones a la circulación, pero el avance del cambio climático continuó inexorablemente.

Antes, la mayoría de los inviernos se vivían con suéter ligero y en ocasiones el abrigo, sin frentes fríos intensos; después, los veranos con sombra generosa, sin el azote de olas de calor. Así, poco a poco, llegamos a este 2025 en el que hemos superado récords históricos en temperaturas elevadas (34.3ºC), una temporada de lluvias “atípicas” que superar con mucho la intensidad y duración de estas desde hace décadas.

Ahora, a medida que avanza el otoño, comenzamos a tener fríos intensos por las madrugadas y al amanecer, y algunos pronostican que este invierno será de temperaturas muy bajas, lluvias y heladas.

Según fuentes literarias y cuadros de paisajistas que retrataron el Valle de México, hubo un tiempo en que la Ciudad de México presumía cielos despejados y un aire que invitaba a respirar profundamente. Hoy, la crónica del clima se escribe con matices distintos. El aumento de las temperaturas, los patrones erráticos de lluvia y la contaminación han transformado la vida urbana.

Un amigo me dijo el otro día, “en la Ciudad de México ya tenemos el clima de los países desarrollados: frío por la mañana, un poco de calor al medio día y lluvia por la tarde”, creo que tiene razón.

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