DAR LA VUELTA / Enero en la ‘mejor’ al alcaldía
Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de sus autores.
Foto: Francisco Ortiz Pardo
‘El desánimo me sacude y agobia, ¿cómo hacer que el tiempo se detenga en febrero?’
POR DIEGO A. LAGUNILLA
Los eneros siempre me han parecido grises, melancólicos e incomodos, con una sensación de pesadumbre que desciende, penetra y envuelve sus horizontes, los que supuestamente comienzan y los que en apariencia terminan.
Felizmente me los hubiera saltado para reconectar con los febreros, que siempre me han caído mejor. No solo por su “primer” puente constitucionalista, acompañado por sus tradicional tamaliza, si no por su locuaz desparpajo, donde un día puede llover, el otro helar, y el que sigue acalorar. Sin una monotonía fastidiosa ni sombría, por lo menos en sus pasajes ambientales donde el trino de los pajaritos acompaña, arropa e ilusiona.
Este enero 2024 no es la excepción, empieza pesado, brumoso y malhumorado, con el agravante de que da inicio al tan esperado año electoral, donde el bla bla bla dominará y el dato duro se esfumará, en sus múltiples y abusivas formas de decir mucho sin hacer nada y en confundir más que aclarar. Lo único que apuntalará será la progresiva crisis de representatividad.
Todos, incluyéndome, participaremos de una gran puesta en escena sobre quién y cómo las plazas locales y federales serán ocupadas y cómo y cuándo se repartirán los dineros para “imaginariamente” presumir que los que estén obligados “normativamente” a trabajar, así lo harán, ¡si cómo no! El botín se repartirá, los ganones consentirán y los demás lo envidiarán.
Veo con azoro, también, como el ex–encargado del despacho juarense, quien ahora busca capitanear la ciudad, presume que deja una alcaldía “segura” y con “alta calidad de vida”, una por haberla “blindado”, mediante los rondines cotidianos de sus camionetas “auxiliares”, y la otra, de rebote por un estudio de 2019 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) –Las 10 alcaldías con la mejor calidad de vida en México • Actualidad • Forbes México-.
Análisis que veo se estructuró sobre un índice compuesto por tres variables: salud, educación e ingresos per cápita. De esos, valga la aclaración, ninguno depende directamente del alcalde, particularmente la última, y además de que las dos primeras son funciones subordinadas a la jefatura de gobierno.
Lo que si no sorprende es que seamos la demarcación menos trasparente en cuestión de rendición de cuentas –Califican a Benito Juárez como la alcaldía más opaca (reforma.com)– sin datos sobre presupuesto y padrón de beneficiarios en gasto social, ni tampoco en licitaciones, permisos y concesiones.
Las construcciones siguen, una tras otra -bando inmobiliario mediante-, el agua falta, día con día, y el desorden vial y su contaminación perduran, solo hay que caminar para notarlo, pero aun así a ojos del respetable nuestra “elevada” calidad de vida es innegable y sin una auditoría en forma que la sustente,me pregunto entonces, si así nos lo hacen creer a los vecinos, ¿cómo estará el resto? de escalofrío seguramente y con ello podríamos estimar que en “el (la) país (ciudad) de los ciegos el tuerto será rey (jefe)”, si negocia, claro estáy, entre nosotros creo que si conoce y bien dichas lides sibilinas.
El desánimo me sacude y agobia, ¿cómo hacer que el tiempo se detenga en febrero? Se aceptan ensueños…