Ciudad de México, abril 19, 2024 11:33
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Prepara la UNAM la primera Competencia Internacional de Satélites Enlatados 2019-2020

STAFF/LIBRE EN EL SUR
El Concurso Iberoamericano de Satélites Enlatados es una competencia cuyo objetivo es promover entre estudiantes, la generación de capacidades y habilidades para desarrollar conocimiento y tecnología en el área de las Ciencias y Tecnologías Espaciales (CTE).

Un satélite enlatado, o cansat, es un dispositivo electromecánico cuyo principal objetivo es simular los componentes de un satélite real; como su nombre lo indica, sus elementos están integrados dentro de un volumen y una geometría de dimensiones aproximadas a las de una lata de refresco.

Satélites enlatados. Concurso convoicado por la UNAM. Foto: UNAM.

Hasta ahora, en la UNAM se han organizado cuatro ediciones de esta competencia, en los que han participado casi 1000 estudiantes no solo de la Universidad Nacional, sino de 20 universidades mexicanas.

La quinta edición de la competencia, será la primera a nivel internacional organizada por las dependencias universitarias encargadas de vincular las actividades espaciales de la Universidad, la extinta Red Universitaria del Espacio (RUE), y actualmente el Programa Espacial Universitario (PEU).

El registro del Concurso Iberoamericano de Satélites Enlatados 2019-2020, inició el 14 de octubre y finaliza el viernes 13 de diciembre de este año.

El desafío de esta competencia consiste en incorporar todos los subsistemas principales que se encuentran en un satélite, tales como: computadora de a bordo, subsistema de potencia, subsistema de comunicaciones y la carga útil, conformada por sensores que recabarán datos de condiciones atmosféricas como temperatura y presión, dentro de un volumen mínimo, así como con una estación terrena donde se reciban todos los datos que recabe el Satélite Enlatado que construyan.

La misión que los equipos deberán cumplir será que el Satélite Enlatado deberá realizar telemetría desde una altura de 400 metros y estar conformado por dos etapas; la primera etapa debe incluir un huevo de gallina, un sistema de autogiro para reducir la velocidad de caída y detectar la posición de la segunda etapa una vez en tierra, además de caer lo más verticalmente posible.

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