Ciudad de México, diciembre 9, 2025 11:19
Economía

Supera inflación aumento esperado: llega a 3.8%

La cifra de noviembre superó las expectativas del mercado (3.70%) y el registro previo de octubre (3.57%), impulsada por los precios.

El incremento se da por el alza en electricidad, transporte y alimentos. La persistente inflación subyacente (4.43%) desafía el objetivo del banco central.

STAFF/LIBRE EN EL SUR

La inflación anual en México experimentó una aceleración mayor a la esperada durante el mes de noviembre, alcanzando un 3.80 por ciento, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Este repunte inflacionario, que marca el segundo incremento consecutivo en el índice, se produce justo una semana antes de que el Banco de México (Banxico) lleve a cabo su esperado último ajuste a la tasa de interés de referencia del año. Esta lectura pone al banco central en una encrucijada, debatiendo entre el estímulo económico y su mandato primordial de estabilidad de precios.

El Banco de México opera bajo un mandato único enfocado exclusivamente en mantener un bajo nivel de inflación. Su objetivo puntual es del 3 por ciento anual, con un rango de tolerancia de un punto porcentual hacia arriba o hacia abajo, es decir, entre 2 por ciento y 4 por ciento. La tasa de interés de referencia de Banxico, que actualmente se ubica en 7.25 por ciento, fue resultado de un agresivo ciclo de alzas iniciado tras la pandemia. Durante meses, el banco central elevó el costo del dinero para anclar las expectativas inflacionarias y combatir la escalada de precios más severa en décadas.

El 3.80 por ciento de la inflación anual registrada en noviembre no solo superó el registro del mes anterior, que fue de 3.57 por ciento en octubre, sino que también se ubicó por encima de la estimación mediana de los analistas encuestados por Bloomberg, quienes anticipaban un 3.70 por ciento.

El indicador que genera mayor preocupación es la inflación subyacente, considerada el mejor termómetro de la trayectoria de mediano y largo plazo de los precios. Este rubro, que excluye elementos volátiles como los precios agropecuarios y los combustibles, se situó en 4.43 por ciento, lo que representa un aumento frente al 4.28 por ciento de octubre.

El hecho de que la inflación subyacente se mantenga por encima del límite superior del rango objetivo (4 por ciento) de Banxico, a pesar de las altas tasas de interés, indica una fuerte inercia inflacionaria en los servicios y las mercancías no alimenticias, y un riesgo latente de efectos de segunda ronda, que ocurre cuando la inflación se traslada de los costos de producción a los salarios y precios finales.

La aceleración de la inflación en noviembre fue impulsada, en gran medida, por rubros esenciales para las familias mexicanas. Entre los bienes y servicios con mayores aumentos se encontraron los servicios, como la electricidad y el transporte público, así como alimentos clave como los tomates, y los alimentos consumidos fuera del hogar, particularmente los ofrecidos en comedores y taquerías. En contraste, productos como el vino de mesa, los aguacates, las papas y el ron registraron disminuciones en sus precios, ayudando a mitigar parcialmente el índice general.

A pesar de la aceleración de la inflación en la antesala de la temporada festiva, se mantiene la expectativa predominante de que Banxico, en su reunión del 18 de diciembre, realice un recorte de 25 puntos base a la tasa de interés. De concretarse, la tasa de referencia se reduciría de 7.25% a 7.0 por ciento.

La junta de gobierno de Banxico se encuentra en un dilema: un recorte busca apoyar la actividad económica, mientras que una pausa o un mantenimiento de la tasa serviría para reforzar el mensaje antiinflacionario. En las minutas de política monetaria más recientes, el banco insinuó la posibilidad de este recorte, al tiempo que sugirió una pausa en el ajuste de la tasa de interés para su reunión de febrero de 2026.

Las minutas también ofrecieron una visión cautelosa sobre el crecimiento económico, indicando que un lento desempeño del Producto Interno Bruto (PIB) debería ayudar a aliviar la presión sobre los precios a futuro. En línea con esta visión, el banco central redujo recientemente a la mitad su proyección de crecimiento del PIB para 2025, ubicándola en un modesto 0.3 por ciento.

Este panorama económico resalta el complicado balance que enfrenta Banxico: por un lado, la alta inflación subyacente (4.43%) amenaza la credibilidad del banco, y por el otro, la desaceleración del PIB (0.3% proyectado) presiona al banco para recortar tasas y estimular la economía.

Algunos miembros de la junta de cinco integrantes de Banxico mantienen la esperanza de que la inflación general converja al objetivo para el tercer trimestre del próximo año. No obstante, el subgobernador Jonathan Heath ha expresado públicamente su preocupación, señalando que la institución enfrenta una crisis de credibilidad debido a su incapacidad para domar la inflación, que es el único mandato de Banxico.

La expectativa es que el bajo crecimiento económico actúe como una ancla forzosa para contener los precios en los próximos trimestres.

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