Ciudad de México, diciembre 9, 2024 03:24
Revista Digital Octubre 2022

EL ÁLBUM / Plan de San Luis: El origen de la Revolución

Durante su encarcelamiento, el 5 de octubre de 1910, Francisco I. Madero redacta el documento en el que se convoca a derrocar al gobierno de Porfirio Díaz y acuña la emblemática frase Sufragio Efectivo, No Reelección.

POR ADRIÁN CASASOLA

El 5 de octubre se conmemora un aniversario más de la promulgación del Plan de San Luis, concebido y redactado por Francisco I. Madero, quien se ganó el sobrenombre de Apóstol de la Democracia por sus deseos de cambio para el país y por ser la punta de lanza de la lucha revolucionaria en el país.

Foto 2: Campesino votando en urnas de madera. Foto: Autor: Agustín V. Casasola, circa 1910

Las manifestaciones antirreeleccionistas se habían presentado de diferentes formas y durante muchos años en México, ya que el mandato de Porfirio Díaz había durado mucho más de lo esperado. Cada cuatro años, parecía no haber adversario capaz de derrocar o siquiera “hacerle sombra”, quien conforme pasaban los años, se apalancaba desde una posición de poder difícil de vencer.

Existían técnicas tramposas pero muy efectivas para que los votos favorecieran siempre a Porfirio Díaz y sus gobernantes aliados. Por ejemplo, llenar las urnas (hechas de madera) con boletas tachadas previamente a que se colocaran en los lugares asignados para realizar la votación. No existían controles poblacionales en caso de que hubiera más votos que el número de personas de cada pueblo o ciudad; el voto femenino no existía y un largo etcétera que facilitaban los fraudes electorales.

Francisco I. Madero (centro) y Roque González Garza (izq.) caminando por las calles de Ciudad Juárez. Autor: Agustín V. Casasola, 1910

Al elegir a Madero como candidato por el Partido Nacional Antirreeleccionista y gozando de una popularidad nunca antes vista, el gobierno de San Luis Potosí decidió encarcelarlo, bajo los cargos de “conato de rebelión y ultraje a las autoridades”. Esta detención, orquestada desde la Ciudad de México por el gobierno oficialista de Porfirio Díaz, permitió una séptima reelección sin el principal candidato opositor para el período 1910-1916, la cual se hubiera extendido seis años más de no ser por el estallido social del 20 de noviembre de 1910.

Francisco I. Madero, foto oficial como Presidente de La República. Foto: Agustín V. Casasola, 1912

Durante su encarcelamiento, Francisco I. Madero redacta el documento en el que se convoca a derrocar al gobierno de Porfirio Díaz y acuña la emblemática frase Sufragio Efectivo, No Reelección, pero al no tener eco en su natal Coahuila, después de ser liberado decide viajar a Ciudad Juárez para luego cruzar la frontera y desde San Antonio, Texas, lanzar su Manifiesto a la Nación con la que daba a conocer su plan para poder contar con un gobierno democrático y representativo para todos los mexicanos.

Menos de seis meses después, las batallas de Ciudad Juárez protagonizadas por un nutrido y heterogéneo ejército revolucionario convocado que apoyaba a Madero en contra del ejército federal, provocaron la caída del Porfiriato y ocasionaron la renuncia del presidente el 25 mayo de 1911. Sin duda, El Plan de San Luis cambió el rumbo y la historia de nuestro país para siempre.

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