Joven holandés revoluciona el mundo ante crisis ambiental
Boyan Slat, un joven holandés de 25 años, ha venido a revolucionar el mundo en medio de la crisis ambiental que se vive, al diseñar soluciones tecnológicas que ayudan a limpiar océanos, ríos y suelos de basura plástica.
Boyan, fundador y director ejecutivo de The Ocean Cleanup, una fundación holandesa que desarrolla sistemas avanzados para eliminar los plásticos de los océanos del mundo, a los 18 años ideó un concepto que utiliza las fuerzas naturales para atrapar y concentrar pasivamente el plástico en los mares.
“The ocean cleanup” consiste en una estructura que se despliega en el medio marino y aprovecha las corrientes oceánicas para concentrar grandes cantidades de plástico en puntos determinados, con lo cual se reduce considerablemente el tiempo de limpieza.
Slat abandonó en 2013 su estudio de Ingeniería Aeroespacial en TU Delft para comenzar The Ocean Cleanup, donde lidera un equipo de 80 personas, pero pasa la mayor parte de su tiempo en investigación e ingeniería; es coautor de una docena de artículos científicos y múltiples patentes.
Después de cuatro años de expediciones de reconocimiento, pruebas y muchos diseños, el 8 de septiembre de 2018 lanzó el primer sistema de limpieza de océanos del mundo desde San Francisco, California.
El proyecto se enfoca en la instalación de barreras flotantes fijas y plataformas de procesamiento, en una serie de puntos geográficos concretos, que actuarán a modo de embudo, concentrando los residuos. El proceso de atracción es impulsado únicamente por los vientos y las corrientes marinas.
Ocean Cleanup está pensado para instalarse sobre las cinco mayores islas de basura, situadas en el océano Índico, el Atlántico Norte y Sur, y el Pacífico Norte y Sur. El aprovechamiento de las corrientes es una de las mayores ventajas que hay para resolver el problema de la contaminación oceánica, afirma Slat.
Uno de los aspectos positivos del prototipo es que evita la captura de organismos marinos, ya que no usa ningún tipo de red. Además, las barreras se mueven al ritmo de las olas, por lo que los organismos no serán empujados a la plataforma de procesamiento.
Pero Ocean Cleanup desarrolló posteriormente la primera solución escalable para interceptar eficientemente el plástico en los ríos, antes de que llegue a los océanos.
Al colocar interceptores en mil ubicaciones estratégicas en ríos de todo el mundo el objetivo es evitar que el 80 por ciento de los plásticos ingrese a los océanos dentro de cinco años.
Slat no se conformó con eso y a principios de diciembre de 2019 presentó su primera captura de plástico en tierra, en Vancouver, Canadá, proyecto con el cual la basura plástica se transformará en productos sostenibles que se venderán para financiar la continuidad de las operaciones de limpieza.
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