Van 600 intelectuales, artistas, académicos y vecinos en defensa de murales de Centro SCOP
Murales en edificios apuntalados. Foto: Andrea Murcia / Cuartoscuro
Iniciativa Ciudadana En Defensa del Centro SCOP acusa opacidad en proyecto gubernamental
Los activistas exigen que se respete el uso de suelo y solo se permitan comercios de barrio, no alterar el desplazamiento de las obras e involucrar a los expertos y la comunidad artística.
STAFF / LIBRE EN EL SUR
Con el apoyo de más de 600 ciudadanos, entre los que hay artistas plásticos, académicos, escritores, periodistas, arquitectos, diseñadores y vecinos, creadores de los murales del Centro SCOP, en la colonia Narvarte, así como sus herederos, ven nutrido su rechazo a cualquier intervención de las obras que implique desplazar, modificar o desvirtuar, en forma parcial o total, la distribución, conceptualización y su emplazamiento original.
“Evidenciamos que la disposición concreta de cada una de las obras murales y escultóricas del Centro SCOP no es ni fruto del azar ni de decisiones precipitadas, sino que es el resultado de una planeación sumamente esmerada, apoyada en el trabajo en equipo multidisciplinario, lo que produjo un proyecto plástico unitario, interconectado, de sentido monumental, lecturas múltiples y estrechamente ligado al espacio y a la arquitectura para la cual se concibió”, advierten los 608 firmantes de una carta dirigida a los gobiernos federal y de la ciudad de México, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), la Secretaría de Cultura (SC) y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL)”.
El temor se ha dio abonando desde 2018, cuando por la falta de claridad gubernamental que prevalece hasta ahora hubo versiones de que la remodelación del complejo implicará la demolición de la mayor parte de las construcciones, según publicó en su momento el diario El País. Fue ante ello que surgió la Iniciativa Ciudadana En Defensa del Centro SCOP.
El 18 de octubre pasado, Libre en el Sur consignó que el Centro SCOP fue declarado Monumento Artístico mediante decreto presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación. Dicho conjunto, construido entre 1952 y 1954, resultó dañado por los sismos de 1985 y 2017. A raíz de este último quedó prácticamente inhabilitado.
El decreto destaca al conjunto arquitectónico como un ejemplo del movimiento moderno internacional de los años 60 y como un “proyecto innovador de creación artística colectiva” en los trece murales de mosaico que cubren los muros de sus fachadas y algunos espacios interiores.
El nombrar Monumento Artístico al Centro SCOP tendrá implicaciones como requerir permiso del INBAL para obra de conservación, restauración, excavación, cimentación, construcción y liberación; la coordinación de la Secretaría de Cultura y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte “para implementar un proyecto de intervención que garantice la preservación, la conservación y la permanencia de la obra mural y escultórica que existe en el sitio”, así como para preservar y mejorar el arbolado y el área verde. La declaración –sin embargo— deja a discreción de la SICT “establecer las acciones para la regulación del uso de suelo”, lo que permite cambiar la vocación del lugar.
Apenas el 30 de noviembre pasado, en un pronunciamiento conjunto de la Iniciativa Ciudadana En Defensa del Centro SCOP y el Seminario de Investigación sobre el Centro SCOP de la UNAM se precisó: “Lo que queremos es que el proyecto sea objeto de un razonable proceso de examen y discusión. El otro objetivo de este diálogo, tal vez el más importante, es ofrecer un espacio para la expresión de los artistas que participaron en el proyecto del Centro SCOP, de sus parientes y herederos. Pensamos que es importante escuchar su expresión acerca de un proyecto que los enorgullece de manera completamente justificada”.
Los artistas y quienes los apoyan sugieren que hay opacidad con respecto al proyecto de restauración que se pretende, lo que pone en peligro la obra y su concepción original. También acusan que no se involucre a los expertos y creadores.
“Pedimos que las autoridades involucradas presenten, de manera oficial, el destino y actual proyecto del nuevo Centro Cultural SCOP”, manifiestan en la misiva, enviada desde el mismo octubre pasado, a la cual las autoridades involucradas no han dado respuesta.
“Solicitamos comunicación de las autoridades con los maestros vivos que participaron en el proyecto original, con los familiares y herederos de los otros autores partícipes, con la comunidad de vecinos (tanto de la Unidad Habitacional IMSS-Narvarte Centro SCOP como de las colonias aledañas al predio), con Instituciones Académicas de renombre (como el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM y otras más) y con esta Iniciativa Ciudadana en lo tocante a la toma de decisiones del proyecto y cada una de sus etapas”, asientan. “Todo esto dentro de un marco de total transparencia y apertura institucional”.
También exigen “el respeto irrestricto a la permanencia del inmueble conocido como Cuerpo C en razón de: sus características físicas; ser el inmueble del conjunto que ha sufrido el menor número de afectaciones como consecuencia de hundimientos del subsuelo y sismos; ser el cuerpo que reúne la mayor diversidad de artistas (7 muralistas) y, también, el que mantiene la mayor compenetración entre la obra pictórica, la escultórica y la arquitectónica; ser el único inmueble con obra plástica que no ameritó la reconstrucción de ninguno de sus segmentos como consecuencia de los sismos de 1985 . Finalmente, ser una muestra palpable del trabajo y esfuerzo de los arquitectos que concibieron el conjunto original: Carlos Lazo Barreiro, Raúl Cacho Álvarez y Augusto Pérez Palacios”.
Asimismo los firmantes –encabezados por Arturo Estrada Hernández, Guillermo Monroy Becerril Y Héctor Cruz García, artistas vivos del equipo de integración plástica original–, pugnan porque se respete respete el uso de suelo actual (equipamiento) y que, en caso de ser necesaria un área comercial, la misma sea congruente con el programa arquitectónico cultural del espacio en cuestión.
Si llegara a requerirse una mayor presencia comercial en la manzana del Centro SCOP, piden que esta retorne al espacio originalmente consignado para la misma, es decir, al inmueble ubicado sobre Cumbres de Acultzingo y que antiguamente ocupó la Tienda ISSSTE. De igual forma, sostienen, se debe garantizar que dicha presencia comercial sea de carácter exclusivamente barrial.
En el colectivo también participan los herederos de los artistas originales: Alberto Best Guzmán (hijo de Jorge Best), Azul Adela Esther Gottdiener Estrada (viuda de José Gordillo), Gail Evelyn Ellis (nieta de Helen Fowler, viuda de Juan O’Gorman), Guillermo Diego Monroy Solana (hijo de Guillermo Monroy), Isaura González Gottdiener (sobrina de José Gordillo), Leopoldo Best Guzmán (hijo de Jorge Best), Luz Elena Soto Martínez (hija de Rosendo Soto), Lynda Anita Juárez Green (esposa de Héctor Cruz García), María Elena O’Gorman Fowler (hija de Juan O’Gorman) y Rita Virginia Arenas Rosas (hija de Rodrigo Arenas Betancourt)
Los activistas propusieron que se respeten la huella y altura que la volumetría original conservó hasta inicios de este año, así como la distribución y carácter original de las áreas abiertas y verdes del predio:
“Sugerimos la reincorporación de elementos desaparecidos del proyecto original (previo a 1985), tales como la oficina del Secretario (con su vista a los murales y la explanada de Avenida Universidad), las rampas de acceso (que, además de retomar su vocación de atención al público, lo volverán un espacio incluyente a la ciudadanía), la restitución del sentido original de las cenefas murales de José Chávez Morado y la reconstrucción de las secciones murales desaparecidas de Juan O’Gorman y Chávez Morado.
“Enfatizamos la importancia de este espacio como representativo del Proyecto Nacional de mitad de siglo XX y pedimos el compromiso de las autoridades para la readecuación del conjunto como un espacio público, educativo, cultural y recreativo; abocado, entre otras cosas, a la exposición y enseñanza, tanto de la plástica como de las técnicas del Muralismo Mexicano y que, bajo esta óptica, sea sede de un evento (anual o bianual), de carácter internacional y multidisciplinario abocado al Muralismo y al Arte Público en general”.