Ciudad de México, noviembre 21, 2024 13:41
Ciencia y tecnología

Pasó asteroide cerca de la tierra; se esperan cuatro más

Volverá al planeta el 25 de mayo de 2029, explica Julieta Fierro

A las 2:46 horas de hoy se avistó el 2008 AG33, a una distancia equivalente a ocho veces la separación entre la Tierra y la Luna.

STAFF / LIBRE EN EL SUR

En la madrugada de hoy, 28 de abril, pasó cerca de la Tierra el asteroide 418135 (2008 AG33), el cual es considerado “potencialmente peligroso” por la NASA, debido a que se ubicó a menos de una unidad astronómica (149 597 870 700 metros) del planeta; es decir, ocho veces más lejos que la distancia entre la Luna y nosotros, explicó la científica universitaria Julieta Fierro Gossman.

La investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM dijo que se trató de un objeto descubierto el 12 de junio de 2008 desde el observatorio Mt. Lemmon SkyCenter, en Arizona, que pasó a las 2:46 horas, a 3 millones 240 mil kilómetros de la superficie terrestre.

Con 457 metros de altura es menos del doble de la Torre KOI en Monterrey, uno de los edificios más altos de México, y se mueve 30 veces más rápido que la velocidad del sonido; afortunadamente no chocó contra el suelo.

Detectar objetos que pudieran colisionar con la Tierra comenzó durante la Guerra Fría, pues se pensaba que si caía un satélite enemigo habría que destruirlo. Se descubrió que eran asteroides y se estableció una especie de policía espacial, que tuvo un telescopio en Honduras dedicado a ello, recordó la divulgadora científica.

Estudios revelan que no es la primera ocasión en que AG33 se aproxima al planeta, toda vez que ronda cada siete años a partir de 1902, de acuerdo con cálculos de los astrónomos, por lo que se prevé que su siguiente visita sea el 25 de mayo de 2029, a las 17:09 horas, precisó la ganadora del Premio Kalinga 1995, considerado el Nobel de la divulgación científica.

Los asteroides, prosiguió, son remanentes de la formación del sistema solar, suelen contener información importante sobre nuestro planeta; o bien, elementos de relevancia comercial, como el hierro que se puede aprovechar en la industria.

Un ejemplo claro de cómo ofrecen claves de nuestra historia es la meteorita Allende, que cayó en México y es uno de los más antiguos, que ofrece información sobre la formación de nuestro sistema solar. En el Polo Sur caen bólidos en los glaciares y donde terminan estos hay minas de objetos provenientes de la Luna o Marte, además de los del cinturón de asteroides.

Uno de los más conocidos es el que cayó en Chicxulub, Península de Yucatán, México, y que dio fin a la era de los dinosaurios, por lo que las grandes potencias tienen planes de qué hacer en caso de que alguno de estos objetos colisionara con el suelo terrestre.

“A inicios de 2020, los norteamericanos lanzaron una sonda llamada DART que tratará de desviar un asteroide que se encuentra en el cinturón de asteroides (entre Marte y Júpiter). Y China, este 2022, enviará una sonda llamada AKI que tratará de destruir el asteroide Bennu, con cinco cohetes, que es un ensayo por si algún objeto similar se acercara a nosotros”, precisó la autora de “Lo grandioso del tiempo. Gran paseo por la ciencia” y “Cartas Astrales, Un romance científico del tercer tipo”.

No es el único

A través de su sitio Asteroid Watch, el Laboratorio de Propulsión Jet de la NASA informa que del 28 de abril al 2 de mayo se espera el paso de una serie de objetos de menor tamaño “cerca” de nuestro planeta, además del AG33.

Se trata de 2022 HX1, de 14 metros de alto, que el 30 de abril surcará a  2 millones 490 mil kilómetros de la Tierra; el 1 de mayo nos visitarán 2022 HS, de 19 metros de alto, y se ubicará a 2 millones 550 mil kilómetros, y 2017 XO2, de 119 metros de alto, que transitará a 4 millones 480 mil kilómetros de nosotros; el 2 de mayo recibiremos a 2022 HA2, que estará a una distancia de 4 millones 620 mil kilómetros.

Todos los días caen a la Tierra 20 toneladas de material del espacio. Los norteamericanos y los chinos están preocupados y ven si es posible desviarlos de su órbita, por eso se monitorean constantemente los cielos, concluyó Fierro Gossman.

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