1,427 millones de razones: El túnel de Mixcoac
De los 6,500,000,000 (seis mil quinientos millones de pesos) que costará a la Ciudad de México mejorar el Circuito Interior –según la Secretaría de Obras del GDF- y su mantenimiento hasta el año 2025, el 20% del presupuesto, para precisar, 1,426,867,991 pesos, corresponderán al doble túnel vehicular que se pretende construir en Río Mixcoac, llamado por las autoridades Deprimido Mixcoac.
Organizaciones ciudadanas, grupos políticos, ambientalistas, y en menor medida vecinos de las colonias afectadas, han mostrado y demostrado cientos de razones para oponerse a este proyecto. Sería reiterativo volver a escribirlas, están ampliamente documentadas.
Otros vecinos, los que menos opinan públicamente, pero sí son un grupo significativo están completamente a favor de la obra. Las autoridades responsables, en este caso, el Gobierno del Distrito Federal, a través de su Secretaría de Obras Públicas, tienen la facultad para realizar el proyecto que ellos determinen. Para eso fueron elegidos.
Y el responsable de esa decisión es el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera. No es ni la secretaria del Medio Ambiente, ni el recién nombrado hace unos meses secretario de Obras, los que deciden si se hace o no. Por supuesto que sí son los que dan la cara y también los que en teoría deberían aconsejar a su jefe la mejor forma de hacerlo. Y la Secretaría de Gobierno, la encargada de dialogar con los vecinos para generar consensos o lo que más se aproxime a ello. Igualmente atender grupos políticos que aunque vienen de otras delegaciones, pretextan su derecho a opinar por la tala de árboles y la movilidad.
Una de las razones, la principal diría yo, para oponerse a la construcción del doble túnel, es la anunciada tala de 855 árboles. Tan fue así, que ésta semana la Secretaría de Obras cedió un 20%, para anunciar que modificarían el proyecto, para ya no talar 855, sino “sólo 600 árboles”; valiente defensa del gobierno y su proyecto.
La gran falla del gobierno ha sido darle prioridad a la atención mediática de grupos políticos externos a las colonias que nos veremos afectadas a la construcción de la obra, y a los Coordinadores de los Comités Ciudadanos de algunas colonias, que aunque han sido convocados y han asistido a reuniones con el GDF, estos coordinadores no han bajado la información a los vecinos que vivimos cerca de Río Mixcoac.
En el mayor de los absurdos, el actual Secretario de Gobierno Héctor Serrano decidió contestar en twitter a un conocido tuitero de Polanco su reclamo, en lugar de contestar los cientos de twitters que varias cuentas de colonias y vecinos de esta zona hicimos.
O, pensar también que exclusivamente el rechazo a la obra es de estos vecinos unidos externos a Benito Juárez, o de partidos como MORENA, para entonces decir que está politizado el tema. No es así. Ya hemos escrito ampliamente sobre esta situación en otra columna, titulada “el politizado Deprimido Mixcoac”, no redundaré.
A qué es a lo que voy. Se ha hecho mucho ruido, y después de varios meses de reuniones, asambleas, mesas, sigue adoleciendo el proyecto de lo más importante: la comunicación con los vecinos afectados por esta ya tan anunciada obra. Y por eso también el resultado que se vean menos vecinos, y los mismos grupos políticos en las manifestaciones.
El Gobierno sigue errando, y aunque han enviado sus brigadistas a distribuir volantes, y a grabar testimonios para saber si estamos a favor o en contra de la obra, no han sido capaces de realizar lo más sencillo: venir a darnos la cara a los vecinos; y sí lo han hecho, no ha sido del conocimiento de la mayoría de los que vivimos aquí.
Si es verdad, se han reunido con Coordinadores de Comités Ciudadanos, pero que no son representativos de las mayorías de los vecinos. O la moda de que determinado diputado de acuerdo a sus propios intereses gestione citas con el Secretario de Obras, para que éste, le dé una versión diferente con cada grupo vecinal con quien se reúne.
Hay además de esta grave falla de comunicación del gobierno con sus gobernantes dos grandes pendientes:
1. Reparación del daño. Se talaron 200 árboles en marzo pasado, de los cuales no nos han dicho cuantos se han repuesto. La Secretaría de Medio Ambiente sólo atinó a hacer un anuncio público de una reforestación en Mixcoac. No hay números. En Acacias, lo único que sabemos, es que se sembraron 6 árboles en nuestro parque, magnolias, alguno de ellos con plaga. No hay más.
2. Mitigación del daño. Cuando se le concesiona una obra de más de mil millones de pesos a una empresa privada, por parte del gobierno, afectando el entorno y medio ambiente de la zona donde se va operar, debe haber por simple lógica, un beneficio importante a la comunidad. Es decir, si a los vecinos que vivimos aquí por 2 años nos van hacer la vida imposible, nos van a quitar árboles y espacios peatonales, lo mínimo es dejarle un bien importante cualitativo y cuantitativo a la comunidad: un parque, una obra social, áreas verdes, o inclusive becas para estudiantes o proyectos productivos. Es de lógica elemental.
Pero en cambio que es lo que ha sucedido, el gobierno negocia con coordinadores de comités ciudadanos que confunden mitigación del daño con beneficio propio, o con propuestas que no le corresponde a una obra de esta magnitud sino a las tareas normales por las que ya pagamos impuestos: balizamiento, ciclovías, luminarias, entre otras. Es decir, no sólo no bajan la información a los vecinos, sino que además negocian mal. Frente a una obra de miles de millones y de enorme afectación, están avalando el proyecto por espejitos.
Y la otra, grupos políticos que ni siquiera viven en el área que será afectada, pero que al hacer mayor ruido en la opinión pública argumentando “la defensa de los árboles, de la movilidad y de una ciudad sustentable” negocian otro tipo de prebendas.
No les extrañe por ejemplo que la cuenta oficial en twitter del No Deprimido Mixcoac tenga una clara tendencia hacia cierto grupo de “activistas” y que utilice a vecinos que ingenuamente creen que se trata de una defensa legítima por los árboles. Por supuesto que si hay vecinos y activistas que realmente están por convicción y dedican tiempo, esfuerzo, y dinero a ésta causa, pero lamentablemente son los menos.
Así, el panorama lamentablemente está muy claro. Los menos informados, y beneficiados con la obra que se presenta cómo la más grande del sexenio de Mancera, seremos los vecinos. Los Coordinadores de Comités Ciudadanos que han ido a las reuniones, algunos si representan a sus vecinos, otros simplemente representan sus intereses y los de su partido. Y los grupos que se presentan como ciudadanos y que vienen de otras colonias, son los que muy probablemente, por hacer el mayor ruido, salgan beneficiados en la construcción de este doble túnel. Por supuesto, hay que estirar la liga, para que ésta se haga más grande.
Lo mejor que podría hacer el Gobierno es acercarse realmente a los vecinos afectados, y ofrecernos, en su calidad de representantes ante la iniciativa privada, un beneficio a la altura de nuestra comunidad por esta obra, que es un hecho, se realizará en los próximos 2 años por lo menos. Una real mitigación del daño, además de reponer árboles talados.
#CiudadanoIncómodo para quienes buscan llevar agua del Río Mixcoac a su molino, y para el Gobierno de oídos sordos.