Ciudad de México, abril 26, 2024 16:38
Revista Digital Abril 2022

El regreso de los niños… ¡y de la algarabía!

Amainada la pandemia, reabiertos los espacios infantiles, los parques de BJ se llenan ya con el bullicio inconfundible de los pequeños, que para nuestra fortuna y alegría ¡están de vuelta!

STAFF / LIBRE EN EL SUR

El bullicio inconfundible de los niños invade los juegos infantiles del parque “Xicoténcatl”, en la colonia Álamos. Su rumor compite sólo con los trinos de cientos de pájaros que al atardecer regresan a sus nidos. Algunos chicos  trepan estructuras metálicas o escaleras arriba para luego tirarse por los toboganes o las resbaladillas serpenteantes. Otros corretean en los prados y, los más pequeños, se dejan mecer por sus padres en los columpios o en un sofisticado sube y baja.

Escenas similares se repiten en el parque Las Américas, de la colonia Narvarte Poniente; en el “José Refugio Menes” (o MIguel Alemán), de la Postal, en el San Lorenzo de Tlacoquemécatl y en cada uno de los 23 jardines públicos de la alcaldía Benito Juárez.

¡Los niños están de regreso!

Basquetbol en la Álamos.

Superada relativamente la pandemia, esos espacios que estuvieron cerrados durante meses debido a la contingencia sanitaria han recobrado su sentido. Y junto con la llegada de la primavera, ofrecen sus modernos juegos para el deleite de los chiquitines, que verdaderamente –se les nota—disfrutan de ellos.

Aunque quizá la mayor afluencia lo registra el área de juegos del parque “Luis G. Urbina”, mejor conocido como Hundido, no son pocas son las familias juarenses –y de otras latitudes– que llevan a sus niños a los parques de la colonia Del Valle, como el  Arboledas, el “Jardín del Arte” de Tlacoquemécatl y por supuesto el “Parque de los Venados”, en las inmediaciones del edificio de la alcaldía. O al de ”La Bola”, en San José Insurgentes, al “Alfonso Esparza Oteo”, de la Nápoles, al “Pombo” de San Pedro de los Pinos, o al pequeño jardín de San Simón, que se llama “Pascual Ortiz Rubio”.

En el parque Las Américas, en Narvarte.

Durante un recorrido por los numerosos parques de BJ, Libre en el Sur observó una constante: el bullicio infantil que en alguna manera denota un regreso a la normalidad luego de las repetidas “cuarentenas” a que nos obligó el Covid-19; pero también algo muy importante: la mayoría de los niños y sus papás portan cubrebocas. Y es que nuestra alcaldía fue pionera en Ciudad de México en el uso de ese instrumento preventivo sumamente eficaz, actitud responsable que se mantiene aún ahora que nuestra capital está ya en semáforo de color verde y las cosas parecen regresar a su rutina cotidiana.

En el parque de la colonia Postal, el “Miguel Alemán”, llama la atención la cantidad de muchachos en patineta, algunos haciendo espectaculares malabares; en los de Álamos y Las Américas (Narvarte) el juego que más adictos tiene es uno que semeja una carabela, en el que los niños pueden subir por diferentes accesos y jugar a que van viento en popa a toda vela por algún mar imaginario, aunque en este último algunos prefieren hacer un dibujo en el tallercito de artes manuales que se coloca a un lado del área de juegos. Ahí hay posibilidad también de practicar la pintura, la cerámica o la artesanía de Papel Maché.

Talleres de dibujo.

A su vez, en las canchas adyacentes a los juegos del parque “Xicoténcatl”, en la Álamos, un profesor de básquetbol hace a sus discípulos cumplir la rutina y tirar a canasta de manera coordinada, acierten o no al aro. Es el maestro Arturo Suárez, que cobra 25 pesos por clase a cada uno de sus 18 alumnos.  Junto, adolescentes ya, se enfrentan dos equipos en un animado juego de futbol rápido.  Hay para todas las edades y todos los gustos.

Otra contante de hoy en los parques de Benito Juárez  es la alegría, que se manifiesta en los gritos, las risas, el corretear de los chiquitines. Si bien el bullicio colma ya también en estos días  las numerosas escuelas primarias y secundarias que hay en la alcaldía, sobre todo a la hora de la salida, en el caso de los jardines públicos adquiere no sólo sonidos distintivos, sino también colores, formas, globos, patines, árboles, carritos de nieves, perros, pelotas, ardillas, algodones de azúcar, risas, pájaros, jardines, paletas, triciclos… La algarabía, pues. 

Parque Miguel Alemán, en la colonia Postal.
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