Testimonios juarenses de la Revolución Mexicana
En la narración de los acontecimientos del pasado siempre hay una parte de leyenda. Y los testimonios orales sobre la Revolución Mexicana de quienes vivieron de niños en el territorio que ocupa actualmente la delegación Benito Juárez, y más particularmente Mixcoac, se han vuelto leyendas cautivadoras… y escalofriantes. Esos relatos han sido rescatados en buena medida por los investigadores del Instituto José María Luis Mora, y son constancia de una historia viva que va más allá de los símbolos de la gesta representados en nombres de calles y avenidas –como División del Norte y Emiliano Zapata— y estatuas como la magna ecuestre de Francisco Villa en el parque del mismo nombre. La historia de balas en estos terruños inicia con el derrocamiento de Porfirio Díaz, pasa por la cruenta lucha entre los líderes revolucionarios y llega hasta la Guerra Cristera. “En el siglo 20 ocurrieron dos hechos históricos que marcaron particularmente a la zona: la Revolución y el movimiento cristero”, explicaron María Patricia Pensado y Leonor Correa en el libro Mixcoac, un barrio en la memoria (Instituto Mora, 1999). “Tales acontecimientos recibieron el mismo tratamiento por los habitantes, el de insertarles sus percepciones subjetivas , sus aventuras como niños y adolescentes, impresiones tendientes en ocasiones a reforzar una visión maniquea de las figuras políticas destacadas o de los acontecimientos que afectaron su cotidianidad. Así, hablan de las huestes zapatistas y obregonistas, y de la amenaza constante de que Mixcoac se convirtiera en palestra de sus rivalidades”.