Ciudad de México, noviembre 21, 2024 10:55
Opinión Vida

Ítaca

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España, como muchos otros destinos, es un país que recibe miles de inmigrantes provenientes de diversos países, un alto porcentaje de esas personas son originarias del continente africano…

POR NANCY CASTRO

Hace más de un año que los abrazos pasaron a ser una utopía, una quimera.
Los abrazos han representado siempre un regocijo espiritual, llegada a buen puerto, un acto de acercamiento indeleble. Un abrazo supone lo inimaginable, te lleva a donde no has estado.

Días después de la llegada masiva de inmigrantes a Ceuta, Luna Reyes, voluntaria de la Cruz Roja, se acerca a una persona que ha cruzado a nado por el espigón del Tarajal, diluidos en un abrazo el joven senegalés anuda en torno al cuello de Luna sus brazos.

La joven madrileña de 20 años se acercó a auxiliarlo después de darse cuenta que se golpeaba la cabeza contra una piedra. –El chico llora desconsolado me habla en francés, pero no entiendo–, Luna le da a beber agua, él no quiere soltarla, vuelve a abrazarse a ella como un crío que ha perdido a su madre.

La imagen se ha vuelto relevante, le ha dado la vuelta al mundo.

España, como muchos otros destinos, es un país que recibe miles de inmigrantes provenientes de diversos países, un alto porcentaje de esas personas son originarias del continente africano; año tras año cruzan en pateras o cayucos, pequeñas embarcaciones neumáticas de cinco a diez metros, sin quilla, transportan en torno a 40 personas por el Estrecho de Gibraltar en busca de una vida mejor. Bajo condiciones lamentables y tras previo pago a la mafia correspondiente, que juega con la vida de sus compatriotas.

El Ulises de Homero en La Odisea, poema épico escrito en el siglo Vlll a.c. Después de la guerra de Troya se enfrenta a Cíclopes, Lestrigones, Ninfas, lucha a toda costa en contra de su destino para regresar a casa y tras un largo periplo de 20 años por fin regresa a Ítaca donde lo espera su eterna y fiel esposa, Penelope nunca dudó de él, tejedora de la trama, el nudo y el desenlace; que para despistar a sus pretendientes, deshace por la noche lo que teje por el día. El tejido es su mudra: anuda y tira de las lanas, la textura de su esperanza, combate contra la parca de la muerte. Penelope trenza mundos paralelos.

El tejido es el espacio interno de la mujer, su orden, es conservación y protección, pero también es la posibilidad de la maquinación.

En los Vedas se habla del tejido de noche que el Sol desteje, y diosas con poder sobre el tiempo y la vida asociadas con el hilar y las antes ya citadas Parcas del destino o Moiras.

Ulises, se ha convertido en un símbolo del hombre moderno, peregrino hacia otras tierras que se va enriqueciendo con las experiencias de su vida y su historia personal.

Ulises pasábase los días sentado en las rocas, a la orilla del mar consumiéndose a fuerza de llanto, suspiros y penas, fijando sus ojos en el mar estéril.

Mamadou Diallo, es de Guinea Conakry, a la edad de 19 años salió de su país en un acto de supervivencia a la violencia de su comunidad, “los peuls”. Hace 3 años dejó a sus padres y hermanos. Su camino era salir de África para llegar a España, después de varios días, llegó a Marruecos, de allí salió en patera hacia Málaga, pidió asilo y le dieron la tarjeta roja que aprueba el asilo. Posteriormente se desplazó a Madrid, sin hablar español, trayendo consigo un sueño por cumplir: “ser futbolista”. Reconoce que ese es su talento pero nunca imaginó que fuera difícil conseguirlo.

Sin la falta de papeles lo único a lo que puede aspirar es integrarse a un equipo de tercera división. “Courage” significa fuerza, valor, es el colectivo integrado en su mayoría por africanos que lo ha acogido y con su ayuda pudo aprender español.
Consiguió trabajo en un almacén del Corte Inglés, en el que trabaja todos los días hasta las 16:00 hrs. Le gustaría estudiar Relaciones Internacionales. Y aunque aún no tiene nada concreto sobre el rumbo de su vida, lo que sí tiene bien claro es que un día regresará a su país, a su casa con otra condición de vida que le permita ayudar a su familia.

Por ahora se siente resguardado y seguro en Madrid, donde no puede evitar el racismo y la marginación: en el trabajo, en la calle. “Piensan que somos gente sin educación. Te explican las cosas como si no entendieras”. La abismal mirada de un futuro impreciso, le cambia cuando habla del día que vuelva abrazar a su familia. Es su motivación, su aliciente, por ellos está aquí y regresará por ellos.

El contenido deslumbrante en el poema “Ítaca” del poeta Constantino Cavafis, (griego-egipcio 1863- 1933) nos aconseja:

Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Más no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendiendo el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
Entenderás ya qué significan las Ítacas.

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