Ciudad de México, abril 28, 2024 11:04
Historia Reporte especial Revista Digital Septiembre 2021

La increíble historia de los soldados egipcios en México que no perdieron ni una batalla

Entre 1863 y 1867, tropas egipcias participaron al lado del ejército napoléonico en la intervención militar en México. Este es el relato –inédito en nuestro país– del general que las encabezó, intitulado “Las victorias del Ejército Egipcio en la guerra de México”, sobre esos hechos muy poco conocidos. (*)

POR ABDEL RAHMAN AL-HAWARI

Debido a las condiciones interiores de México, producto de las revoluciones y del régimen de gobierno inestable, la situación política, económica y social resultó peor. Esta mala situación impulsó a los países europeos a intervenir para lograr sus ambiciones y mantener los privilegios de sus nacionales.

Los gobiernos de las grandes potencias que eran en ese tiempo Inglaterra, Francia y España, se reunieron el 31 de octubre de 1861 y advirtieron al gobierno de México que respetara las propiedades de sus nacionales. Asimismo, mandaron acorazados con fuerzas militares que llegaron al Puerto de Veracruz en México y lo ocuparon en enero de 1862. La campaña no tuvo un General en Jefe, por eso fue imposible organizar una operación conjunta importante. Como resultado de ello, las tropas de Inglaterra y España se retiraron, mientras que el ejército francés se mantuvo en el Puerto y, más tarde, recibieron refuerzos adicionales por lo que pudieron llegar a la Ciudad de México en junio de 1863.

Egipto y la guerra en México

A causa de las malas condiciones sanitarias y climáticas, los soldados franceses padecieron enfermedades y, a veces, la muerte. Y en virtud de los estrechos lazos de amistad entre Egipto y Francia, además de la gran influencia francesa en esos tiempos en Egipto, Napoleon III se comunicó con el Rey (Wali) de Egipto y le solicitó una fuerza egipcio-sudanesa para enfrentar las malas condiciones de México y respaldar a las fuerzas francesas.

Egipto respondió positivamente a la demanda de Napoleon III y formó una tropa de infantería egipcio-sudanesa, que abandonó la mañana del 8 de enero de 1863 el Puerto de Alejandría, transitó por el Puerto de Tolón, al sur de Francia, navegó por el Océano Atlántico y el Golfo de México y, finalmente, llegó el 23 de febrero de 1863 al Puerto de Veracruz. La travesía duró 47 días.

Al llegar a Veracruz, la Comandancia francesa proporcionó a las tropas egipcio-sudanesas armas y pertrechos adecuados a las condiciones y naturaleza de México.

En mazo de 1863, las tropas egipcio-sudanesas emprendieron operaciones en las regiones de Veracruz, Ozelonacaxtla y las Colinas de Tuxpan y Camarón. Veracruz es el Puerto principal, da a Golfo de México y está unido a las regiones altas interiores con una carretera. La ciudad de México es la más grande el país y tiene un carácter hispanoamericano. En esos tiempos tenía una población de alrededor de 200 mil habitantes. En 1821 México declaró su independencia de España, teniendo en ese período una población de 10 millones de habitantes. Se extiende en México un desierto árido y hay una meseta grande circundada de dos series de montañas. Antiguamente denominaron a México “El país de los territorios calurosos”, donde estaban extendidas la disentería y la fiebre amarilla.

Acciones de guerra de las tropas egipcias en México

Las tropas egipcio-sudanesas participaron en algunas batallas contra las fuerzas rebeldes apoyadas por el gobierno mexicano, que aplicaban las tácticas de la guerrilla para restringir el movimiento del ejército francés. La cooperación entre las tropas egipcias y las francesas se efectuó mediante interpretes que acompañaron a la infantería egipcia.

La primera misión de las tropas egipcias fue la vigilancia y seguridad del Puerto de Veracruz y de las regiones vecinas, así como la seguridad de las carreteras y de los medios de transporte que unían el Puerto con el interior del país. Las fuerzas egipcias fueron encargadas de enfrentar a las fuerzas rebeldes que atacaban las carreteras y regiones aledañas importantes.

 Una parte de los soldados egipcios fue encargada de resguardar el ferrocarril que llegaba al interior del país. Un día, los soldados mexicanos atacaron el tren y la vigilancia egipcia en el pueblo de Lumadi La Rivera, pero las fuerzas egipcio-sudanesas frustraron el intento mexicano y persiguieron a los soldados hasta dentro del pueblo y los aniquilaron. Esta fue la primera operación de las fuerzas egipcias que demostró  a los soldados mexicanos la osadía del soldado egipcio, su capacidad de resolver las crisis  y su resistencia en la lucha.

Rechazo del ataque mexicano contra Veracruz

El 2 de octubre de 1863, el gobierno mexicano formó una gran fuerza de 1500 soldados para atacar la defensa egipcia en el Puerto de Veracruz. La fuerza mexicana efectuó nueve ataques consecutivos con el fin de debilitar la defensa egipcia y dominar el Puerto, pero las tropas egipcio-sudanesas pudieron en 16 horas de lucha acabar completamente con la fuerza hostil y le ocasionó grandes pérdidas. El Jefe de las tropas francesas en el Puerto de Veracruz comentó esta batalla en un informe diciendo: “Esta lucha coronó a los soldados egipcios que lucharon sin hacer caso del gran tamaño de las fuerzas hostiles ni de su fuerte artillería y derrotaron al enemigo a pesar de sus nueve ataques consecutivos”.

Las batallas en que participaron las fuerzas egipcio-sudanesas

Las fuerzas egipcio-sudanesas participaron durante 1863 en ocho batallas y durante 1864 en 11. A pesar de la naturaleza y el clima difícil de México, además de las enfermedades extendidas que ocasionaron la muerte a algunos soldados, las fuerzas egipcias tuvieron éxito en todas estas batallas. El soldado egipcio se sintió orgulloso de su valentía entre los soldado franceses. En enero de 1865, las tropas egipcias participaron en tres grandes batallas contra las fuerzas mexicanas. El General en Jefe francés las comentó diciendo: “Las fuerzas egipcio-sudanesas se caracterizan por la perfecta técnica de lucha, el buen aguante de las dificultades, la valentía de abrir fuego y la paciencia en caminar largas distancias en tierra ardua, con el fin de cumplir su misión, por eso tuvieron éxito en todas las batallas”.  Las fuerzas egipcias participaron durante el año de 1865 en más de 18 batallas y en todas tuvieron éxito.

Asimismo, los egipcios acabaron con las acciones de la guerrilla contra los trenes y su tropa de caballería perfeccionó las operaciones de exploración y vigilancia del ferrocarril. Gracias a su entusiasmo y obediencia, el soldado egipcio fue ejemplo de los soldados de caballería.

El 12 de agosto de 1865, las fuerzas egipcias en Veracruz enfrentaron grandes ataques mexicanos y obligaron a los soldados a retirarse luego de haber sufrido grandes pérdidas, aunque el tamaño de las fuerzas mexicanas fue diez veces superior a las egipcias.

Entre las acciones gloriosas de la fuerza egipcia estuvo la seguridad de la Emperatriz de México cuando visitó Veracruz. Asimismo, la fuerza se desempeñó como guardia de honor de la procesión. Al regresar a la capital mexicana, la Emperatriz elogió el desempeño y disciplina de los soldados egipcios y, entonces, el Emperador los condecoró y les ofreció regalos.

Las batallas de 1866

En 1866, las tropas egipcias participaron en once batallas, entre ellas destacó el gran ataque que tuvo lugar el 25 de julio contra uno de los campamentos egipcios. A pesar de su gran tamaño, las fuerzas mexicanas no pudieron lograr ningún éxito y fueron obligadas a la retirada después de dos días de lucha. En agosto del mismo año, las fuerzas egipcias colaboraron con las francesas y austriacas y frustraron un gran ataque mexicano en las colinas de Tuxpan. Al principio, las fuerzas mexicanas entraron al campamento francés, pero las tropas egipcias rechazaron el ataque y organizaron otro contra uno de sus baluartes, ocasionado juntamente con las tropas aliadas una gran derrota de las fuerzas mexicanas. Esta batalla fue otra lección de la osadía y habilidades del soldado egipcio. 

Retirada de las fuerzas francesas

En virtud de su confianza creciente en las tropas egipcio-sudanesas, las fuerzas francesas se retiraron de Veracruz y de los campamentos cercanos de Alvarado, Tuxpan, Magdalena, Camarón, Paso del Macho, Soledad y otros. A pesar del pequeño tamaño de las tropas egipcias encargadas de defender esos territorios que sumaban 178 kilometros cuadrados de superficie y comprendían siete grandes campamentos militares, dichas fuerzas pudieron mantener los campamentos y frustraron todos los embates mexicanos. Por tanto, la comandancia francesa otorgó grandes recompensas a los tenientes y soldados egipcio-sudaneses.

Las fuerzas conjuntas egipcio-sudanesas-francesas participaron con éxito en 48 batallas durante el periodo del 23 de febrero de 1863 al 12 de marzo de 1867. Y cumplieron su misión de acabar con la rebelión mexicana. Partieron el 12 de marzo de 1867 del Puerto de Veracruz, dejando una historia gloriosa que fue reconocida por Francia, México y otros países. Al llegar a París el 12 de mayo de 1867, el Emperador Napoleon III pasó revista a las fuerzas egipcio-sudanesas, con la asistencia del Jefe de Ejército egipcio, y las condecoró y otorgó recompensas, reconociendo su habilidad y bravura. Por otra parte, las tropas egipcias gozaron de la estimación del pueblo francés que las recibió calurosamente. Posteriormente, las tropas navegaron hacia su patria, a donde llegaron el 28 de mayo de 1867.  El Rey (Wali) Ismail las recibió en el patio del Palacio de Eltin y encabezó una gran ceremonia a la que asistieron numerosos líderes franceses, en la que promovió a todos los tenientes y soldados, reconociendo su osadía en la guerra y honrando a los 48 soldados que fallecieron.

Con los resultados alcanzados, Egipto adquirió gran experiencia cuando sus soldados participaron en batallas lejos de la patria, en condiciones difíciles y en regiones montañosas y clima caluroso. Asimismo, obtuvieron provecho de la experiencia militar francesa y adquirieron un gran aprendizaje en acciones de combate bajo condiciones difíciles, pues vencieron en muchas batallas en las que habían fracasado los ejércitos europeos.

 (*) Traducción de Mohileldin Taher.

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