Nuestros parques de la infancia
Por Patricia Alfaro Moreno.
Echemos un vistazo en nuestro cajón de los recuerdos aquellos que nacimos en los 60, 70 o a lo mejor en los 80´s ¿Cómo recordamos ese parque al que nos llevaban a pasear de pequeños? Seguramente un gran espacio, lleno de pasto, árboles muy altos con los que nos podíamos proteger del sol y a veces hasta de la lluvia, por allí había un globero de esos que ahora ya es muy difícil encontrar, un vendedor de raspados, el vendedor de chicharrones y los deliciosos algodones de azúcar. Podíamos correr, andar en triciclo, bicicleta, saltar a la cuerda, jugar con la pelota y pintar en el suelo grandes cuadros para jugar avión.
Ahora todo eso parece que se ha quedado en el olvido y que por arte de magia ha desaparecido. Con la autorización de quién nuestros pequeños ahora tienen que estar en un parque que parece de todo, menos para lo que fueron diseñados.
En la delegación Benito Juárez tenemos 26 parques y se encuentran protegidos mediante decreto del 7 de marzo de 1997 publicado en el Diario Oficial de la Federación, que dice:
DECLARATORIA mediante la cual las áreas verdes y espacios abiertos de los parques públicos ubicados dentro de la Delegación Benito Juárez conservarán ese destino.
CONSIDERANDO
Que es necesario que los habitantes del Distrito Federal, cuenten con suficientes áreas verdes y espacios abiertos que brinden mejores condiciones ambientales y proporcionen oportunidades para el esparcimiento y recreación, así como para la práctica de actividades deportivas;
Que las razones de beneficio social y el interés público que motivan la presente Declaratoria, son principalmente, reafirmar el fin público a que están destinados los parques conforme a su naturaleza jurídica, y la realización de acciones concertadas con los órganos de colaboración vecinal y ciudadana, vecinos en lo particular y en general con la comunidad, para que de común acuerdo, mediante programas y acciones concertados, se asegure la protección, conservación, mejoramiento y preservación de estos sitios, por lo que he tenido a bien expedir la siguiente:
DECLARATORIA
PRIMERO.- Por ser de interés público y de beneficio social se declara que las áreas verdes y espacios abiertos de los parques públicos ubicados dentro de la demarcación geográfica de la Delegación Benito Juárez conservarán ese destino, con los fines que actualmente tiene cada uno de los mencionados parques y conforme a su delimitación física actual, la que consta en el Programa Parcial de Desarrollo Urbano vigente en esa Delegación;
Parece que nuestras autoridades delegacionales desconocen este decreto o la misma Ley de Salvaguarda del Patrimonio Urbanístico Arquitectónico del D.F., que en su Artículo II fracción XI dice:
Parque urbano: espacio abierto jardinado, de carácter público en donde se realizan actividades recreativas y culturales cuyo objetivo es elevar la calidad de vida de los habitants del asentamiento humano en que se ubica.
Tal parece que ahora los parques de nuestra delegación se han vuelto centros comerciales donde los fines de semana es toda una odisea poder dar dos pasos sin tropezarnos con un carrito eléctrico o con el sin número de vendedores de todo lo que podamos imaginar: no puede faltar la venta de alimentos de todo tipo, juguetes, peluches, tatuajes, ropa… un tianguis completo y que repercute en que los visitantes ya no puedan disfrutar de un paseo.
Es injusto que ya bastante se tiene durante toda la semana en la que hay que ir peleando en los amontonamientos del transporte público, para que además el fin de semana se tenga que pelear por un espacio en el parque.
Circula una cifra presuntamente propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque no esté comprobado, que el óptimo es disponer de 9 m2 de áreas verdes por habitante; en la delegación Benito Juárez contamos con tan solo 3.08 m2 (cifras del 2014).
En muchas ocasiones y en todos los tonos hemos pedido a las autoridades delegacionales que, en apego a la Ley, sean retirados de los parques los vendedores que no tienen permiso. Reuniones van, reunions vienen, recibimos promesas y las cosas vuelven a quedar igual o peor. El vacío de autoridad ha llevado a enfrentamientos verbales entre comerciantes y vecinos, hasta el punto de que, este fin de semana pasado, una comerciante que sí cuenta con permiso fue remitida ante el juez cívico a petición de los comerciantes que no tienen permiso, que la acusaron de acoso por tomar fotografías.
¿Cómo es posible que una ciudadana, que cumple con su obligación de tener sus documentos en regla y sus pagos al corriente, sea remitida a las autoridades, y para ordenar a quienes a todas luces están de manera no hay autoridad que intervenga?
Cabe aclarar que nada de lo aquí expuesto tiene que ver con algo personal contra los vendedores ambulantes; este es un tema con la autoridad que lo ha permitido y que sabe perfectamente que si los vendedores se encuentran allí es porque los funcionarios de la Delegación, que son los responsables de ordenar el espacio público, se hacen que no los ven.
¿Será que algún día recuperaremos nuestros parques?
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