Ciudad de México, noviembre 21, 2024 10:43
Revista Digital Julio 2022

La urgencia de salvar los árboles

A pesar de su apariencia verde en parques y camellones sembrados de árboles, Benito Juárez es en realidad una de las cinco alcaldías con más bajo índice de áreas arboladas por habitante; por eso es tan importante salvar y preservar ese tesoro natural.  

Los árboles que viven en CDMX retiran cientos de miles de toneladas de contaminantes del aire, y producen alrededor de 53 mil toneladas de oxígeno al año. Una hectárea de árboles produce el oxígeno necesario para que 36 personas respiren cada día, y absorbe el CO2 que produce un automóvil al circular cerca de 40 mil kilómetros.

FRANCISCO ORTIZ PINCHETTI

A pesar de las plagas y la devastación causada principalmente por el desarrollo inmobiliario y la indolencia, la alcaldía de Benito Juárez conserva una muy importante población de árboles que efectivamente le da la apariencia de una demarcación verde. No lo es, sin embargo.  La realidad es que se cuenta entre las cinco alcaldías con menor índice de áreas verdes y áreas arboladas por habitante en Ciudad de México: apenas 8.1 metros cuadrados por habitante, en contraste con Álvaro Obregón  (19.2), Tlalpan (19.1) o Coyoacán (18.0), según inventario de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT).

Esto significa que sufrimos un déficit muy importante en este tema vital. Y que por eso es tan importante –y urgente— salvar, conservar y acrecentar la población de árboles y en general de áreas verdes en BJ.

En general, la capital de la República es sumamente pobre en  áreas arboladas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se necesitan 22 árboles para satisfacer la demanda de oxígeno de una persona diariamente.  Ciudad de México tiene una población de casi nueve millones de personas. Y solamente  hay alrededor de 3.5 millones de árboles y 15 mil palmeras. Y, además, cerca del 30 por ciento del arbolado tiene algún tipo de plaga o enfermedad.

Parque Tlacoquemécatl. Foto: Francisco Ortiz Pardo

La realidad es que nuestra ciudad está en un peligro grave. Alejandro Pérez Tamayo, egresado de ingeniería forestal en la Universidad de Kyoto, en Japón, que  ha dedicado por décadas a analizar la vida verde de la CDMX,  sabe que el problema de los árboles en la capital mexicana no es nuevo, y que “se ha extendido con una letalidad similar a la pandemia de COVID-19”.  En entrevista con National Geographic en Español, el especialista fue tajante: “de no hacerse nada efectivo  en los próximos 10 años, vamos a perder entre el 60 y 70 por ciento del arbolado urbano en toda la Ciudad de México”.  Y eso sería una catástrofe ecológica.

Los árboles que viven en Ciudad de México retiran cientos de miles de toneladas de contaminantes del aire, y producen alrededor de 53 mil toneladas de oxígeno al año. Una hectárea de árboles produce el oxígeno necesario para que 36 personas respiren cada día, y absorbe el CO2 que produce un automóvil al circular cerca de 40 mil kilómetros.

Según los inventarios de la PAOT, la alcaldía Benito Juárez, donde viven 355 mil personas,  tiene dos millones 860 mil 400 metros cuadrados de arbolado, que equivalen apenas al 10.7 por ciento  de su territorio total (26.7 kilómetros cuadrados). Tiene solamente 8.32 metros cuadrados de áreas verdes por habitante.  Para dar una idea,  Miguel Hidalgo tiene 41.51 y Coyoacán 23.69 y Tlalpan 23.45, las tres demarcaciones vecinas.

Jacarandas en flor afuera de Liverpool Insurgentes. Foto: Francisco Ortiz Pardo

Esto no es fortuito. La devastación forestal de BJ se inició en los primeros años del presente siglo, con la entrada en vigor del Bando Dos emitido por el gobierno del entonces Distrito federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador para alentar la construcción de vivienda en las delegaciones centrales de la Ciudad. El llamado boom inmobiliario desatado por esa medida causó entre otras cosas la tala irresponsable de miles de árboles en la demarcación, a los que se trata como “estorbos”.

A ello se sumaron acciones gubernamentales como la construcción de la Línea 1 del Metrobús sobre avenida Insurgentes Sur, la construcción de la tristemente célebre Línea 12 del Metro a lo largo del Eje 7 Sur y el deprimido de Mixcoac, que significaron también la pérdida  de otros millares de árboles. Además, la destrucción de la Plaza California de la avenida Insurgentes, en la colonia Ciudad de los Deportes, durante el gobierno delegacional de Fadlala Akabani Hneide (2003-2006), que tuvo que acatar una orden judicial, restó a la demarcación otra área verde y la tala de cuando menos un frondoso fresno). Más recientemente, en mayo de 2019, estuvo el caso del desarrollo Mítikah, en Xoco, cuando la empresa constructora taló ilegalmente 54 árboles en la calle Real de Mayorazgo. 

El número de casos individuales de talas irregulares en los últimos años es incuantificable. Según un informe oficial de la alcaldía Benito Juárez (oficio DESU/131/2021), en cinco años (entre 20216 y 2020) se talaron en la demarcación tres mil 460 árboles. Sólo en 2019 hubo mil 472 pérdidas. En solo un mes, octubre de 2006, se talaron seis mil 587 árboles debido a construcciones privadas y obras públicas, como la línea 2 del Metrobús, según aceptó el gobierno delegacional encabezado entonces por Germán de la Garza por oficio JD/OIP/1754/08. Eso convirtió a nuestra demarcación en la campeona de la tala de árboles en la Ciudad.

Frente a ese panorama, algo alentador es la creciente toma de conciencia de los vecinos en la importancia de preservar a nuestros árboles. Son también numerosos los casos en que los propios residentes de las colonias se han opuesto al retiro innecesario e ilegal de árboles, sobre todo para la construcción de edificios. Un caso reciente ha sido el de la calle Amores, donde los constructores de una tienda de Comercial Mexicana pretendían acabar al menos en parte con el Paseo de las Jacarandas, como se llama a ese tramo de la calle en la colonia Del Valle, donde derribaron dos ejemplares y una palma pero que los vecinos impidieron una tragedia mayor… hasta ahora. Anteriormente, también la movilización vecinal logró salvar parcialmente un pequeño bosque amenazado por la edificación de una ampliación del centro comercial Galerías Insurgentes, en la colonia Actipan.

Un ejemplo de colaboración entre la autoridad y los vecinos para salvar el patrimonio arbóreo fue la restitución en 2019 de 22 árboles que fueron retirados para la construcción de una estación alterna del Metrobús en Félix Cuevas e Insurgentes Sur con  98 nuevos ejemplares, que se plantaron en las inmediaciones con el acuerdo y la supervisión de los vecinos.

Foto: Francisco Ortiz Pardo

Las denuncias ciudadanas presentadas ante la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT) por afectación o derribo de árboles en sus colonias tienen una tendencia al alza y la alcaldía Benito Juárez es la que concentra el mayor número de reportes. Indicó la dependencia que del 1 de enero de 2019 al 31 de diciembre de 2019,  no registró denuncias por este tema; en el mismo periodo de 2020, en cambio, tuvo 82;  y del 1 de enero al 31 de diciembre de 2021, registró 488 oficios, lo que representa un incremento de 495 por ciento respecto a 2020. En lo que respecta a este año, del 1 de enero al 1 de junio van 184 quejas. Las denuncias por daños implican podas, cortes, afectaciones, manejo inadecuado y principalmente derribo de los árboles. Del número de denuncias ciudadanas por alcaldías, la Benito Juárez encabeza el listado con 35; seguida de Miguel Hidalgo, 19, y Cuauhtémoc, 18.

Otra calamidad es en efecto el alto índice de individuos arbóreos y palmeras afectadas por diferentes plagas, en especial el muérdago. La muerte de la Palma de Paseo de la Reforma es todo un símbolo de la emergencia que se vive en esta materia. 

En Benito Juárez las especies más abundantes de árboles son el ficus, el cedro blanco, el hule, el laurel de la India, el pirul, el fresno, el trueno  y por supuesto la hermosa jacaranda, que cada vez es más una especie emblemática de la alcaldía. Además de constituir un elemento urbano decorativo fundamental para nuestros parques, calles y jardines y ser importantes productores de oxígeno, resultan vitales para la sobrevivencia de decenas de especies de aves que habitan en sus ramas. Entre ellos hay muchas de las 387 especies que la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) ha documentado en la capital. Hay jilgueros, gorriones, mirlos, charas, cuitlachoche pico curvo, pinzón y varias de las 18 especies de colibríes avistados por los especialistas en el Valle de México. ¡Salvémoslos!

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