Homenajean al periodista Gerardo Galarza en Apaseo el Grande
El columnista de Libre en el Sur, oriundo de ese municipio guanajuatense,recibe merecido reconocimiento a su trayectoria de medio siglo como comunicador.
El evento, en el marco del 500 aniversario de la fundación de su población natal.
STAFF/LIBRE EN EL SUR
Este jueves 30 de enero, en el marco de las celebraciones por el 500 aniversario de la fundación de Apaseo el Grande, Guanajuato, el ayuntamiento de ese municipio rinde un homenaje al periodista Gerardo Galarza Torres, oriundo de esa localidad.
Al evento, que se efectuara en la ex hacienda de Vicario, asistirá la gobernadora del estado de Guanajuato, Libia Dennise García Muñoz Ledo y el presidente municipal de Apaseo el Grande, José Luis Oliveros Usabiaga
Galarza Torres, colaborador permanente de Libre en el Sur —-donde escribe la columna de opinión Saldos y Novedades–,trabajó durante más de dos décadas en el semanario Proceso, fundado y dirigido por Julio Scherer García, del que fue reportero, director de la agencia de noticias y codirector.
Fue asimismo coordinador editorial de la agencia de noticias Notimex, editor de El Universal y director editorial adjunto del diario Excélsior, hasta su jubilación en junio de 2018.
En ocasión de su retiro luego de 47 años de brillante trayectoria periodística, , Excélsior recogió una serie de opiniones, las que reproducimos a continuación:
Ernesto Rivera
Director General de Grupo Imagen Multimedia
El jefe Galarza, excelente periodista, extraordinario ser humano, hombre de familia y gran amigo. Siempre comprometido y dedicado a su trabajo, ha sido uno de los pilares fundamentales de Excélsior.
Incansable y paciente, ha sido maestro de muchos de los que juntos arrancamos esta nueva etapa de Excélsior. Siendo un viejo lobo de mar, su apertura a nuevas ideas y esquemas de trabajo fue fundamental para poder operar, de manera eficiente, como la multimedia que hoy en día somos.
Hoy, Gerardo inicia una nueva etapa, que estoy seguro sabrá aprovechar al máximo. Hoy se va de la Dirección Editorial Adjunta, pero tengo la seguridad de que nunca nos abandonará.
¡Te deseo lo mejor!
Francisco Garfias
Periodista, autor de la columna Arsenal en Excélsior.
Se va un compañero de coberturas, un hombre con alma de reportero, un maestro del periodismo, un amigo.
Gerardo tenía el don del apego al dato, un rechazo natural a la especulación de escritorio y, algo poco común, una visión crítica sin filtros ideológicos. Lo vamos a extrañar y, estoy seguro, le va a ser difícil vivir sin el ajetreo del periodismo.
Francisco Garfias, quien conoce a Gerardo Galarza desde principios de los noventa, sostuvo que la del director adjunto de Excélsior es una “jubilación prematura”.
Carlos Ferreyra
Periodista
Carlos Ferreyra, periodista que se acerca a las seis décadas en el oficio, hace tantos años que conoce a Gerardo Galarza que ya ni se acuerda cuántos, aunque lo ubica muy bien como reportero en el Congreso de la Unión. Mencionó que en su trabajo como periodista viajero conoció a toda suerte de directores, ajenos siempre a los reporteros. “Podría mencionarlos, pero intento destacar la calidad personal, humana e incontrovertiblemente profesional de Gerardo Galarza, con quien me une buena amistad, aunque nunca trabajamos juntos”.
Elías Chávez García
Periodista
A Elías Chávez le tocó compartir el cubículo en los inicios profesionales de Gerardo Galarza en la revista Proceso. “Me lo pusieron ahí para que se fuera encanchando”, dijo. Aunque reflexionó sobre la decisión tomada por Galarza.
“¿Felicitarlo? No. Reclamarle es lo que hago. ¿Por qué se jubila a los 62 años? Ciertamente hay ‘periodistas’ que deberían retirarse un día después de haberse iniciado en este oficio, pero Galarza no tiene derecho a dejar su vocación a tan temprana edad”.
Y sostuvo que, además de talento, “Galarza tiene la característica de los verdaderos y excelentes periodistas: es un hombre de bien. Le envío un fraternal abrazo”.
Joel Hernández Santiago
Periodista
Así que Gerardo Galarza Torres se va de Excélsior por su propia voluntad. Nadie lo corre. Nadie le hace el feo. Nadie le dice “¿qué haces aquí?”. Pero, como es él, decidió salirse con la suya y por la puerta grande de un periódico que es emblema de nuestro periodismo nacional y… bueno, está bien… Aunque nunca, jamás en la vida, dejará al periodismo y dejará de ser periodista. Es que, bueno, olió la tinta del periódico y quedó insaculada de amor la flama eterna.
Rodolfo Guzmán
Periodista
Recuerdo la llegada de Gerardo a Proceso. Don Julio lo presumió como uno de sus mejores discípulos escolares. Con esa medalla surcó otros mares y hoy pisa la arena de la otra orilla en Excélsior.
Miguel Cabildo
Periodista
Miguel Cabildo, legendario periodista que empezó su carrera en Excélsior hace 50 años, recuerda a Gerardo Galarza como adjunto en las clases de periodismo que Julio Scherer daba en la UNAM y no da crédito de que el director adjunto de Excélsior lo vaya a dejar de ser.
“¿Se va a jubilar? Es muy joven. Muy chavo”, dijo Cabildo, que conoció a Galarza cuando empezó su trayectoria periodística en la revista Proceso, en 1978.
“Todo lo que mencione de Gerardo Galarza son puras palabras de encomio. Es una persona muy decente, muy trabajadora, con una memoria privilegiada.
“Y uno de sus pasos, en su trayectoria, es que fue adjunto del señor Julio Scherer en la universidad”.
Macario Schettino
Economista
(Galarza) ha sido testigo privilegiado de las décadas políticamente más importantes de México, siguiendo como reportero a los líderes que hoy todo mundo celebra, pero que entonces recorrían el país a duras penas. Y Gerardo estaba ahí para recoger la información y convertirla en historia. Sin los reflectores y el glamour del directivo de medios, sino con el trabajo constante y crítico del que depende el periodismo para sobrevivir.
Yo lo conocí ya como editor, aplicando a los reporteros el mismo rigor que él se había exigido por años. Porque, detrás del gesto adusto que usted conoce por la foto de su columna dominical, habita un hombre bueno, muy bueno. Por eso, no exagero al afirmar que Galarza es, en todo sentido, un maestro del periodismo.
Con tristeza me entero que Gerardo ha decidido retirarse. No le va a ser fácil a Excélsior, su más reciente casa, reemplazarlo. Rigor, responsabilidad, y buen corazón (aunque medio golpeado), todo en una sola persona. Ya sabemos que nadie es indispensable, pero también sabemos cuánto, en realidad, impacta alguien que sabe y ama su oficio. Pero ha cumplido ya un largo ciclo, y quiere empezar otro, heredando lo que estas décadas le han dejado.
Siempre agradeceré que me cuente entre sus amigos. Felicidades, Gerardo.
Óscar Argüelles
Periodista
Óscar Argüelles, coordinador de comunicación social de la Cámara de Diputados, conoció a Gerardo Galarza hace casi 41 años, cuando éste era reportero del semanario Proceso. “Ahí aprendimos a convivir, a coincidir en nuestras conversaciones; pude aprender de él el respeto profesional y la pulcritud de su actitud. Dado que no he ejercido el diarismo, Galarza es un valioso referente amigo que despeja dudas en materia del contexto informativo de los medios”.
Carlos Olmos
Periodista
Carlos Olmos es un veterano de la comunicación social que conoce a Gerardo Galarza desde los tiempos de Proceso. “Qué difícil dirigirse a un hombre cuya trayectoria en el periodismo es admirable. Gran lector voraz, amante de la buena literatura, perseguidor implacable de las fake news y, sobre todo, perseverante, dispuesto a llegar al final de cada nota, admirando aquellas bien hechas y redactadas”.
Raquel Peguero
Periodista cultural
Si me dieran a escoger entre el reportero y el amigo, me quedo con los dos, porque en Gerardo Galarza la división es indisoluble. El primer acercamiento fue en blanco y negro, cuando leía con avidez a aquel veinteañero que escribía sabrosas crónicas políticas y reportajes incisivos; más tarde, la amistad se dio por ósmosis a través de la gran Sonia Morales, cuando en la casa de ambos nos amanecíamos discutiendo de los avatares del periodismo, la política, la cultura, el país, los amigos.
David Aponte
Director editorial de El Universal
Un periodista nunca se retira, suelen decir los reporteros, aquellos que se llevan el oficio hasta la tumba. Por eso creo que Gerardo Galarza amaga una vez más con irse a su casa, con dejar la adrenalina, las madrugadas, a sus hermanos de batalla y las ojeras y dolencias de una redacción.
Lo vi hacer la misma faena en la redacción de El Universal: aventaba furioso su credencial y el teléfono, como si se tratara de la placa y la pistola de un importante detective, para después largarse a la calle, perderse por Bucareli…
Pero al rato volvía presuroso a su puesto de mando, a apretar a sus subordinados para entregar la mejor información. Ya no recuerdo cuántas veces vi la misma fotografía de Galarza en la redacción.
Por eso creo que Gerardo amaga otra vez con irse a su casa, con dejar el espacio vital de un periodista, con abandonar a sus compañeros de vida, porque un periodista pasa más años en la calle o en una redacción, que en su propia casa.
Hoy tengo la sospecha, no tengo el dato duro, de que Gerardo Galarza está haciendo otro más de sus amagos. Él no se va a retirar nunca del periodismo…
José Carreño Figueras
Periodista, excorresponsal en EU
Eran las 23:30 horas del viernes 25 de noviembre de 2016. Un boletín interrumpe la cena: “Murió Fidel Castro”. La llamada telefónica al encargado de la edición en Excélsior: el director adjunto Gerardo Galarza.
“Ya lo sé”, respondió Galarza, “Don G”. Y en el viaje de regreso a Excélsior se organiza la cobertura, una que gracias a negociaciones del propio Galarza contaba ya con una serie de textos en torno a Cuba y Fidel, lo que había sido, lo que implicaba, lo que podría ser.
Esa noche terminó casi a las cuatro de la mañana del sábado 26. Excélsior salió a la calle con doce páginas incorporadas en primera sección y una información más amplia que cualquier otro periódico en México y muchos otros países.
El trabajo fue de un equipo, de una redacción en la que los gritos de Galarza son (¿eran?) un llamado a la actividad, un recordatorio de la necesidad de investigar y verificar, y un homenaje a la bonhomía: no hay resentimientos ni mala fe; sólo la presión del momento y la pasión del trabajo.
Inveterado adorador del picante y amante de los camarones, Gerardo Galarza se retira. ¿De veras? Lo veo en proceso de armar una redacción con su querida Sonia y sus nietos, ya que no pudo con sus hijas.
Diego Fernández de Cevallos
Político
¡Es un gran ser humano y un gran periodista! Ha dado todo con gran dignidad por el periodismo nacional. De verdad es un ejemplo para los del gremio.
Porfirio Muñoz Ledo
Político
Desde hace muchos años tengo una idea muy clara: una cosa son los periodistas y, otra, los medios. Unos que parecen los más revolucionarios aceptan a periodistas del sistema, y unos más conservadores toleran y promueven a los independientes. Gerardo Galarza lo es.
Salvador Nava Calvillo
Político y activista
Salvador Nava Calvillo, hijo del doctor Salvador Nava y Concepción Calvillo, ambos luchadores sociales de San Luis Potosí, reconoció el trabajo profesional de Gerardo Galarza, a quien conoció cuando el doctor Nava fue electo como presidente municipal de San Luis Potosí por segunda ocasión (1982-1985) y que luego tuvo un mayor acercamiento durante la lucha de éste por la gubernatura en 1991.
“Galarza es un hombre que se ha caracterizado por desempeñar su labor con veracidad y ética durante su vida profesional”, dijo Nava Calvillo.
En nombre de la familia Nava, señaló: “agradecemos tu amistad y te deseamos éxito en las tareas que emprendas en el futuro”.
Ignacio Anaya
Director de noticias y contenidos de Grupo Imagen Multimedia
Estimado Gerardo:
Te vamos a extrañar en el Grupo, sin duda. Pero lo haremos desde la satisfacción de haber coincidido en una propuesta editorial que se queda con mucha de tu energía.
En lo particular me quedo agradecido por todos estos años en los que pude aprender de tu experiencia y visión periodística. A disfrutar esta madurez y la satisfacción de haber aportado a la configuración de un proyecto que crece pero que, eso sí, te va a extrañar. Enhorabuena.
Ulises Castellanos
Fotoperiodista
A Gerardo Galarza lo conocí en la redacción de Fresas 13, en la revista Proceso, exactamente en junio de 1993. Yo tendría apenas 25 años de edad y él ya era una leyenda en la redacción del semanario. Más adelante volvimos a coincidir en la redacción del nuevo Excélsior.
Pocos periodistas con la agudeza y el sentido del humor ácido que él tiene; para la revista hicimos muchas cosas, pero recuerdo en especial una entrevista con Vinny Castilla, beisbolista mexicano que jugaba entonces para los Rockies de Colorado. Fue un viaje de una semana, tres partidos de beisbol, y muchas horas de conversación, sumadas a unas alitas exquisitas que comíamos a diario cerca del estadio.
Era tan divertido hablar con él, que juntos perdimos un avión frente a la sala de espera en Estados Unidos, por estar clavados en la plática acompañados siempre por un buen whisky en las rocas. Si alguna pasión comparte Gerardo con el periodismo es precisamente el beisbol, lo sabe todo sobre el juego de pelota y tiene una memoria privilegiada. Lo mismo aplica al periodismo: los conoce a todos, los ha entrevistado y reporteado a todos y nada se le olvida.
Querido Gerardo, nos dejas antes del cambio de paradigma político, porque seguro sabes algo que nosotros no. Te abrazo fuerte, con admiración y respeto. Por favor, extiende este abrazo fraterno a Sonia y tus hijas.
José Buendía
Periodista
Galarza, antes y después, siempre atento, y en la fila de los modernos indignados. Porque lo que nunca cambió en él es esa capacidad de acoger favorablemente lo que viene, aunque no le guste. Pero, sobre todo, lo que se mantuvo fue su compromiso ético con el registro del viaje del tiempo y su solidaridad con los viajeros que lo acompañan.
Francisco Ortiz Pinchetti
Periodista
Francisco Ortiz Pinchetti, compañero periodista de Gerardo Galarza, dijo que a él no le “encanta que un colega periodista experimentado y brillante opte por poner fin de manera prematura a una carrera profesional en plenitud; pero en el caso de mi amigo Gerardo Galarza Torres me congratulo de su decisión porque estoy cierto de que obedece a sus principios éticos, su vocación y su trayectoria”.
Recordó que él y Galarza, “por más de 20 años compartimos en el semanario Proceso no sólo una redacción, sino una causa. Con otros reporteros luchamos por recuperar la esencia del proyecto original cuando acusó visos de anquilosamiento y desvío. Emprendimos luego otras aventuras juntos y hoy mantenemos una amistad que me honra y me enorgullece.
“Sólo le pido, eso sí, que el escribidor no cierre La Estación y que de ella parta cada domingo, muy de mañana, el convoy con sus textos de estilo inconfundible, aleccionadores, sabrosos, antisolemnes y políticamente incorrectos. Abrazo, Gerardo querido. Y enhorabuena”.