DAR LA VUELTA / Darle la vuelta al patrioterismo este
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Huevos de harina y confeti. Foto: Especial
Hay que darle la vuelta a los festejos tradicionales anclados a los arquetipos, estereotipos y narración victimizante del indígena conquistado y liberado.
POR ANA CECILIA TERRAZAS
Hay una definición de la expresión darle la vuelta, referida a algo, sobre todo cuando el imperativo dice, dale la vuelta, que se refiere a: “dar la vuelta (intrans): girar 180 grados o cambiar por completo. darle la vuelta a algo (trans): girar 180 grados/ poner al revés”[1].
Esta columna multiautoral, dominguera, nació con el objetivo del paseo, del recorrido que no regresa al mismo lugar, de esa reabsorción de la circunstancia posible cuando alguien sale a realizar un periplo con toda conciencia. Pues bien, dar la vuelta no es lo mismo que darle la vuelta a algo, en términos coloquiales y en esta ocasión se trata de lo segundo.
Dicho lo anterior, en pleno mes patrio y recién pasado el fin de semana epítome de la fiesta tricolor en México, aquí algunos deseos o pensamientos ideales para las fiestas o celebraciones patrias:
- Prescindir completamente de los cohetes y cohetones; del material explosivo que constituye cualquier fuego artificial.
- Recolocar el acto solemne de tal manera que no esté una masa de personas abajo del balcón de un Presidente o Presidenta, como ocurrió con Hidalgo, sino que el acento jerárquico de la fiesta y su producción se disuelva, neutralice o resida en toda la ciudadanía, en el pueblo ahí presente.
- Erradicar la fiesta asociada a la pérdida de conciencia por consumo de alcohol o cualquier estupefaciente.
- Cero violencias, ni huevazos de confeti ni de otros; ningún tiro arrojado al aire; nada de golpeteos ni gritos de odio.
- Incorporación inmediata de heroínas mujeres en los gritos y pensamiento de gritos oficiales. De preferencia, por lo menos, en igualdad numérica que los hombres.
- Conversión inaplazable de adornos sostenibles (menos gasto de luz, menos tirar y provocar basura no reciclable).
- Repaso histórico ameno y en versiones accesibles, modernas, actuales y rigurosas y desideologizadas de lo que fue el llamado día del Grito de Independencia, su contexto, cómo se llegó ahí.
- Invitación a que no solamente se consuman chiles en nogada, pozole y bandera con tequila sino a que se diseñen muchos más platillos que puedan combinar los tres colores.
- Promoción del festejo a partir de un orgullo patrio incluyente, armónico, diverso.
- Recuperación crítica y amplia del concepto patria y del ser patriótico.
Todo esto es, darle la vuelta a los festejos tradicionales anclados a los arquetipos, estereotipos y narración victimizante del indígena conquistado y liberado, tan bien explicados por Samuel Ramos y Octavio Paz en El perfil del hombre y la cultura en México o en el Laberinto de la soledad, respectivamente. Ya no, ojalá podamos reconvertir o transformar estas celebraciones septembrinas, patrias, matrias, nuestras.
[1] https://www.espanolavanzado.com/significados/3224-dar-la-vuelta-significado